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Correo Científico Médico de Holguín 2003;7(4)

Trabajo original

Departamento de Historia de Cuba  Facultad de Ciencias Médicas “Mariana Grajales Coello”. Holguín.

 

Algunas consideraciones sobre el  pensamiento religioso de José Martí.

 

Some considerations about the religious thought of Jose Martí.

 

Zaida Hechavarría Calcerrada1, Julio César Molina Martín2, Yaimara Hernández Silva3.

           

1 Licenciada en Historia de Cuba. Profesora  de Historia de Cuba de la  Facultad   de Ciencias Médicas “Mariana  Grajales Coello”. Holguín.

2 Estudiante de 5to año de medicina de la Facultad de Ciencias Médicas  “Mariana Grajales Coello”. Holguín.

3 Estudiante de 5to año de medicina de la Facultad de Ciencias Médicas “Mariana Grajales Coello”. Holguín.

 

RESUMEN

 

El presente trabajo abarca una serie de reflexiones sobre la concepción martiana  acerca de  la religión;  comprende la evolución del pensamiento religioso de Martí desde sus primeros años en un hogar francamente católico hasta su mayoría de edad donde realizó innumerables recorridos por distintas ciudades  con  diferente  desarrollo intelectual y espiritual en cada una de ellas, donde pudo comparar las diferencias y similitudes de las distintas religiones. A través de esta investigación se revela cómo el estudio y profundización del origen y características de las religiones existentes  le permitieron hacer una valoración bajo un enfoque científico, ético y social de cada una de ellas, criticó sus métodos y costumbres cuando se alejaron de los principios que le dieron origen y de esta forma realizó sus propias definiciones, no por caminos ateos sino sustentadas en su preparación teológica y su propia experiencia en esta materia a lo largo de su vida. De esta forma se revelan sus conceptualizaciones acerca de Dios y sus críticas fundamentalmente al catolicismo que a lo largo de los años se había dejado llevar por intereses políticos mezquinos. El trabajo nos refleja claramente  que esta temática constituyó también parte esencial en su obra y pensamiento.

 

Palabras clave: Martí, pensamiento, religión.

 

ABASTRACT

This paper include some reflections about the Martian conception of religion, the evolution of the Martian religious thought since the early years in his catholic home until his adult age when he visited several cities with different intellectual and spiritual development, where he was able to compare differences and similarities of religions. This research shows how he was able to value scientifically, ethically and socially every religion, to criticize it's methods and customs when they moved away from their origin, and he made his own definitions, not for atheistic ways but supported in his theological preparation and in his own experience in this field during his life. In this way, his concepts about got and his criticism mainly to Catholicism are revealed. This paper clearly reflects that this topic was an essential part in his work and thinking.

Key words: Marti, religion, thought

 

INTRODUCCIÓN

 

La obra martiana constituye un material inagotable debido a su profundidad y dimensión, que logra penetrar en todas las esferas de la vida. El pensamiento religioso de Martí ha sido poco divulgado y al realizar un análisis del mismo podemos comprender con más facilidad algunos elementos de su religiosidad y cómo estos influyeron posteriormente en su vida.

Este trabajo tratará de presentar las concepciones de la obra de Martí acerca de la religión, que por la forma en que sus ideas sobre el tema reflejan nuestra idiosincrasia y nuestras tradiciones, pueden servir de base para el futuro pensamiento teológico en América Latina. Reflexionar sobre este tema ha constituido el objetivo principal y  la esencia de nuestro trabajo. No pretendemos realizar un tratado sino un breve análisis de las ideas martianas sobre la religión.

 

DESARROLLO

 

Lo religioso tiene un papel importante en el pensamiento de Martí. Desde su temprana juventud el tema aparece con cierta frecuencia en sus escritos y publicaciones. Si analizamos con detenimiento la primera obra escrita por él después de la prisión: El presidio político en Cuba, se pudiera concluir que un momento crucial en el desarrollo de la religiosidad del joven Martí fue la experiencia del presidio modelo y los meses de destierro que le siguieron en la Isla de Pinos. Según Martínez Estrada, uno de los numerosos biógrafos de Martí,  la lectura de la Biblia por parte de él durante el tiempo transcurrido en la Isla de Pinos jugó un papel importante en la formación de su pensamiento religioso. Pero la religiosidad de Martí no solo tiene sus raíces por este encuentro con la Biblia. Su primera formación en un hogar católico y el contacto con sus profesores deben haber tenido también un papel fundamental. Sin embargo lo que impresiona es que este encuentro con la Biblia le proporcionó una nueva dimensión a su religiosidad por dos razones: la primera es que quizás haya sido su primer contacto directo con la tradición religiosa judeo-cristiana, la segunda es que el encuentro tuvo lugar inmediatamente después de su experiencia del presidio.

En el caso de Martí nos impresiona que al tratar este tema no es un investigador que toma distancia y que analiza un asunto como observador neutral sino que existe un intento de dar y/o encontrar respuestas a interrogantes personales. Este aprovecha su actividad periodística para de esta forma comentar artículos y libros que abordaban de manera directa e indirecta los temas religiosos. Elaboró un bosquejo para un libro sobre las religiones en América que nunca pudo publicar, al que pensaba titular:”Los milagros en América”, en dicho bosquejo aparecen pasajes donde escribe algunos momentos del proceso de cristianización de las Américas,  aparecen referencias a libros y personajes de la iglesia, muchos de ellos aún por estudiar y valorar sus posibles aportes a la historia del cristianismo latinoamericano, como es la obra del sacerdote Bogotano Juan Bautista de Toro.

Martí escribió sobre historias, milagros, leyendas tanto cristianas como de las religiones aborígenes de América

Ahora bien, para comprender mejor lo religioso en el pensamiento martiano analicemos la siguiente idea formulada por Martí al respecto:

“Dios es.

 Y sustancia creada como somos, nos rige un algo que llamamos conciencia; - nos dirige otro algo que llamamos razón, disponemos de otro algo que llamamos voluntad-. Voluntad, razón, conciencia, -la esencia en tres formas-.

Si nosotros vida creada, tenemos esto, -Dios, ser creador, vida creadora, lo ha de tener.-Y quién a tantos da, mucho tiene.

Dios es, pues.

Y es la suprema conciencia, la suprema voluntad y la suprema razón.”(1)

Aquí se observa que para Martí Dios representa el más alto sentimiento interno por el cual el hombre aprecia sus acciones, la más alta facultad por medio de la cual el hombre puede discurrir y juzgar y el más alto poder de libre determinación del hombre.

 Para Martí Dios existe como una representación del valor supremo de la moral que cuida la acción y el efecto de nacer de cada hombre y con relación a esto plantea: “Dios existe, sin embargo en la idea del bien, que vela el nacimiento de cada ser, y deja en el alma que se encarna en el una lágrima pura...(2).

Analizando los sacramentos religiosos Martí plantea que estos no son más que acuerdos tomados por la iglesia católica, y a propósito afirma:

“Los sacramentos son simplemente convenciones religiosas, convenciones católicas.

Acato el matrimonio porque lo comprendo en el orden natural como justa ley moral, y en el orden civil como precisa institución social.

 Respeto la Extrema-unción, porque en la esfera humana de la caridad, es la compasión hacia el enfermo, y el respeto a la muerte, que tantas cosas bellas encierran para mí” (3).

También formuló su propia definición de cristiano cuando expresa:

“Cristiano, puro y simplemente cristiano.- Observancia rígida de la moral, - mejoramiento mío, ansia por el mejoramiento de todos, vida por el bien, mi sangre por la sangre de los demás; - he aquí la única religión, igual en todos los climas, igual en todas las sociedades, igual e innata en todos los corazones”(4). Aquí se puede apreciar que para Martí el que profesa la religión cristiana de manera pura y simple debe dar cumplimiento exacto a las reglas que deben seguirse para hacer el bien y evitar el mal y al mismo tiempo desear y luchar no solo por su propio bien sino también por el bien de los demás, por el bien de toda la humanidad y que a la vez este debería ser el único culto a tributar en todos los lugares y en nuestros propios corazones.

En las notas para un artículo que nunca llegó a publicarse aparece  la definición de religión, quizás la más  completa que formuló: “Hay en el hombre un conocimiento íntimo, vago, pero constante e imponente de un gran Ser Creador. Este conocimiento es el sentimiento religioso, y su forma, su expresión, la manera con que cada agrupación de hombres concibe a Dios y le adora, es lo que se llama religión. Por eso en los antiguos hubo tantas religiones como pueblos originales hubo; pero ni un solo pueblo dejó de sentir a Dios y tributarle cultos. La religión esta pues en la esencia de nuestra naturaleza aunque las formas varíen el gran sentimiento de amor, de firme creencia y de respeto, es siempre el mismo, Dios existe y se le adora”(5).

En esta definición se pueden observar dos partes, en la primera Martí hace referencia a lo que pudiéramos llamar religiosidad del ser humano, esta según la propia definición está determinada a su vez por dos elementos, en primer lugar por la misma existencia de “Este gran Ser Creador”, es decir Dios y en segundo lugar por la forma en que el ser humano no se da cuenta de la existencia de ese “Gran ser,” es decir, el conocimiento institutivo de Dios; En la segunda parte de la definición Martí describe lo que llamaba propiamente religión: la forma en que los seres humanos conciben a Dios y cómo se agrupan para adorarle de acuerdo al momento histórico social de su desarrollo. Los dos componentes de la definición lo enfatizan nuevamente al final de la misma.

Al analizar más de cerca las dos partes de la definición encontramos en la primera parte que lo que él llamaba “Sentimiento religioso” tiene como rasgo característico un “Conocimiento íntimo, vago pero constante e imponente de Dios.”

Ahora bien este conocimiento de Dios se manifiesta primeramente a  través del gran sentimiento de amor, de firme creencia y de respeto. Para Martí la religiosidad, rasgo inherente de la naturaleza humana, independientemente del momento y del lugar tenía como características: el amor, la fe y el respeto. Las categorías amor y respeto hacen pensar en la vinculación ya conocida en su pensamiento entre la religión y la ética. En efecto al caracterizar la religiosidad con dos categorías básicamente éticas fue Martí consecuente con su visión unitaria de la ética y la religión.

Toda esta concepción sobre la religión le permitió a Martí analizar con libertad, profundidad y espíritu crítico el origen y desarrollo de las religiones sin comprometer ni abandonar su propia religiosidad. Se entiende entonces la afirmación siguiente que refleja su desarrollo personal en esa esfera: “Cuando yo era niño, muy niño la idea no adquirida de Dios se unía en  mí a la idea adquirida de adoración, hoy... la idea de dios ha sobrevivido a mis antiguas ideas,- la idea de la adoración ha pasado para no volver jamás”(6).

Mientras que la adoración la vinculaba a la religión, “la idea innata” de Dios estaba relacionada con la religiosidad esto explica por qué Martí no se sumó a ninguna religión en el sentido de la adoración, mientras que se sintió fiel a su pensamiento religioso, presente en él.

Martí pensaba que no poseía la suficiente educación acerca de las distintas religiones, esto quizás sea otro elemento que nos pudiera explicar el por qué no se unió a ninguna religión y a propósito de lo anterior plantea:” No soy bastante instruido en cada una de las religiones para poder decir con razón que pertenezco a una de ellas”(7).

Martí sin rechazar el componente racional buscaba un equilibrio que incluyera el sentimiento como un componente esencial de lo religioso. En la relación con las corrientes ateístas de la época que querían interpretar la crisis de la religión como una manifestación cada vez más evidente de su desaparición final en los tiempos modernos, decía: “Creíais a la religión perdida porque estaba mudando de forma sobre nuestras cabezas”(8) “La religión no muere, sino que se ensancha y se acrisola, se engrandece…”(9) .

Esta postura le permitió no solamente asumir un enfoque científico a la hora de estudiar el origen y las características de las religiones, sino también desarrollar una posición critica hacia las iglesias, en el caso del cristianismo, o hacia cualquiera de las instituciones o personas representativas de una creencia religiosa cuando estas según su criterio se alejaran de los fundamentos de la religiosidad, y por lo tanto no fueran ya fieles a sus propios principios. De ahí que escribiera: “las religiones todas han nacido de las mismas raíces, han adorado las misma imágenes, han prosperado por las mismas virtudes y se han corrompido por los mismos vicios”(10) .

En esencia la crítica que hacía Martí a todas las religiones pero fundamentalmente al cristianismo, sobre todo al catolicismo se puede resumir en los siguientes puntos:

1. Las religiones limitan la libertad  y las posibilidades de los seres humanos, incluyendo el uso de la razón. De acuerdo a esto Martí plantea que las religiones una vez desarrolladas comienzan a corromperse y a negar las virtudes que predicaban en sus inicios.  Al criticar la falta de libertad para pensar dentro del catolicismo escribía:

 “No puede ser que Dios ponga en el hombre el pensamiento 

Y un arzobispo que no es tanto como Dios, le prohíba expresarlo” (11).

2. Las religiones limitan al ser humano desde sus inicios mismos, lo que le restringe considerablemente en acción. Señalaba Martí que estas formas de religiones limitaban al ser humano desde sus inicios mismos de su  educación en el hogar con pretexto de ayudarlo en su desarrollo, lo sujetaban a una forma de pensar y de actuar a través de moldes ideológicos prefabricados, que le impedían dar rienda suelta a las potencialidades que el mismo creador ha puesto  en él.

3. Las religiones en muchas ocasiones se han convertido en un instrumento de opresión. Las instituciones religiosas a lo largo de la historia se han aliado a las clases ricas y han puesto sus doctrinas como instrumento al servicio de la explotación de los más débiles de la sociedad y con relación a esto plantea: “... fue siempre la iglesia aliada de los poderosos”(12).

Se puede concluir aquí que Martí no asume una posición antirreligiosa, sino que hace críticas a las religiones establecidas, por sus desviaciones, por el abandono en un momento de su desarrollo histórico de los principios que la originaron y de los fundamentos de la religiosidad.

Es importante destacar que Martí planteaba la necesidad de una nueva religión para una nueva época que comenzaba a vivir la humanidad, su crítica a la religión en general y específicamente a la cristiana no lo condujo por el camino del ateismo sino, por el contrario lo llevó a plantearse cuáles serían los fundamentos de una nueva religión para una nueva época y una nueva humanidad.

Según Martí la nueva religión ya estaba comenzando a surgir en la época moderna, el ser humano ya había llegado al punto de madurez que hacía posible: “el hombre se ensancha y la religión con él” (13).

La nueva religión debería reunir una serie de características que constituirían una reacción a los males de la religión pasada. Destacaba que la libertad es un elemento esencial de la religiosidad puesto que junto con la razón constituía una dádiva de Dios y sobre esto escribe:”... nada ayuda más eficazmente que la libertad a la verdadera religión”(14).

A sí misma la nueva religión no podía ir en contra de la religión. Tendría que ser una religión que se acomode a la razón nueva del hombre, que fuese saliendo a voces, cada vez con más bríos del conocimiento científico del mundo, porque el mundo es religioso y no es religión la que se revela contra la naturaleza.

De lo anterior se desprende que la nueva religión además no estaría en contradicción con las ciencias.

 

CONCLUSIONES

 

Habiendo recibido Martí una educación religiosa fue capaz de darse cuenta y profundizar en las diferencias estimadas por las distintas religiones, logró demostrar a través de su propia experiencia lo necesario de la conciencia, la razón y la voluntad, elementos que relaciona con claridad en la actuación del hombre en la vida, la que siempre concebía relacionada a la honradez, la justicia y los sentimientos humanos. Las convicciones religiosas las veía con agrado cuando estaban en defensa de los aspectos expresados anteriormente, todo lo que fomentara su limitación y desarrollo constituían un elemento de freno al pensamiento sano y creador del hombre.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Arce, R.Religión poesía del mundo venidero. Ciudad de la Habana: Editorial Ciencias Sociales, 1996
  2. Cepeda, R.Lo ético-cristiano en la obra e José Mart. Ciudad de la Habana: Editorial Ciencias Sociales, 1992.
  3. Jardines, A. Reflexiones en torno al espiritualismo de José Martí.Ciudad de la Habana: Editorial Ciencias sociales, 1990.
  4. Martí, J. Cuadernos de apuntes. Ciudad de  la Habana: Editora pueblo y educación, 1996.
  5. Martí, J. Martí en la universidad. Ciudad de  la Habana: Editorial Félix Varela,  1998.
  6. Martínez, E. Martí Revolucionario.Ciudad de la Habana: Editorial Casas de las Américas, 1974. 
  7. Ponte, F . Pensamiento laico de José Martí.Ciudad de la Habana: Editorial modas magazine, 1956.
  8. Valdés, R . Diccionario del pensamiento martiano. Ciudad de la Habana: Editorial Ciencias Sociales, 2002.
  9. Vitier, C. Observaciones a una ponencia. Ciudad de la Habana: Editorial Ciencias Sociales, 1998
  10. Martí, J. Obras Completas. Edición 2.Ciudad de la Habana: Editora Política, año 1981; t1, p1.
  11. Martí J. Obras Completas. Edición 2. Ciudad de la Habana: Editora Política, año 1981; t8,    p135.
  12. Martí J. Obras Completas. Edición2. Ciudad de la Habana: Editora Política, año 1981; t11.
  13. Martí, J. Obras Completas. Edición 2 .Ciudad de la Habana: Editora Política,  año 1981; t18,      p.135.
  14. Martí, J. Obras Completas. Edición 2.Ciudad de la Habana: Editora Política, año 1981; t19, p    370.

Correspondencia: Zaida Hechavarría Calcerrada, Dirección particular: Calle 10 de octubre #11 % sol y luz. Rpto. Luz. Holguín. Correo electrónico: lmolina@cristal.hlg.sld.cu

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