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Correo Científico Médico de Holguín 2005;9(1)

 

Trabajo original

 

Servicio de Geriatría. Hospital Provincial Docente "V. I. Lenin". Departamento de Adulto Mayor. Dirección Provincial de Salud.

 

Factores de riesgo de caídas en el adulto mayor hospitalizado.

 

Factors of risk of falls in the old hospitalized adult.

 

Idalmis de la Caridad Tejeda Alvarez1, Luis Céspedes Ruiz2, Juan Carlos Baster Moro3, Rosa María Esthéfano Rodríguez4

 

1 Especialista 1er Grado en Geriatría y Gerontología. Hospital "V. I. Lenin".

2 Especialista de 1 er  Grado en Medicina Interna. Policlínico “Julio Grave de Peralta”.

3 Especialista   de   1er  y 2 do Grado   en  Medicina  General  Integral.  Diplomado   en  Gerontología Comunitaria  y  Nutrición  en  Salud Pública. Profesor  Instructor.  Dirección  Provincial  de  Salud.

4Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral. Policlínico “René Avila Marrero”.

 

RESUMEN

 

Se realiza un estudio descriptivo de serie de casos con el objetivo de ampliar los conocimientos sobre los factores de riesgo de caídas a 132 adultos mayores de ambos sexos hospitalizados en los servicios de Ortopedia y Neurocirugía del Hospital Provincial "Vladimir Ilich Lenin" durante el 2003, como consecuencia de una caída. A cada paciente se le realiza una entrevista médica y se revisaron las historias clínicas.

 

El mayor número de casos correspondió a los pacientes entre 75 y 89 años con predominio del sexo femenino. Según el antecedente de caídas (67,4 %) de los casos estudiados niegan haberla sufrido. Las alteraciones fisiológicas que predominaron fueron las oculares. La principal alteración patológica encontrada fue la musculoesquelética. Se observó que 78 % de los pacientes presentan polifarmacia. Dentro de los factores ambientales predominó el suelo resbaladizo (31,6 %), la causa desencadenante de la caída fue la disminución de la  agudeza visual.

 

Se demostró que las caídas son de etiología multifactorial, existiendo un subregistro de las mismas y su prevención contribuye a elevar la calidad de vida de los gerontes.

 

Palabras clave: factores de riesgo, accidentes por caídas, anciano, servicos de hospitales, hospitalización.

 

ABSTRACT

 

A descriptive study of series of cases is carried out with the objective of enlarging the knowledges on the factors of risk of falls to 132 old adults of both sexes hospitalized in the services of Ortopedia and Neurocirugía of the Provincial Hospital "Vladimir Ilich Lenin" during the 2002, like consequence of a fall. To each patient carries out you a medical interview and was revised the clinical histories.

The old number of cases returned the patient between 75 89 years with prevalence of the feminine sex. According to the antecedent of falls (67,4%) they of the studied cases deny there be she suffering. The physiologic alterations that prevailed human being the oculars. The principal pathological opposing alteration was the [musculoesquelética]. He/she/it/you was observed that 78% they of the patient introduce [polifarmacia]. He/she/it/you within the environmental factors prevailed the oily floor (31,6%), the cause [desencadenante] of the fall was the decrease of the visual keenness.

 

It is shown that the falls are of etiological multifactorial, existing a subregistro of the same and its prevention contributes to elevate the quality of life of the old patients. 

 

Key word: risk factors, accidental falls, aged, hospital deparment, hospitalization.

 

INTRODUCCIÓN

 

Durante el presente siglo asistimos a una situación singular, debido a que cada día son más las personas que sobrepasan las barreras cronológicas que ha situado el hombre como etapa de vejez y que convierten al envejecimiento poblacional en uno de los retos más importantes de la sociedad moderna. El número de personas que arriban a los 60 años de edad se ha incrementado de más de 400 millones en 1950, a 700 millones en la actualidad con un pronóstico de 1200 millones para el año 2025 1,2,3,4,5,6.

 

Las caídas son una de las principales causas de discapacidad e incluso de muerte en este grupo poblacional, pues el envejecimiento no es sinónimo de enfermedad, pero con él, disminuyen algunas habilidades y capacidades que de no corregirse se convierten en factores de riesgo predisponentes de caídas 7.

 

El problema de las caídas alcanza la cualidad de "gigantes de la geriatría" y se les incluye dentro del concepto de inestabilidad, además no son una enfermedad en sí mismas sino la expresión de múltiples patologías tanto crónicas como agudas 8.

 

En las personas mayores de 85 años, las caídas se producen entre un 31 y un 35 por cientos y en un 50 por cientos en los hospitalizados, con preferencia para el sexo femenino hasta 75 años, edad en que la frecuencia se iguala para ambos sexos 9,10.

 

Este gran síndrome geriátrico repercute de forma negativa en las esferas biológica psicológica, funcional y social del mismo 8,9.

 

En la esfera biológica, la consecuencia física más grave es la fractura de cadera que ocasionó en el año 2002, en la provincia, 133 fallecidos de esa edad, para una tasa de 95.0 por cada 100 000 habitantes y por otro lado gran síndrome geriátrico, el síndrome de inmovilización cuyas complicaciones pueden provocar la muerte del paciente una vez que ha sufrido una caída por: bronconeumonías, tromboembolismo pulmonar, úlceras por presión, entre otras  11,12,13,14

 

Desde el punto de vista psicológico, las caídas son causa frecuente de depresión, ansiedad, miedo a volver a caer, pérdida de confianza en sí mismo, disminución de la autoestima y muchas veces marca el inicio de sobreprotección familiar, institucionalización y limitación de las actividades tanto básicas como instrumentadas de la vida diaria, afectándolos funcionalmente, tornándolos  dependientes, situación que provoca una vida sin calidad 15,16.

 

Esta problemática de salud aumenta el costo social, ocupan permanentemente las camas en servicios de agudos, consumen la tercera parte de las intervenciones quirúrgicas  programadas, y el tratamiento de las causas y consecuencias de la caída requiere personal médico y de enfermería altamente especializado, así como recursos innumerables para su rehabilitación y medicamentos costosos para su terapéutica 17,18,19,20.

 

Teniendo en cuenta los argumentos mencionados anteriormente y la gran morbi-mortalidad que presentan las caídas en la población  senil  nos sentimos motivados para la realización de esta investigación relacionada con los factores de riesgo de ocurrencia de las mismas, teniendo en cuenta que es mejor prevenir que curar.

 

MÉTODO

 

Se realizón un estudio observacional de serie de casos a 132 adultos mayores de ambos sexos, que sufrieron una caída que motivó su hospitalización en los servicos de Ortopedía y/o Neurocirugía del hospital Docente provincial "V. I. Lenin" de la ciudad de Holguín, durante el año 2002. Fueron excluídos aquellos pacientes que fallecieron, fueron trasladados a otros servicos o egresaron antes de ser estudiados.

 

Para obtener la información se confeccionó un modelo de entrevista médica semiestructurada, realizada por los autores, previo consentiemiento informnado de los seniles, o de las personas que asumían su cuidado. Además fueron revisadas la historias clínicas individuales.

 

Las variables estudiadas fueron:

Edad.

Sexo genérico.

Antecedentes de caída.

Alteraciones fisiológicas relacionadas con la edad:

Oculares.

Auditivas.

Neurológicas.

Alteraciones patológicas personales:

Musculoesqueléticas

Cardiovasculares

Psicológicas

Neurológicas

Metabólicas

Gastrointestinales

otros

Fármacos consumidos.

Factores ambientales:

Suelos resbaladizos.

Aceras con desniveles.

Iluminación inadecuada.

Baños de tasas demasiado bajas.

Objetos en el suelo.

Camas altas y estrechas.

Medios de Transporte inadecuados.

Causa desencadenante.

Los resultados fueron analizados, contabilizados y procesados en porcentajes en una computadora marca Pentium, presentados  en cuadros de distribución simple de frecuencia.

 

RESULTADOS

 

La distribución de los casos según edad y sexo (Cuadro I), muestra que el rango de edades comprendido entre los 75  y 89 años fue el predominante para ambos sexos, 31,8 % para el sexo femenino y 23,5 % para el masculino.

 

Observamos que el mayor número de pacientes (Cuadro II) refieren no haber sufrido caídas con anterioridad para un 67,4 % y 43 ancianos afirman lo contrario (32,6 %).

 

Al analizar las alteraciones fisiológicas relacionadas con la edad (Cuadro III), encontramos una mayor incidencia de las oculares con 53,0 % seguidas por 16,6 % y de los neurológicos con 11,3 %.

 

En nuestro estudio predominó la disminución de la agudeza visual tanto de lejos como para visualizar objetos cercanos o presbicia y dentro de las alteraciones auditivas la presbiacusia, ya que  las pistas auditivas influyen en la capacidad  de mantenerse activo y móvil 7.

 

En las alteraciones patológicas personales (Cuadro IV), encontramos que las musculoesqueléticas fueron predominantes con un 35,4 %, seguidas de las cardiovasculares en 46 pacientes (34,8 %), las psicológicas con un 25 %, y finalmente las neurológicas con 22,7 %.

 

En relación con las alteraciones cardiovasculares resaltaron en los pacientes estudiados, la cardiopatía isquémica,  la hipotensión e hipertensión arterial, pues la hipertensión en ocasiones es mal tratada en los ancianos con fármacos inadecuados que incluso los llevan a estados de hipotensión, y por ende, de bajo gasto cerebral ocasionando la caída.

 

Como alteraciones psicológicas y neurológicas que son riesgos de caídas en nuestro estudio predominaron la ansiedad, la depresión, demencia y confusión mental que determinan menor interés por el ambiente que rodea al anciano, disminución de la atención y de la percepción del peligro y aislamiento e inmovilidad, además incide de forma negativa el tratamiento farmacológico que se le prescribe a los ancianos de forma incorrecta por desconocimiento de los profesionales de la salud  o por no existir en algunas ocasiones los fármacos específicos para tratar estas alteraciones.

 

Se recogieron otras alteraciones patológicas como son: Hepatopatías crónicas, infecciones urinarias pero menos frecuentes en los pacientes estudiados.

 

En el consumo de fármacos (Cuadros V), todos los pacientes estudiados consumían medicamentos los que tomaban más de seis predominaron (78,0%) para 103 casos y menos de seis solo un 22 %.

 

Al referirnos a los factores ambientales (Cuadro VI), encontramos que los suelos resbaladizos ocuparon el lugar predominante con un 31,6 %, seguido por aceras con desniveles y la iluminación inadecuada para un 28 y un 26,5 % respectivamente.

 

La causa desencadenante de la caída (Cuadro VII), muestra que existió un predominio de la disminución de la agudeza visual con 45,4 % , seguida por la iluminación insuficiente con un 27 % y las alteraciones de la marcha con 20 %.

 

Cuadro I  Pacientes según edad y sexo.

Grupos

Masculino

Femenino

Total

No.

%

No.

%

No.

%

60 – 74

34

25.7

16

12.1

50

37.9

75 – 89

42

31.8

31

23.5

73

55.3

90 – 99

6

4.5

3

2.3

9

6.8

Total

82

62

50

38

132

100

Fuente:  Entrevista.

 

Cuadro II Antecedentes de caídas.

Antecedente

Si

No

Si

43

32,6

No

89

67,4

Total

132

100

Fuente:  Entrevista.      

 

Cuadro III  Alteraciones fisiológicas relacionadas con la edad.

Alteraciones fisiológicas

No.

%

Oculares

70

53,0

Auditivas

22

16,6

Neurológicas

15

11,3

Fuente:  Historia clínica y entrevista.

 

Cuadro IV  Alteraciones patológicas.

Alteraciones Patológicas         

No

%

Musculoesqueléticas

52

35,4

Cardiovasculares

46

34.8

Psicológicas

33

25,0

Neurológicas   

30

22,7

Metabólicas

16

12,1

Gastrointestinales        

9

6,8

Otras

7

5,3

Fuente: Historia clínica y entrevista.

 

Cuadro V  Fármacos consumidos.

Fármacos consumidos

No

%

Más de seis

103

78,0

Menos de seis

29

22,0

Total

132

100

Fuente:  Historia clínica y entrevista.

 

Cuadro VI Factores ambientales.

Factores

No

%

Suelos resbaladizos

41

31,6

Aceras con  desniveles

37

28,0

Iluminación Inadecuada

35

26,5

Baños con tazas demasiado bajas

29

22,9

Objetos en el Suelo

20

15,1

Camas altas y estrechas

16

12,1

Medios de transporte inadecuados

12

5,0

Fuente: Entrevista.

 

Cuadro VII  Causa desencadenante de la caída.

Causa

No

%

Disminución agudeza visual

60

45,4

Iluminación insuficiente

36

27

Alteraciones de la marcha

26

20

Otras

10

7,6

Total

132

100

Fuente:  Entrevista.

 

DISCUSIÓN

 

Los estudios de Calvo Aguirre (1999), Vellas y Lafont (1996),  miembros de la Comisión de Caídas de la  Sociedad Española de Gerontología y Geriatría, explican que las personas de 70 a 75 años poseen factores de riesgo, y que muchos no valoran la posibilidad de caerse al llevar a cabo algunas tareas, ni son conscientes de sus limitaciones. En los mayores de 80 años la marcha inestable aumenta el riesgo de caídas 9,21.

 

Lazaro del Nogal (1999), Coordinador del grupo de trabajo de caídas de la Sociedad Española de Gerontología  reporta que los que han caído en los últimos  tres y  seis meses tienen un riesgo mayor de volver a caer que los que nunca han caído, coincidiendo con nuestro estudio 22,23.

 

Montero (2003) en sus estudios expone que en algunos individuos solo basta alcanzar a vivir seis o siete décadas para perder la posición erguida, la estabilidad y entrar en la declinación de la bipedestación: la caída 24.

 

Los ancianos tienden a sobrevalorar sus capacidades, niegan sus limitaciones físicas y evitan ayuda  de otras personas o de artificios 23.

 

Nuestros datos se aproximan a los encontrados por Martín (1999) y Lázaro del Nogal (2001), pues la visión es importante tanto para mantener la estabilidad en reposo como en movimiento, la disminución de la  agudeza visual, de los campos visuales, la incidencia elevada de cataratas son frecuentes en los pacientes geriátricos 22.

 

Dentro de las alteraciones neurológicas, la inestabilidad postural que se manifiesta por la disminución de los reflejos de enderezamiento del cuerpo y el aumento de su inclinación empeoran con la edad, además es frecuente el hallazgo de depósitos cálcicos en el órgano de Corti y la angioesclorosis del oído interno, lo que determina una pérdida del equilibrio sobre todo en la relación de movimientos bruscos, pues el mantener la estabilidad requiere una integración central de estímulos visuales, vestibulares y propioceptivos, lo cual se ve alterado con el envejecimiento y es un factor de riesgo de caídas, coincidiendo con Montero y Vidal 23,24,25.

 

Según Kanis, Blak, Arden y Siddiqui,  en la población anciana hay disminución de la densidad mineral ósea, de calcio y de vitamina D debido a la carencia estrogénica, hábitos dietéticos inadecuados, absorción intestinal disminuida, pobre exposición de la luz solar y disminución de la producción de la vitamina D por la piel del anciano, todo lo anterior predispone a la osteoporosis y las artropatías degenerativas y dentro de ellas la coxartrosis, gonartrosis, espondiloartrosis y deformidades podálicas  que disminuyen la capacidad funcional del anciano ya sea por la deformidad que ocasionen, el dolor y los fármacos empleados en su tratamiento coincidiendo con nuestro estudio 25,26.  

 

Gil Gregorio expone que existe una correlación directa entre el número de fármacos y la frecuencia de las caídas 27.

 

Martínez y Milvaques,  plantean que uno de los factores de riegos de caídas en el anciano es el uso de fármacos y los más relacionados con la incidencia de los mismos son los psicofármacos como el Diazepam y los hipontesores como los diuréticos que contribuyen a la  hipotensión ortostática, disminuyen el control postural  y provocan la caída 28.

 

El uso del Diazepan según Devesa y Rodríguez (1998), merece una referencia especial pues es muy difundido en nuestro medio 29.

 

Consideramos que estos resultados se deben a que el paciente senil se caracteriza en su mayoría por presentar pluripatología, lo que condiciona la polifarmacia.

 

La sociedad no está construida para ancianos, las barreras arquitectónicas que los rodean tanto en el hogar con en las vías públicas, hospitales, residencias y otras instituciones son causantes directas de caídas e influyen de forma proporcional en la gravedad de la lesión.

 

Pensamos que nuestros resultados se deben a la características de la población estudiada. La disminución de la agudeza visual muchas veces no se tiene en cuenta a la hora de realizar la evaluación geriátrica y no se corrige el defecto visual con lentes  o incluso intervenciones quirúrgicas como las de cataratas, fundamentalmente  por los tabúes en relación con el riesgo de complicaciones y no se valora la  magnitud de esta problemática pues interfiere en las actividades de la vida diaria y puede provocar  una caída, además de que no es fácil el acceso para la mayoría de los ancianos la confección de lentes graduados previa refracción, independientemente de las barreras arquitectónicas y de la edad 30,31.

 

Concluimos que:

 

Hay una elevada prevalencia de caídas en los ancianos, fundamentalmente en el grupo etáreo comprendido entre los 75 y 89 años y los de sexo femenino, existe un subregistro de las caídas en los ancianos, solo se reportan las que producen  una consecuencia seria, las caídas son de carácter multifactorial y contribuyen como riesgo relevante las alteraciones oculares, musculoesqueléticas, la polifarmacia y las barreras arquitectónicas.

 

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Correspondencia: Dr. Juan Carlos Baster Moro. Calle Maceo No 244 entre Cables y Angel Guerra Holguín, CP 80 100. Correo electrónico: juanca@cristal.hlg.sld.cu

 

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