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Correo Científico Médico de Holguín 2002;6(3)

Trabajo de revisión

Unidad de Cuidados Intensivos, Hospital Docente Provincial, V.I .Lenin.

Respuesta inflamatoria en procesos infecciosos intrabdominales. Reacción en cadena.

Inflammatory response in intrabdominal septic conditions. A chain reaction.

Ernesto Medrano Montero1, Esnesto Medrano Ojeda2.

1 Especialista en Medicina Interna verticalizado en Terapia Intensiva.
2 Profesor Auxiliar en Medicina Interna.

RESUMEN

La respuesta inflamatoria expresa el resultado de la puesta en marcha de un  mecanismo de defensa, que persigue bloquear los  efectos que provoca el agente agresivo sobre el medio interno

Dentro de estos, la infección constituye la causa más frecuente; destacándose por su valor pronóstico las de localización intrabdominal.

La activación de las defensas orgánicas desencadena una serie de fenómenos que sólo se detienen tras el control de la infección. De perpetuarse, su efecto condiciona  a largo plazo, la aparición de insuficiencia múltiple de órganos.

En la presente revisión se examina el papel que juega el síndrome de fuga capilar y el compartimental abdominal en el desarrollo de la falla múltiple de organos en pacientes con infecciones intrabdominales.

Palabras clave: Sindrome compartimental abdominal, Respuesta Inflamatoria, Infecciones abdominales, Sepsis

ABSTRACT

The inflammatory response is a host defense mechanisms activated to stop an insult to the organism.

 Infections are  the most common ethiology, and those patients with an intrabdominal primary  location  are considered with a  severe prognosis.

There are several activated mechanisms within the inflammatory response and they will not end up to the infection has been controled.

In the other hand, in presence of  uncontroled infective process  interacting with the host’s response, if mantained, made lead  at  last, to  a multiple organ failure

On this review we are considering the role of the capillary leak syndrome ant the abdominal compartment syndrome on the development of multiple organ failure in patients with  intrabdominal infections.

Key words: Abdominal comparment syndrome, Inflammatory response, Abdominal infections, sepsis

INTRODUCCIÓN

La respuesta inflamatoria es un mecanismo fisiológico de defensa inespecífico que se activa secundariamente a la agresión del medio interno por diferentes agentes patógenos dentro de los que las infecciones, representan la causa más frecuente (1-27).

Factores desencadenantes de la respuesta inflamatoria:

·        Traumatismos

·        Infecciones

·        Grandes quemaduras

·        Trastornos hidroelectrolíticos y metabólicos severos

·        Lesiones isquémicas de los tejidos

·        Procederes quirúrgicos de envergadura

·        Lesiones por radiación, abrasión y otros mecanismos físicos

Con el comienzo de este proceso, se activa de forma conjunta un mecanismo modulador que trata de contrarrestar la respuesta ante el estímulo que lo inició (respuesta inflamatoria compensatoria)(23-27).

Del equilibrio resultante, depende la intensidad de la respuesta, que asociada a la agresividad del agente patógeno, condiciona el nivel de afectación de la homeostasis.

A la luz de los conocimientos actuales, uno de los eslabones fundamentales en la fisiopatología de estos acontecimientos es la alteración de la microcirculación que se produce por la acción de los mediadores de la inflamación (18-27). El resultado final condiciona el control local de la agresión, o su diseminación con la consecuente respuesta inflamatoria sistémica y la falla múltiple de órganos.

El tiro de gracia de todo este proceso que ya deteriora severamente la estabilidad del medio interno,  parece deberse al incremento de la presión intrabdominal  y su repercusión sobre órganos y funciones esenciales para el mantenimiento de la vida, reconocido como Síndrome compartimental abdominal) (14,16,17,28,30).

La infección:

Existen múltiples vias por las que un foco infeccioso puede asentarse en cualesquiera de los órganos contenidos en la cavidad abdominal: hematógena, linfática, por contiguidad, a través de la colonización e infección de los conductos de drenaje o la luz de los aparatos y sistemas contenidos en la misma; por efecto de traumatismos abiertos (1,31,39) o condicionado por situaciones que predisponen o  favorecen la infección por gérmenes del habitat normal del tracto gastrointestinal y el aparato genital femenino (12-40).

La severidad y gravedad del cuadro infeccioso está condicionada por factores :

·          Dependientes del huésped(1-5,41) representado por:

·        La integridad de los tejidos y membranas corporales que se comportan como barreras mecánicas y evitan la diseminación de la infección

·        El grado de trofismo y perfusión de los tejidos.

·        Las alteraciones funcionales de los órganos secundario a enfermedades previas o concomitantes..

·        El nivel de respuesta inmunológica

·         Las alteraciones de la flora microbiana normal del tubo digestivo

Dependientes del gérmen: (3,11,15,36-39,42- 46)).

* Patogenicidad, virulencia, resistencia e infectividad del mismo

Del balance entre ambos, depende el control local o la aparición de las manifestaciones de sepsis generalizada. Estas últimas se pueden producir por: la liberación de toxinas bacterianas a partir de un foco infecciosos primario, la diseminación del proceso infeccioso secundario al paso de bacterias al torrente sanguíneo y la aparición de focos infecciosos metastásicos en diferentes órganos o a la generalización de la respuesta inflamatoria ante una gran infección intrabdominal no controlada (2,5-10.47.48).

En estos mecanismos juega un papel importante la mucosa intestinal que ante cambios isquémicos secundarios a la inflamación participa activamente mediante:

 * La liberación de mediadores de la inflamación

 * La pérdida de la integridad como membrana y la traslocación de bacterias desde

   su luz y por via hematógena hacía la circulación portal, de la que no pueden ser

   eliminadas dado el deterioro funcional existente en el sistema retículo endotelial

   hepático (1,24).

Los mediadores y la respuesta inflamatoria:

El proceso de activación de las defensas del organismo, comienza tras el primer contacto  de una parte del germen agresor o los antígenos y toxinas derivados de éste con los macrófagos tisulares y los monocitos. Estas últimas, por otra parte, se ocupan de activar y reclutar nuevas células de defensa a través de la liberación de sustancias en su mayoría de estructura peptídica, que son conocidas como citoquinas  (18-27,49-57)  de dos tipos fundamentales

·        Con efecto pro-inflamatorio (Interleuquinas II, Interferón gamma, IFN gamma, Factor de necrosis tumoral alfa FNTa

·        Con efecto antinflamatorio: Prostaglandinas Pgs, Leucotrienos, metabolitos intermediarios del ciclo del ácido araquidónico (18-27)  

A través de un  mecanismo de modulación-demodulación estas sustancias mantienen controlado el nivel de la respuesta inflamatoria en concordancia con la magnitud del estímulo que la desencadenó (52-57) .

En el grupo de las citoquinas pro-inflamatorias  se ha logrado estudiar con profundidad el papel de las Interleuquinas 2,6,8, el del IFNg y el FNTa que actúan en combinación mediante los siguientes mecanismos:

* Activación  de la cascada de la coagulación y el sistema de complemento

·       Estimulación en  la liberación de pirógenos

·       Incremento de la adhesividad de las células de defensa al endotelio vascular

·      Estimulación de  la producción de radicales superóxido

·       Activando la citotoxicidad directa y mediada por células

·       Vasodilatación y aumento de la permeabilidad capilar (2,5,8,49-57)

Síndrome de fuga capilar:

El FTNa en asociación con la IL1, IL2 y el IFNg al producir la activación de la sintetasa del óxido nítrico, también conocido como “factor relajante endotelial”  y provoca vasplejia y aumento de la permeabilidad capilar.

Este fenómeno represen-ta la piedra angular de los trastornos hemodinámicos durante la sepsis “Síndrome de fuga capilar” y uno de los trastornos fisiopatológicos por el que una respuesta inicialmente protectora conlleva a dete-riorar definitivamente el equilibrio del medio interno (52-57).

La vasodilatación y el aumento de la permeabilidad capilar como mecanismo protectores:

La vasodilatación garantiza el aumento del flujo sanguíneo hacia la zona inflamada eí incrementa la entrega de nutrientes y oxígeno a las células que participan en el proceso inflamatorio. Esta respuesta también facilita la llegada al lugar de mediadores y de nuevas células de defensa reclutadas.

El aumento de la permeabilidad capilar, constituye un fenómeno progresivo en el que de inicio y en dependencia de la magnitud de la infección intrabdominal comienza a escapar sodio y agua hacia el intersticio; que se comporta  como una barrera física de barrido, oponiéndose a la entrada en el torrente sanguíneo de los gérmenes. De mantenerse el fenómeno, ulteriormente escapan hacia el intersticio partículas de mayor tamaño como las protéínas (albúminas, anticuerpos, procoagulantes y factor del complemento) y los elementos celulares de la sangre que se añaden al proceso inflamatorio . (11,13-15,28,29,44,58-60) 

La persistencia del foco infeccioso intrabdominal y la extensión de la respuesta inflamatoria, las alteraciones de la microcirculación, la activación de diferentes mecnismos enzimáticos por los mediadores químicos de la inflamación y los efectos sistémicos de la elevación de la presión intrabdominal, condicionan el desarrollo de la falla múltiple de órganos.

La hipertensión intrabdominal y el Sindrome compartimental abdominal como fenómeno local con repercusión sistémica:

El acúmulo de líquido en la cavidad peritoneal y la inflamación y el edema de las vísceras intrabdominales secundario a la fuga capilar, determinan el aumento de la presión intrabdominal (PIA).

La cavidad abdominal posee una gran distensibilidad y permite la acumulación de grandes volúmenes de líquido, tanto dentro como fuera de las asas intestinales (11,12,14,15, 32,60-64,69-72). Después de cierto límite en  que la distensión abdominal se hace marcada, el incremento del contenido intrabdominal, aumenta significativamente la PIA.

Se ha  reconocido que valores superiores a 15 mm de Hg, ya comprometen el flujo sanguíneo de las vísceras abdominales, produciendo fenómenos de isquémia  en tanto que, valores superiores a 30 mm de Hg, provocan efectos secundarios sobre casi todos los órganos de la economía. (11,12,32,34,69,70,73,74) .

En respuesta, las asas intestinales isquémicas, liberan mediadores de la inflamación, enzimas, hormonas y favorecen el proceso de translocación bacteriana (12,18,19,40,61).

A nivel hepático,  se disminuye la producción de proteínas de fase aguda y otras que participan en el sistema de defensa. A su vez, se produce un deterioro severo en el funcionamiento del sistema retículoendotelial hepático y las bacterias traslocadas a través de la circulación portal, traspasan esta barrera y ganan la circulación sistémica. (31,32,34,760,73,74).

Sobre los órganos del retroperitoneo: provoca severos trastornos de perfusión renal, secundarios a la compresión de las arterias, venas renales y a la compresión directa del riñón que clínicamente manifiesta su deterioro; oligoanuria e incremento de las cifras de creatinina (2,5-12,32,47,48,69,70)

Las vena cava inferior y la aorta  son comprimidas a nivel del diafragma que al ser elevado por la hipertensión intrabdominal existente, tiende a su vez, a obliterar la luz de estos vasos reduciendo el retorno venoso y aumentando la resistencia arterial periférica (2,5-10,47,48) y la presión intratoráxica, que incrementa aún  más  la postcarga y disminuye la precarga. El ventrículo derecho reduce su compliance al ser comprimido y favorece la caída del gasto cardíaco. El corazón, finalmente, se ve sometido a una sobrecarga de trabajo con un incremento del consumo de oxígeno y aparecen las       manifestaciones de fallo contráctil de diferentes tipos: (2,5-11, 14,28,29,31,32,34,47,48,59,60,69,70,73-75).

Los pulmones son rechazados y disminuyen los volúmenes pulmonares y la motilidad del diafragma, provocando trastornos ventilatorios con incremento de las áreas mal ventiladas (cortocircuito pulmonar), atelectasias y por supuesto, insuficiencia respiratoria . (19,61,76-78)

La presión intracraneal también se eleva por el incremento de la presión intratoráxica y la disminución del retorno venoso. Las funciones cerebrales se deterioran por el edema cerebral (11,14,28,29,31,32,43,43,59,60,69).

El síndrome compartimental abdominal (SCA): distensión abdominal, polipnea y oligoanuria, resume las manifestaciones clínicas que producen los cambios fisiopatológicos  ya mencionados.

El organismo, que sufre la acción desvastadora de los mecanismos humorales del sistema de defensa sobre el medio interno, apenas resiste los efectos que provoca la presión intrabdominal elevada sobre la circulación, la respiración, el funcionamiento renal, hepático, intestinal y cerebral.

Su mantenimiento condiciona a corto plazo la aparición de las manifestaciones de falla múltiple de órganos. (2,5-10,19,47.48.61)

Falla múltiple de órganos. ¿Suicidio u homicidio?

El síndrome séptico, define los cambios fisiopatológicos que van sucediéndose como respuesta a una infección generalizada. Las manifestaciones clínicas traducen los efectos que provocan los mediadores de la inflamación y las toxinas bacterianas sobre el organismo. (13,15,16,29,31).

El mantenimiento de los mecanismos de defensa activados , ante la insuficiencia de los mismos para controlar la infección, genera  por si mismo, el proceso de autodestrucción; en el que la citotoxicidad humoral y celular, la activación del complemento y de la coagulación, son de suma importancia.

En estas condiciones, el aumento de la permeabilidad capilar (síndrome de fuga capilar), al producir edema pulmonar no cardiogénico, disminuir la presión capilar y la resistencia vascular periférica; empeorar el cuadro de vasoplejia y favorecer el desarrollo de edema cerebral, establece las condiciones de aparición de la falla múltiple de órganos.

Por último y adicionalmente la presencia del foco infeccioso intrabdominal estimula la acumulación de líquido dentro de la cavidad con incremento de  la presión intrabdominal que puede llegar a niveles catastróficos,(SCA) dándole el tiro de gracia al ya colapsado sistema de defensa (13, 15,16,29,31,42,44,60,69,76,86) .

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Correspondencia: Ernesto Medrano Ojeda. Facultad de Ciencias Médicas de Holguin, Email: medrano@cristal.hlg.sld.cu

 

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