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Correo Científico Médico de Holguín 2004;8(1)

Comunicación Breve

 

Departamento de Adulto Mayor. Dirección Provincial de Salud. Holguín.

 

Gerontogeriatría desde el Hogar de Ancianos.

 

Gerontogeriatric from the homes for the aged.

 

Juan Carlos Baster Moro

 

Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral. Diplomado en Gerontología Comunitaria y Nutrición Humana. Presidente de la Cátedra Universitaria del Adulto Mayor. Profesor Instructor.

 

En 1834 surgió en Gran Bretaña la necesidad de acoger y cuidar a numerosos grupos de adultos mayores(A M) sanos, enfermos y perturbados mentales, con lo cual se iniciaron los asilos de ancianos 1, término despectivo usado con anterioridad para denominar a los Hogares de ancianos (H A).

 

La institucionalización constituyó durante muchos años en nuestro país prácticamente la única opción de atención al adulto mayor 2, esta se concibe dentro de la expresión servicios sociales, que se utiliza para describir aquellas actividades organizadas, cuyo objetivo es ayudar a la adaptación mutua entre los individuos y su ambiente social. Los H A constituyen un eslabón imprescindible dentro del programa social de atención al anciano 3.

 

Desde el año 1985 se cuenta con el Programa de Atención al adulto mayor en Hogares de Ancianos 2, y este desde el año 1997 es considerado un Subprograma del Programa Nacional de Atención al Adulto Mayor en Cuba 4, el Subprograma está estructurado en 9 objetivos con sus respectivas acciones, y para su evaluación se proponen por los diferentes niveles gerenciales 18 indicadores 2.

 

Antes de 1959 en el país habían unos 20 asilos de ancianos, de los cuales muy pocos eran estatales, con predominio de los religiosos, sociedades chinas y fraternos.

 

Según las estadísticas actuales de la Dirección Nacional de Adulto Mayor y Asistencia Social del Ministerio de Salud Pública existen 125 Hogares de Ancianos Estatales con 9732 camas y 2547 plazas diurnas y 15 Hogares Religiosos con 1875 camas y 460 plazas diurnas.


En nuestra provincia Holguín contamos con siete H A, distribuidos dos en la capital provincial, y uno percápita en los municipios Banes, Gibara, Cueto, Calixto García y Urbano Noris, que cuentan con una capacidad en su conjunto para 653 internos y 95 seminternos. La entrada a estas instituciones obedece al criterio del Equipo Multidisciplinario de Atención Gerontológica que labora en cada área de salud y que hace conocer al Departamento de Adulto Mayor de cada municipio, las características de los casos por ellos seleccionados en el proceso de evaluación geriátrica que realizan con todos los ancianos frágiles y en estado de necesidad pesquisados por los médicos de la familia mediante los Exámenes periódicos de salud 5,6, la entrada a una institución responde, por tanto, a la premura de cada caso y no a un criterio escalafonario.

 

Los H A cuentan con un personal multidisciplinario de asistencia médica y social que incluye médicos, enfermeras, trabajador social, terapeuta ocupacional, fisioterapeuta, podólogos, dietistas, personal de asistencia a pacientes, y otras personas encargadas de los servicios propios de la institución. Cuando se necesita la interconsulta de otros especialistas, a cada hogar esta prevista la visita de geriatras, clínicos, psiquiatras, angiólogos, fisiatras, ortopédicos, dermatólogos, psicólogos, o el traslado del paciente a una institución hospitalaria donde exista el servicio que necesite el paciente.

 

También esta previsto el traslado de urgencia cuando el caso lo requiera, con las coordinaciones previas que se han efectuado en cada municipio. Todo este proceso de atención médica esta normado en la Resolución Ministerial 220, que efectúa una reunión municipal mensual para evaluar la marcha de todo el proceso. 

 

Los factores que intervienen en el ingreso a una Institución Social pueden ser clasificados en:

1.      Características del individuo, dentro de ellas, edad, sexo, estado civil, estado de la vivienda, movilidad, enfermedad, continencia, conducta, estado mental, problemas económicos y disfunción familiar.

2.      Características del sistema de apoyo.

3.      Capacidad familiar, en ella podemos incluir, edad del cónyuge, hijo único, estructura familiar de parientes y situación laboral responsable

4.      Disponibilidad de servicios médicos.

5.      Magnitud de la atención familiar y comunitaria.

6.      Recursos de la comunidad, formales, sistemas informales de apoyo, presencia de instituciones de cuidados a largo plazo y sus características.

 

Son objetivos de la atención médico – social en el H A, proporcionar un ambiente seguro y de apoyo, para las personas dependientes y con enfermedades crónicas, recuperar y mantener el mayor nivel posible de independencia funcional, conservar la autonomía, mejorar lo más posible la calidad de vida, el bienestar percibido y la satisfacción con la vida, proporcionar comodidad y dignidad a los pacientes en estados terminales y retrasar el avance de enfermedades crónicas, siempre que sea posible, prevenir enfermedades agudas y yatrogénicas, identificadas y tratadas de inmediato cuando se presenten y mantener el estado nutricional del residente.

 

Existen actividades del Subprograma Institucional que sin ser indicadores deben comtemplarse para elevar la calidad de la atención:

       Realizar el diagnóstico de salud de la institución anualmente como mínimo.

       Valorar la incidencia y analizar las causas de los retornos al medio familiar, así como las características del adulto mayor y su familia.

       Comenzar el análisis de factores de riesgo de violencia, maltrato o negligencia del adulto mayor.

       Erradicar el mal uso y abuso de fármacos.

       Utilización del recurso cama y plazas diurnas.

       Evaluación de la rehabilitación funcional psíquica y social.

       Indicadores de cumplimiento de docencia y capacitación para todo el personal que trabaja en la Institución.

       Fomentar indicadores del número de investigaciones y su cumplimiento.

 

En el HA deben realizarse diferentes tipos de evaluaciones geriátricas:

 

1º.                Médica inicial(primeras 72 horas) para:

       Corroborar diagnósticos médicos.

       Documentar estado mental y funcional, los signos vitales y el estado de la piel.

       Detectar morbilidad oculta.

       Conocer al residente y su familia.

       Establecer metas para su estancia en el HA.

 

2º.                Evaluación geriátrica interdisciplinaria o multidimensional (primera semana) para:

       Identificar problemas interdisciplinarios.

       Establecer objetivos y planes de tratamiento.

       Determinar cuando se ha alcanzado el máximo avance hacia los objetivos.

 

Médica:

-         Vigilar la evolución de los trastornos médicos.

-         Actualizar las indicaciones médicas.

-         Vigilar la polifarmacia.

-         Exploración física.

-         Diagnósticos médicos pertinentes.

-         Solicitar valoraciones de otras especialidades.

-         Revisar el estado mental y funcional.

-         Valorar la nutrición junto a la dieta.

 

Enfermería:

-         Identificar puntos fuertes y débiles en el estado psicosocial y funcional (Katz y Lawton).

-         Desarrollar su plan de atención individual.

-         Continuar las valoraciones periódicas.

-         Identificar antecedentes sociales, relaciones familiares y recursos sociales

 

Trabajador social:

-         Identificar antecedentes sociales, relaciones familiares y recursos sociales con que cuenta.

-         Familiarizarse con las preferencias personales con respecto a las condiciones de vida anteriores y futuras.

-         Valorar convivencia familiar en el H A.

-         Aspectos socioeconómicos de la familia.

 

Psicólogo:

-         Identificar cualquier signo o síntoma psicológico potencialmente grave y consulta con un psiquiatra si es necesario.

-         Utilizar instrumentos de evaluación (Escalas, Minimental, Foltein, Depresión, Hatchinsky entre otros).

 

Terapia ocupacional y fisioterapia:

-         Determinar el estado funcional en relación con las actividades básicas de la vida diaria.

-         Identificar objetivos específicos y en el marco de tiempo para mejorar las áreas funcionales.

-         Vigilar el avance del tratamiento y registrarlo.

-         Vigilar el avance con la posibilidad de retorno al medio.

 

Dietista:

-         Determinar (junto al médico y el equipo) el estado y las necesidades nutricionales del residente (Indice de masa corporal).

-         Identificar preferencias dietéticas, hábitos y costumbres.

-         Planear una dieta apropiada y calorizada de acuerdo a patologías y estados nutricionales.

-         Identificar perdida ponderal e informarla al equipo.

 

3º.                Evaluaciones periódicas (trimestral o semestral) para:

       Vigilar la evolución de los trastornos médicos activos y los que se diagnostiquen (dispensarización).

       Actualizar indicaciones médicas.

       Comunicación con el paciente y el equipo.

 

4º.                Intercurrencias (según se requiera):

       Identificar, tratar y evolucionar las causas de cambios agudos.

 

La evaluación y el mejoramiento de la calidad de la atención médica que se brinda en los H A es una preocupación constante, permanente del Ministerio de Salud Pública a lo largo de todos estos años y en función de ello se han planteado numerosas y variadas actividades normativas y de control para este tipo de instituciones. En Cuba la acreditación como procedimiento de evaluación institucional tiene como antecedentes en el Sistema Nacional de Salud, su aplicación en la esfera de la docencia, para aprobar o no su impartición, en pre y postgrado en una institución y el proceso de acreditación hospitalaria en el 1996. La Dirección Nacional de Adulto Mayor ha emprendido la tarea de la acreditación de las instituciones como procedimiento que favorezca la evaluación uniforme y continua y que promueva el mejoramiento de la calidad del trabajo. El programa de acreditación concibe la evaluación de los hogares a través de un manual que recoge los indicadores prefijados que miden la estructura, el proceso y prevén los resultados esperados con niveles de mayor exigencia en concordancia con los niveles que vayan alcanzando las instituciones 7.

 

Palabras clave: hogares para ancianos, geriatría, adulto mayor, envejecimiento de la población.

 

Kay words: homes for the aged, geriatrics, aged, demographic aging.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

1.      Cape R. Geriatría. Barcelona: Salvat 1982: 1-13.

2.      Cuba. Ministerio de Salud Pública. Subprograma de Atención Integral al adulto mayor en Hogares de ancianos. La Habana, 1985.

3.      Prieto Ramos O, Vega García E. Temas de gerontología. La Habana: Editorial Científico – Técnica, 1997.

4.      Cuba. Ministerio de Salud Pública. Programa de Atención Integral al adulto mayor en Cuba. La Habana, 1997.

5.      Vega García E, Menéndez Jiménez J E, Prieto Ramos O, González Vera E G, Leyva Salermo B, Cardozo Lunar N, et al. Atención al adulto mayor. En: Álvarez Sintes R. Temas de Medicina General Integral. Vol. I. La Habana: Editorial Ciencias Médicas, 2001: 166 – 95.

6.      Cuba. Ministerio de Salud Pública. Carpeta Metodológica de atención primaria y medicina familiar. La Habana: Editorial ECIMED, 2001: 21 – 8.

7.      Cuba. Ministerio de Salud Pública. Programa de acreditación de instituciones sociales de la República de Cuba. La Habana, 2001.

 

Correspondencia: Calle Maceo No. 244 e/ Cables y Ángel Guerra, Holguín CP 80 100. Teléfono 42 – 9044  Correo electrónico: juanca@cristal.hlg.sld.cu

 

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