Indice Anterior Siguiente
Correo Científico Médico de Holguín 2002;6(2)

Trabajo original

Facultad de Ciencias Médicas, “Mariana Grajales Coello” Holguín

Desarrollo de la Anatomía Patológica como ciencia. Su aporte  social a la medicina.

Development of  pathological anatomy as scienc. Its social  contribution to medicine.

Mercedes Seguí Sánchez1, Raúl García López2

1 Especialista de 2º. Grado en Anatomía Patológica. Profesora Titular. Facultad de Ciencias Médicas Holguín.
2 Especialista de 2º. Grado en Anatomía Patológica. Profesor Titular. Vice-Director Docente Hospital “V. I. Lenin”.

RESUMEN

Se realiza un análisis histórico y lógico del surgimiento y  desarrollo de la Anatomía Patológica como ciencia y el impacto social que como disciplina científica ha tenido dentro de las Ciencias Médicas. En el mismo se pone de manifiesto la estrecha relación entre el tema abordado y el desarrollo económico y político de la sociedad y el progreso de la ciencia y la técnica, así mismo pudimos comprobar su interrelación con  ciencias fundamentales que sentaron las bases para su origen y cómo en su desarrollo ha ido paulatinamente incrementando su vínculo con otras disciplinas médicas, lo que le ha permitido ampliar su influencia en el curso de la enfermedad y su aporte social.

Palabras clave: Anatomía Patológica / Historia.

SUMMARY

An historical and logical analysis about the appearance and development of  Pathological Anatomy as science is made, as well as the social impact it has had as scientific discipline within the medical sciences . The close relationship between the topic under analysis  and the economic and political development of  society and the progress of  science and  technics is also shown.

We were able to verify the relation between Pathological Anatomy with other  sciences that paved the way for its  origin and for its increasing link with other medical disciplines, which has increased its influence on the course of a disease and on the social contribution.

Key  word: Pathological  Anatomy / history

INTRODUCCIÓN

El pasado, el presente y el futuro interesan a las meditaciones de los patólogos acerca del desarrollo de nuestra especialidad y la influencia que la misma ha ejercido en otras disciplinas  científicas dentro de las  Ciencias Médicas, y si bien nuestro interés primario en este sentido debe ir dirigido al presente, no es menos cierto que para el mejor conocimiento de lo mismo resulta indispensable remitirnos al pasado.

El enfoque anatomopatológico en el estudio de las enfermedades surgió al inicio del siglo XIX y aunque lo mismo representó desde entonces un cambio radical en el método, en el pensamiento médico perduró durante largos años el criterio de que la Anatomía Patológica no podía ser más que un método clínico accesorio, útil solamente en la aclaración de fenómenos clínicos obscuros. Durante esta etapa el patólogo era considerado como un médico solitario, limitado a describir estructuras estáticas sin aparente relación con las funciones orgánicas ni con las manifestaciones clínicas de la enfermedad y mucho menos aún con el paciente (1).

Puede ser concebible que alguien pueda interesarse solamente en la estructura patológica para satisfacer el deseo de catalogar una variación anatómica de la normal, pero si resulta difícilmente concebible que en la actualidad, un patólogo sufra tan severa limitación en sus intereses profesionales, no obstante, desafortunadamente todavía hay quienes tienen el concepto erróneo de que la Anatomía Patológica es nada mas que la Anatomía de funeraria (2).

Por el contrario, a lo largo de nuestro desempeño profesional hemos podido comprobar como la Anatomía Patológica ha ido ampliando sus fronteras comunes con el resto de las disciplinas médicas. El patólogo es hoy el médico que está  obligado a considerar la enfermedad en su conjunto, a establecer las relaciones anatomo-clínicas, ligando morfológica y funcionalmente lesiones a síntomas, sea cual fuere la dimensión de las estructuras afectadas y la naturaleza de su expresión morbosa; pero además su labor va  más allá  de la interpretación de las  alteraciones morfofuncionales provocadas por el proceso  patológico en el sujeto enfermo, la misma además de constituir un elemento básico para el diagnóstico, en muchas oportunidades es un elemento de juicio del pronóstico y un fundamento para el tratamiento, brindando una valiosa información que utilizada adecuadamente incide directamente en la evolución del paciente y en otros casos en la prevención de enfermedades. Para lograr lo mismo, sus principales recursos son la biopsia y la necropsia y el microscopio su instrumento básico de trabajo (1).

Esta concepción moderna acerca de nuestra disciplina, que refleja los objetivos generales, los principales métodos de estudio y medios técnicos mediante los cuales la Anatomía Patológica como ciencia estudia actualmente las alteraciones morfológicas y estructurales que presentan las células, órganos y tejidos en el curso de la enfermedad es el resultado de un proceso histórico que demoró miles de años, basado en un cuerpo de conocimientos formados por la acumulación de  verdades alcanzadas como fruto de la investigación precedente a lo largo de la historia y que permitió su aparición como ciencia (3).

El dominio de las Ciencias Médica, lo mismo que el dominio  de cualquier rama del saber humano, exige indispensablemente un conocimiento profundo de su  historia.

Los clásicos del marxismo-leninismo conceden gran importancia a la Historia. Carlos Marx y Federico Engels expresaron: "Nosotros conocemos solo una Ciencia, la Ciencia de la Historia. En la Historia se pueden apreciar dos aspectos: la historia de la Naturaleza y la historia de la Humanidad. Pero estas dos historias son indisolubles" (4).

El desarrollo de la Medicina siempre ha estado íntimamente relacionado con el proceso del desarrollo histórico general de la sociedad, constituyendo el resultado de las necesidades prácticas de la actividad humana en esta rama del saber.

La lucha de clases y la ideología determinan junto al grado de desarrollo de la tecnología y de conocimientos científicos cuáles elementos doctrinales o cuáles valores van a determinar el pensamiento médico en una determinada época (5).

La Anatomía Patológica, al igual que el resto de las disciplinas médicas, surge como parte de la Medicina en estrecha relación con el desarrollo político y económico de la sociedad, así  como del progreso de la ciencia y la técnica.

Con este trabajo nos proponemos realizar un análisis de los diversos factores que influyeron en el surgimiento y  desarrollo de la Anatomía Patológica como ciencia y el impacto social que como disciplina científica ha tenido dentro de las Ciencias Médicas en diferentes etapas de su desarrollo. Para el mismo hemos tenido en cuenta el nexo indisoluble entre lo histórico y lo lógico, lo cual nos brinda la posibilidad de dar una explicación racional y una adecuada valoración del tema que abordamos (6).

DESARROLLO

La enfermedad es tan antigua como el hombre lo que se ha evidenciado en numerosos hallazgos  arqueológicos. El hombre primitivo sufría de numerosas enfermedades como  consecuencia de sus condiciones de vida en contacto y ardua lucha contra la naturaleza. Inicialmente interpreta las causas y efectos de las enfermedades de forma realista, en estrecha relación con la experiencia cotidiana, no obstante, la ausencia de conocimientos acerca de la estructura del cuerpo humano y sus funciones solo le permitió reconocer algunos síntomas sin poder llegar a conocer el cuadro general y  el efecto de la enfermedad sobre el organismo. Los "conceptos animistas" acerca del origen demonológico de las enfermedades a partir de la penetración en el cuerpo del hombre de espíritus malignos, puso de manifiesto el concepto fantástico del mundo que el hombre primitivo se formó en épocas posteriores y que tomó la forma  de religión en el período tribal de la sociedad la cual adjudicó a las mismas un origen divino (7).Estas concepciones idealistas que condicionaban el ocultamiento de las verdaderas causas de la enfermedad, alejando a la misma del sustrato material se conservaron durante mucho tiempo, sobreviviendo a la disgregación de la comunidad primitiva, llegando a ser también  un rasgo característico durante la formación  económica social posterior, la época del esclavismo.

La esclavitud hizo posible la división del trabajo en mayor escala entre la agricultura y la industria, gracias a lo cual pudo florecer el Mundo Antiguo. Surge la sociedad de clases y las primeras luchas entre el idealismo y el materialismo como ideas filosóficas. En algunos pueblos del Oriente Antiguo surgen elementos de concepciones materialistas de la naturaleza y las primeras nociones científicas acerca de las enfermedades (8). En esta época se destacan las ideas de Hipócrates (460-377 a.n.e.), destacado médico de la Grecia Antigua, el cual rechaza el origen divino de las enfermedades y considera a la misma como una manifestación de la vida del organismo como resultado del cambio del sustrato material (9). Sin embargo, estas tendencias materialistas todavía no pueden apoyarse en un sistema de conocimientos científicos los cuales se encontraban en un período embrionario. De esta época se recogen las primeras concepciones anatómicas del cuerpo humano y la realización de autopsias, pero los métodos de realizarlas eran imperfectos, siendo las descripciones anatómicas inexactas, la mayoría de las veces obtenidas de la disección de animales, ya que debido a prohibiciones de carácter religioso no se permitían las autopsias en personas.

Con el período de decaimiento y disgregación de la sociedad esclavista, el carácter idealista de la concepción del mundo y acerca de la enfermedad predominó. Las teorías idealistas del pneuma y de las causas finales (teleológicas) fueron esgrimidas por la medicina escolástica y constituyeron durante muchos siglos un freno que detuvo el desarrollo de la Medicina (10).

El periodo feudal de forma general se caracterizó por una decadencia profunda en la economía, la cultura, las ciencias naturales y la filosofía, todas las cuales se exponían en consonancia con las doctrinas religiosas. Poco desarrollo tuvo la ciencia en esta etapa, la misma era considerada como sierva de la iglesia y no se le permitió rebasar los límites establecidos por la religión (11).

Con la llegada del Renacimiento y durante el periodo de la Revolución Industrial, las exigencias de la producción estimulan el desarrollo de la técnica y con ello la obtención de los conocimientos científicos mediante el método experimental. Federico Engels expresa en relación con lo mismo: "Ahora, la ciencia se rebela contra la iglesia; la burguesía necesitaba de la ciencia y se lanzó con ella a la rebelión" (12).

Destacados intelectuales de la época tales como el científico polaco Nicolás Copérnico (1473-1543), Giordano Bruno (1548-1600) y Galileo (1564-1642), con sus nuevas concepciones científicas  del mundo se enfrentaron con la iglesia y la escolástica, siendo algunos perseguidos arduamente por la Inquisición. La Medicina y especialmente la Anatomía también abrieron brechas en el dogmatismo y la teología escolástica medieval abriendo paso al triunfo del materialismo. Para la cultura y la ciencia de la  época fue característico la atención que se le prestaba al cuerpo humano y de aquí a la Anatomía. La disección de cadáveres humanos mediante autopsias, que en épocas anteriores se realizaban de forma esporádica y con grandes limitaciones de  carácter religioso, comenzaron a realizarse de forma regular fundamentalmente en Italia a partir del siglo XVI. Surgen numerosos anatomistas que con sus estudios completan y corrigen conocimientos anatómicos anteriores, entre ellos podemos citar a Andres Vesalio (1514-1564), Miguel Servet (1511-1553) y Willian Harvey (1578-1657) (13).

Las primeras concepciones acerca de la necesidad de comparar el organismo sano con el organismo enfermo para la comprensión correcta de la enfermedad se recogen por primera vez expresadas en la obra científica de Francisco Bacon (1561-1626), destacado filósofo materialista inglés, así como por Willian Harvey y el médico holandés Herman Burgaw a finales del siglo XVII. Sin embargo es solo en la segunda mitad del siglo XVIII con los trabajos del médico italiano Giovanni Batista Morgagni (1682-1771) donde encontramos el origen de la Anatomía Patológica como ciencia. En la obra de Morgagni se registra la realización de 700 autopsias, en las cuales trató de establecer la relación entre las modificaciones anatómicas encontradas a nivel de los órganos (unidad patológica básica) y las manifestaciones clínicas de la enfermedad, surgiendo por primera vez el concepto de correlación clínico-patológica en el estudio de la misma. Este hecho constituyó un paso trascendental e indispensable que permitió pasar de las adquisiciones de la anatomía normal a la patológica y a la comprensión más profunda de la clínica de las enfermedades (2). 

Con la aparición de la Anatomía Patológica como ciencia, por primera vez después de muchos siglos, la enfermedad fue puesta sobre su fundamento material (9).

Si bien la anatomía macroscópica normal permitió darle significado a la Anatomía Patológica, el desarrollo de otra ciencia fundamental, la Histología (anatomía microscópica), sentó las  bases de su desarrollo ulterior. Aunque el origen de la Histología se señala en la prehistoria (período macroscópico), su verdadero éxito está  vinculado al  desarrollo de la óptica y a la aparición y perfeccionamiento progresivo del microscopio a mediados del siglo XVII (R. Hooke, 1665) (14). Destacado microscopista de esta época lo fue  el holandés Antonio Van Leevwenhock (1632-1723), el cual fue el primero en demostrar la importancia práctica que tenía  el microscopio en el estudio de los objetos diminutos, pavimentando así el camino futuro para el examen minucioso de lo que a partir de los estudios del médico francés Xavier Bichat (1771-1802) se conoció con el nombre de "tejidos". La doctrina de Bichat acerca de la existencia de los tejidos llevó hacia delante las descripciones microscópicas de los tejidos básicos del cuerpo y dio lugar al desarrollo de la patología microscópica. Con sus trabajos cooperó al desarrollo ulterior de  la Anatomía Patológica en la primera mitad del siglo XIX, al localizar los procesos patológicos también a nivel de los tejidos, considerando al tejido como unidad patológica básica. Sus observaciones fueron de  gran importancia ya que constituyeron el puente que unió la patología sistemática de Morgagni con la patología celular de Virchow (15,16).

Hacia la mitad del siglo XIX encontramos la Anatomía Patológica en un estadio avanzado, el brillante trabajo del patólogo vienes Carlos Rokitanski (1804-1878), había aportado la descripción detallada de las modificaciones provocadas a nivel de los  órganos por numerosas enfermedades, lo cual logró mediante la realización durante su vida de más de 30,000 autopsias. Sin embargo, hasta el momento no existía ningún principio que explicara la relación existente entre un hecho aislado con otro. Con este objetivo Rokitanski plantea la teoría humoral de la enfermedad, pero la anticientificidad de la misma no resistió el juicio crítico de algunos científicos de la época, por lo que tiene que ceder su lugar dando paso a la doctrina de la patología celular de Virchow (9).

Rudolf Virchow, destacado patólogo alemán (1821-1902) se pronunció en contra de las teorías especulativas que acerca de la enfermedad dominaban en aquel tiempo, tratando de que sus conclusiones estuviesen basadas en observaciones reales y de que las concepciones de las enfermedades estuvieran relacionadas con sus sustratos materiales. Para lograr lo mismo, al estudiar el organismo enfermo, Virchow aplicó su teoría de la patología  celular (17).

El punto de partida de su doctrina la obtuvo Virchow a partir de la teoría celular, la misma había sido enunciada por primera vez en 1839 por Theodor Schwan (1810-1882) al señalar a la célula como la unidad anatómica estructural mínima de todo lo vivo. La teoría celular iluminó todos los campos de la investigación biológica y tuvo además un gran influjo progresivo sobre el desarrollo de la filosofía del materialismo dialéctico, por su importancia en este sentido, la teoría celular fue considerada por Federico Engels como uno de los tres descubrimientos de mayor importancia de la época, junto a la ley  de la conservación de la energía y la teoría de la evolución de Darwin. La teoría celular puso de manifiesto el vínculo de continuidad y génesis de todos los seres vivos (14).

La aplicación de la investigación microscópica y de la teoría celular en el estudio de los procesos patológicos le permitió a Virchow postular su doctrina de la patología celular, la cual planteaba que todo proceso patológico tenía expresión a nivel celular y  que a partir de su estudio a este nivel se puede llegar a conocer al fenómeno ("para todo ser vivo la célula es el último elemento morfológico, del cual parte cualquier actividad vital, tanto la normal como la patológica").Esto  ha resultado históricamente válido para la mayoría de las enfermedades, ya que en casos donde no se evidenciaban alteraciones morfológicas evidentes posteriormente las técnicas modernas demostraron estos cambios a nivel bioquímico, biomolecular y ultraesctructural.  Esta doctrina jugó en su tiempo un papel positivo ya que asestó un rudo golpe a muchas teorías anticientíficas y especulativas (doctrina de las simpatías y antipatías de los órganos, sobre crasis y discrasis, etc.) que dominaron hasta mediados del siglo XIX, coadyugando al desarrollo de la Anatomía Patológica macro y microscópicamente y al mismo tiempo de la clínica. No obstante, al considerar la enfermedad como un proceso local ("toda la patología es la patología de la célula") menospreció el papel de los procesos generales y no comprendió al organismo en su integridad y en su unidad indestructible con el medio ambiente adoptando evidentemente una posición mecanicista en su interpretación (4).

Estas concepciones posteriormente se convertirían en un freno en el desarrollo de la Medicina y  especialmente de la clínica en la segunda mitad del siglo XIX. Los seguidores de la patología celular de Virchow dirigieron el estudio de las enfermedades hacia la descripción morfológica, aislando la morfología de la fisiología, fijando su atención en los resultados del fenómeno patológico y no en el proceso de su desarrollo.

Esta concepción localista (órganopatológica) conllevó al surgimiento de un apasionamiento desmedido por la especialización estrecha en Medicina, lo que se puso de manifiesto en el surgimiento de numerosos especialistas en órganos determinados que no comprendían al organismo en su  conjunto y sus relaciones con el medio ambiente.

El "morfologismo" de la patología celular de Virchow fue duramente criticado por científicos progresistas  rusos  tales como Ivan M. Sechenov (1829-1905), Alexei Stroumov (1844-1908) e Ivan Paulov (1849-1936), los cuales afirmaron la concepción del organismo como un sistema íntegro,  dándole una gran importancia a la necesidad de un análisis profundamente fisiológico de la enfermedad. Estas concepciones cimentaron las bases del enfoque estructural-funcional científico en el análisis de la actividad vital del organismo humano tanto en estado normal como en estado patológico (17).

Estas ideas revolucionaron las concepciones de la Anatomía Patológica Clásica, eminentemente descriptiva y con tendencia a lo estático, interpretando los  fenómenos en su etapa avanzada o final, surgiendo una concepción moderna que considera la enfermedad como un proceso  complejo, en  etapas múltiples de desarrollo, donde el mecanismo, la evolución y las alteraciones de la función van indisolublemente unidas a los cambios morfológicos y de estructura (19).

Para la Patología este hecho determinó un salto cualitativo en su desarrollo, ya que se produce un tránsito de la nosografía sintomática a la nosografía anatomoclínica y fisiopatológica; muchas entidades nosológicas sufrieron cambios de nombres en relación con estos aportes científicos. La angina de pecho que era un término clínico se transforma en insuficiencia coronaria ( concepto fisiopatológico), isquemia lateral (término de origen electrocardiográfico) o infarto del miocardio (descripción anatomopatológica) independientemente de que todas ellas pueden expresarse o no clínicamente por un dolor en el pecho (20) por citar solo un ejemplo. Además permitió una mayor comprensión de los aspectos clínicos de la enfermedad y la aplicación de una terapéutica sobre bases más científicas (9).

Con estas nuevas concepciones y el progreso de la técnica histológica que permitió aún mas la profundización del estudio microscópico, comienza un desarrollo progresivo de los métodos y técnicas de estudio de la Anatomía Patológica a partir de la segunda mitad del siglo XIX (1). Entre algunos de estos progresos podemos citar la introducción de la técnica de inclusión en parafina (Klebs-1864), aplicación de la coloración de Hematoxilina y Eosina (Bohner, 1865), utilización del primer micrótomo de congelación (1871),citología exfoliativa (1917), etc.

Si bien la utilidad de la citología exfoliativa como método de estudio había sido ya señalada en la segunda mitad del siglo XIX (Pouchet 1847, Donaldson 1856, Beale 1860), no es

hasta 1917 con los trabajo de Papanicolau donde se reconoce la misma  como una técnica sencilla, incruenta, económica , segura y de extrema utilidad en la investigación rutinaria del cáncer genital femenino y de otras localizaciones (1). Por esta vía la Anatomía Patológica ha podido proyectarse hacia el estudio y conocimiento de la etapa precoz de diversos procesos neoplásicos así como hacia posibles situaciones precursoras de este tipo de enfermedad, con el objetivo de lograr la prevención que constituye el resultado óptimo de toda acción médica (19).

La introducción durante esta etapa de la biopsia como método de estudio de las enfermedades en el organismo vivo permitió conocer a muchas de ellas en todo su dinamismo y evolución en sus diferentes estadios, lo que permitió aún más su interpretación clínica (2,21). Posteriormente sus posibilidades como método de estudio fueron ampliándose hasta nuestros días donde además de obtenerse un diagnóstico, también ante un proceso ya diagnosticado suministra una valiosa información para valorar el pronóstico y el efecto del tratamiento indicado. Así vemos el impacto  originado en la Cirugía con la introducción de la biopsia quirúrgica ( Carl Ruge y Johann Veit, 1870) la cual se convirtió hasta nuestros días en un instrumento esencial en el diagnóstico de las enfermedades y su manejo terapéutico ya sea medicamentoso, por radiaciones o quirúrgico y para establecer un pronóstico para el paciente. En este último aspecto se destaca el surgimiento de la biopsia por congelación ante la necesidad de operar casos sospechosos de tumoraciones malignas que requerían intervenciones extensas y mutilantes (Friedrich Von Esmarch, 1890) (22).Este tipo de técnica permitió la obtención de un rápido diagnóstico en el mismo acto operatorio y la selección de la conducta quirúrgica adecuada en cada caso.

Con la llegada del siglo XX este desarrollo se torna acelerado y vertiginoso en especial durante su segunda mitad, coincidiendo con la Revolución científico-técnica, durante este período la interacción ciencia-técnica sufre modificaciones. Hasta este momento había sido la técnica la que impulsaba a la ciencia, a partir de entonces hasta nuestros días la ciencia pasó a ser una parte determinante para revolucionar tecnologías. Así vemos como el desarrollo alcanzado por la Histofísica permitió la aparición en la microscopía de sistemas ópticos cada vez más perfeccionados y la utilización de sistemas de iluminación de diversos tipos (en  fondo obscuro, contraste de fase, contraste de interferencias, luz polarizada, luz ultravioleta), así como el desarrollo de métodos fotográficos: interferometría (1951-1952), espectrometría (1950) y la microscopía con rayos x (microradiografía, citoradiografía, espectroradiografía (1,14).

Un hecho trascendental de nuestro siglo fue la invención y perfeccionamiento del microscopio electrónico (1932-1960) que permitió seguir profundizando en la búsqueda del sustrato material de las enfermedades, pudiéndose  llegar a identificar  el efecto de las mismas o su causa a nivel molecular (14).

A su vez el desarrollo de la Histoquímica permitió demostrar en los tejidos la presencia de diversas sustancias incluyendo enzimas, hechos de suma importancia también  en el estudio de la patología molecular (1).

En los últimos años la combinación de los métodos histoquímicos con la microscopía electrónica ha  conducido al desarrollo de la histoquímica electrónica, lo que ha permitido el estudio de distintas sustancias químicas también a nivel subcelular y molecular. Además, la existencia de sistemas computadorizados con digitalización de imágenes ha conllevado a la precisión y eficiencia de los estudios morfométricos y estereológicos a nivel de los tejidos (14).

La combinación de métodos histológicos e imunológicos ha introducido técnicas aún recientes como la utilización de anticuerpos monoclonales de amplia aplicación en el diagnóstico de enfermedades de origen neoplásico (23).

La incorporación progresiva a la Anatomía Patológica de las técnicas modernas de estudio ya señaladas permitieron ampliar   el campo de la exploración y el conocimientos de las enfermedades a nivel celular, subcelular y macromolecular (1,19).

Otro hecho de vital importancia ha sido la incorporación de los patólogos a grupos multidisciplinarios en hospitales y centros de investigación, donde la información que suministra es indispensable para definir pronóstico y terapéutica en pacientes portadores de diversas afecciones (trasplantes, cáncer de mama, nefropatías, etc). Además, de forma progresiva  nuevas ramas de las

Ciencias Médicas se han ido incorporando a la Anatomía Patológica aportando nuevos métodos, experiencias y resultados para abordar el estudio de la enfermedad, tales como la Bioquímica, la Genética, la Inmunología, la Microbiología, la Radiología, con lo cual se profundizan y  completan los conocimientos sobre los diversos procesos patológicos (1).

Innumerables son los adelantos que la ciencia y la técnica han desarrollado durante el siglo XX en todas las ramas del saber no solo en Medicina. Sin embargo, la existencia a nivel mundial de un orden económico desigual determina que no todos los países actualmente presenten un desarrollo similar en cuanto a ciencia y tecnología se refiere. Actualmente se habla de la polarización del sistema científico-técnico internacional, considerándose que la posesión desigual del conocimiento científico tecnológico es parte de la apropiación desigual de la riqueza a escala mundial (24).

Por lo tanto, no se puede hablar de  la repercusión social de la  Revolución Científico-Técnica sin tomar en cuenta la peculiaridad política y económica del mundo contemporáneo, el cual se encuentra marcado por una profunda asimetría entre los países desarrollados y subdesarrollados, cuya brecha en vez de disminuir se amplía cada vez más bajo las presiones neoliberales  y hegemónicas del norte.

Cuba, a pesar de ser un país pobre es reconocido internacionalmente por sus avances en diferentes campos de la ciencia, donde de forma especial podemos citar el campo de la salud pública. Sin embargo, la desaparición de la URSS y del resto del bloque de países socialistas de Europa del Este en los años 80, así como el recrudecimiento de un bloqueo económico que se ha extendido a lo largo 40 años, han sido factores que indiscutiblemente han afectado diversas esferas de la producción y los servicios en nuestro país incluyendo a nuestra provincia.

La Anatomía Patológica no ha quedado al margen de esta situación, la especialidad se enfrenta en estos momentos a la escasez de numerosos reactivos y falta de equipos, la mayoría muy costosos, por lo que se ha hecho necesario centralizar los recursos en instituciones que funcionan como centros de referencia donde se garantiza la realización de estudios especializados al paciente que lo requiera.

No obstante a estas dificultades el aporte social de la especialidad se mantiene con los recursos disponibles lo cual se pone en evidencia en diferentes aspectos, entre los cuales podemos citar algunos ejemplos.                       

De gran importancia es su participación en el programa de detección precoz del cáncer cérvico-uterino que se desarrolla en nuestro  país desde 1968, durante todos estos años millones de mujeres han sido sometidas al estudio de la citología cérvico-vaginal y miles  de ellas han sido beneficiadas con el diagnóstico temprano de esta enfermedad (25).

La introducción de la biopsia por aspiración con aguja fina (BAAF) en nuestros hospitales provinciales durante los últimos años ha contribuido notablemente al estudio de la patología tumoral a nivel de la mama, pulmón, tiroides y otras localizaciones,  lo que ha posibilitado un mejor manejo de la misma a la vez que se ha convertido en tema para la realización de diversos trabajos científicos y tesis de grado.

El acceso a programas automatizados de digitalización de imágenes ha permitido la realización de numerosos trabajos de investigación en el campo de la  Morfometría y la Estereología. Los mismos se han realizado en estrecha coordinación con el Area de Estudio de Estereología y Cicatrización de la Facultad de Ciencias Médicas, la cual forma parte del Polo Científico de la provincia. Los resultados obtenidos demuestran la importancia de su aplicación práctica en el diagnóstico asistencial, lo que ha contribuido a la profundización del diagnóstico anatomopatológico de diversas enfermedades (26,27).

Con la realización de las autopsias de los fallecidos intrahospitalarios y su posterior discusión en el Comité de Fallecidos, se profundiza en el conocimiento científico y se mejora el nivel de la atención hospitalaria (19). Además el estudio detallado y minucioso de los fallecidos por enfermedades cardiovasculares, neoplasias malignas, enfermedades cerebro-meníngeas, Diabetes Mellitus y asma bronquial contribuye a la reducción de la mortalidad por enfermedades no transmisibles. (28). De forma similar se estudian los fallecidos perinatales y menores  de un año lo que contribuye a la reducción de la mortalidad infantil, indicador sobre el cual también incide la especialidad al participar en la validación de las técnicas de diagnóstico prenatal de anomalías congénitas, las cuales permiten prevenir y tratar tempranamente algunos tipos de enfermedades de alta mortalidad.

Además es un método que permite a través de sus resultados,   hacer estudios estadísticos rigurosos en relación con las verdaderas causas de mortalidad de la población, por lo que suministra a las autoridades de la Salud elementos objetivos de gran valor para la elaboración de la política general de salud del país, lo cual redunda de forma general en nuestra población (19,28).

Desde el punto de vista docente tanto de pre y  postgrado, la Anatomía Patológica trasmite al educando el hábito del pensamiento científico mediante el desarrollo dialéctico de los conocimientos, en los cuales las relaciones causa-efecto y estructura-función están presentes permanentemente, lo cual se logra mediante la realización de las actividades de piezas frescas y clínico-patológicas (29,30).

Es justo también señalar que la creatividad de nuestro personal técnico y profesional se ha puesto en evidencia en la solución de problemas actuales a los cuales se enfrenta la especialidad en estos momentos lo que ha permitido además el ahorro de divisas para el país (31).

CONCLUSIONES

El estudio del desarrollo histórico y lógico del origen y desarrollo de la Anatomía Patológica como ciencia nos ha permitido comprobar que lo mismo  se ha llevado a cabo en estrecha relación con el desarrollo económico y político de la sociedad, así como del progreso de la ciencia y la técnica tanto en el pasado como en nuestro presente más cercano.

Hemos comprobado que en su surgimiento se pone de manifiesto su interrelación con  ciencias fundamentales que sentaron las bases para su origen y como en su desarrollo ha ido paulatinamente incrementando su vínculo con otras disciplinas médicas, lo que le ha permitido ampliar su influencia en el curso de la enfermedad y su aporte social dentro de las Ciencias Médicas.

Con respecto al presente que vivimos podemos afirmar que a pesar de las dificultades y limitaciones que confrontamos el aporte social de la especialidad esta presente contribuyendo al beneficio de nuestro pueblo.

Con nuestro trabajo hemos querido demostrar también la importante labor que el patólogo realiza en bien de la sociedad  como profesional de la salud, por lo que sirva el mismo para que dicha labor sea reconocida en toda su dimensión incluyendo la social.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  1. Lain Entralga P. Historia Universal de la Medicina. Mundo Actual. Tomo 7. Editorial Salvat, España 1975.
  2. Gómez Barry H. Patología.Tomo 1. Editorial Nacional de Cuba. La Habana 1994.
  3. Colectivo de autores. Filosofía y Salud.1a. Parte 1994.
  4. Engels F. Anti-Diuhring.Montevideo 1948.
  5. Laurell AC. Notas para un marco teórico para la investigación de sociología médica. México 1976.
  6. Problemas filosóficos en la Medicina.Coloquio. Tomo 3. Instituto Superior de Ciencias Médicas, Habana 1986.
  7. Lain Entralga P. Historia Universal de la Medicina. Era Pre-Técnica. Tomo 1. Editorial Salvat, España 1975.
  8. Colina J.A. Laboratorio Tomo 1. Editorial Pueblo y Educación. La Habana 1989.
  9. Multanosvski M. Historia de la Medicina. Academia de Ciencias de Cuba. La Habana 1967.
  10. Lain Entralga P. Historia Universal de la Medicina. Antigüedad Clásica. Tomo 2.Editorial Salvat. España 1975.
  11. Lain Entralga P. Historia Universal de la Medicina. Edad Media. Tomo 3. Editorial Salvat. España 1975.
  12. Engels F. Del socialismo utópico al socialismo científico. Edición española. Moscú 1946.
  13. Lain Entralga P. Historia Universal de la Medicina. Renacimiento. Tomo 4. Editorial Salvat. España 1975.
  14. Eliseiev V.G. Histología. Editorial Mir 1985.
  15. Runnells R.A. Principios de Patología. Anatomía Patológica. Editorial Continental S.A. México 1968.
  16. Lain Entralga P. Historia Universal de la Medicina. Ilustración.Tomo 5. Editorial Salvat. España 1975.
  17. Lain Entralga P. Historia Universal de la Medicina. Positivismo. Tomo 6.Editorial Salvat. España 1975.
  18. Mora Carrasco F. Enseñanza y la Ciencias Básicas. Conferencia pronunciada en la Universidad Autónoma de Guadalajara, México Marzo 1980.
  19. Colectivo de autores. Elementos de Anatomía Patológica General. La Habana 1982.
  20. Rodríguez Rivera L. La entidad nosológica:¿ Un paradigma ? Rev Cub. Adm Salud: 253:26 julio-septiembre, 1982.
  21. Pérez Ara A.Tratado sobre la biopsia 1.Editorial P.Fernández y CIA. La Habana 1958.
  22. Ackerman LV, Rosai J. Patología quirúrgica. T 1.Editorial Científico-Técnica, 1983.
  23. Lage Dávila A. Programa Nacional de Anticuerpos Monoclonales. Actualidades Médicas. Anticuerpo monoclonales. No.4 La Habana 1992.
  24. Colectivo de autores. Filosofía y Salud. 2a. parte 1994.
  25. Programa Nacional de diagnóstico precoz del cáncer cérvico-uterino. Ministerio de Salud Pública. República de Cuba 1994.
  26. Ochoa Calvi T, Seguí Sánchez M, Díaz Rojas P. Morfometría de la neoplasia intraepitelial cervical. Caracterización en biopsias por ponche. Correo Científico Médico F.C.M. Holguín vol. 2 No. 4  Octubre- Diciembre 1998.
  27. Seguí Sánchez M., Cruz Rivas JA, Ríos Hidalgo N, Díaz Rojas P. Estudio morfométrico de la arteria arciforme en fallecidos hipertensos. Correo Científico Médico de Holguín. Vol. 1  No.4  Oct-Nov-Dic 1997.
  28. Objetivos, propósitos y directrices para incrementar la salud de la población cubana: 1992-2000. Ministerio de Salud Pública. Febrero 1992.
  29. Programa de la asignatura. Anatomía Patológica. Ministerio de Salud Pública. Editorial Pueblo y Educación 1987.
  30. Guía de estudio de las clases prácticas. Patología. Ministerio de Salud Pública. Editorial Pueblo y Educación 1987.
  31. García Suárez R.M. Anticuerpo monoclonales generados en Cuba (CQ2, CEA-1, BHCG, EG/er (R3). Obtención de parámetros técnicos óptimos para su aplicación en el diagnóstico anatomopatológico. Correo Científico Médico de Holguín. Vol. 1 No.1 Ene-Feb-Mar 1.

Correspondencia: Mercedes Seguí Sánchez, Edificio 12 Plantas Apto. 503. Ave. Lenin. Holguín. E-mail: mercedes@cristal.hlg.sld.cu

Indice Anterior Siguiente