Indice Anterior Siguiente
Correo Científico Médico de Holguín 2007;11(4 Suppl. 1)


Trabajo original

 

Hospital Provincial Docente “Vladimir Ilich Lenin”.

 

Depresión y estado de salud en el anciano.

 

Depression and Health Status in  Aged Patients.

 

Santa Teresa Piña Martínez1, María Yohana Martínez Ayon2, Lourdes Duran Cordovés3, Juan Carlos Baster Moro4.

 

1 Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral y Gerontología y Geriatría Especialista. Hospital "V. I. Lenin".

2 Especialista de Primer Grado en Gerontología y Geriatría. Profesora instructora. Hospital "V. I. Lenin".

3 Licenciada en Psicología. Profesora auxiliar.  Hospital "V. I. Lenin".

4 Especialista de Segundo Grado en Medicina General Integral. Profesor auxiliar. Investigador agregado. Dirección Provincial de Salud.

 

RESUMEN

 

Se realiza un estudio descriptivo y transversal, en el servicio de geriatría del Hospital "V. I. Lenin" durante el período comprendido de enero a diciembre de  2005, a todos los pacientes ingresados en los que se identificaron alteraciones emocionales en la evaluación geriátrica y depresión mediante la aplicación de la escala  de Yesavaje y los criterios de dosificación del diagnóstico de salud mental (DSM IV), con el objetivo de estudiar aspectos relacionados con la misma. La depresión estuvo más representada en el grupo de 60 a 69 años, con 42.6 % y predominio del sexo femenino en 210 casos. Las enfermedades biológicas más frecuentes fueron neoplasias, las secuelas de enfermedades cerebro-vasculares y las bronconeumonías extra e intra-hospitalarias. El mayor por ciento de los deprimidos fue dependiente  para las actividades de la vida diaria, tanto básicas como instrumentadas. Los factores de riesgos más  frecuentes  asociados a la depresión fueron la soledad, el desamparo filial y las pérdidas de roles.

 

Palabras clave: servicios de hospitales, geriatría, depresión.

 

ABSTRACT

 

A descriptive and cross-sectional study in the Geriatric Service at "V. I. Lenin" Hospital was carried out from January to December 2005 with all the amitted patients with emotional disorders and depression, through the depression geriatric scale of Yesavaje and the criteria of diagnosis dosage of mental health. Its main objective was to study the aspects related to depression.The prevailing age group was between 60 and 69 years old (42%),females, being the most represented one with 210 cases.The most frequent biological diseases were: tumors, the consequences of cerebrovascular diseases and the pneumonias extra and intra institutional. The highest per cent of the depressed patients was dependent for ordinary activities, both basic and instrumental. The most frequent risk factors associated to depression were: loneliness, filial abandonment and roles losses.

 

Key words: hospital services, geriatrics, depression.

                                         

INTRODUCCIÓN

 

Garantizar una vida saludable a las personas envejecidas es en un desafío para los servicios de salud 1,2. El estado de salud en ellos se mide por la capacidad funcional de atenderse a sí mismo y desarrollarse en el seno de la familia y la sociedad la cual permite de una forma dinámica el desempeño de sus actividades  diarias. En el 2020, 12.4% (82 millones) de la población de la región de las América,  habrá sobrepasado la barrera de los 60 años 3.   

 

Nuestro país no es ajeno a esto, los adultos mayores representan el 15.3 % de su población, según los estimados del Censo Nacional de Población y Viviendas de 2002,  y para el 2020 será de un 21 %.

 

La depresión es, sin duda, el trastorno psiquiátrico más habitual en la población anciana 4, 5, 6, 7, 8,9. La palabra depresión significa concavidad o hundimiento. Lo que se hunde es el plano vital de la persona 10. Este gran síndrome geriátrico no es en modo alguno parte necesaria del envejecimiento y con frecuencia sus síntomas pasan desapercibidos a pesar de ser comunes. No hay tristeza legítima por el hecho de ser viejo 11.  

 

Este trastorno es una  alteración del estado de ánimo de severidad y duración variable,  con frecuencia recurrente y que se acompaña de una serie de síntomas físicos y mentales que atañen al pensamiento, la motivación y el juicio 7. Los episodios graves afectan entre un 3% o un 4% de la población pero sólo la quinta parte de este grupo solicita tratamiento médico. Aproximadamente uno de cada 50 pacientes con depresión lo solicita12.

 

En los ancianos, la depresión tiene una manifestación característica, muestra un mayor número de rasgos somáticos, dificultad en la expresión del síntoma de tristeza, predominio de la agitación sobre la inhibición, mayor frecuencia de delirios hipocondríacos, paranoides, mayor tendencia al suicidio y la pérdida de autoestima 13,14.

 

En Cuba esta enfermedad es frecuente y una de las causas de mayor demanda de los servicios psicológicos y psiquiátricos de la unidades de los niveles primarios y secundarios.

 

La frecuencia de los trastornos afectivos en los ancianos es alta, las cifras de prevalencia en ellos  es de alrededor del 13 ó 15 %, que aumenta hasta dos a tres veces en el caso de una enfermedad médica asociada o incluso mayor en los pacientes hospitalizados 15,16.

 

Muchos son los autores que  escriben sobre estos temas 17,18. Recientes investigaciones describen como principales factores los divorcios y separaciones, el bajo nivel económico, las condiciones de vida inadecuada y enfermedades biológicas concomitantes 19.

 

Por las características de este trastorno en el adulto mayor, nos motivamos a realizar la presente investigación para determinar su comportamiento en nuestro medio.

 

MÉTODO

 

Se realizó un estudio descriptivo y transversal en el Servicio de Geriatría del Hospital "V. I. Lenin" durante el período comprendido de enero a diciembre de 2005, se utilizaron a todos los pacientes ingresados en este período que se identificaron con alteraciones emocionales en la evaluación geriátrica y se diagnosticaron con depresión mediante la aplicación de la escala de Yesavaje y los criterios de dosificación del diagnóstico de salud mental (DSM IV) (ver anexos 1 y 2).

 

Criterios de inclusión: pacientes con capacidad para comunicarse que cooperaron con la investigación.

 

Criterios de exclusión: pacientes con deterioro cognitivo moderado y severo, dementes, porteadores de un síndrome confusional agudo, pacientes sordomudos, retrasados mentales, porteadores de una enfermedad  cerebro-vasculares  aguda o crónica con deterioro cognitivo importante que limitaron la realización de los test y pacientes en  estadía terminal, quedando conformado el universo por 348 pacientes.

 

Operación con las variables:

-Depresión: es una alteración afectiva caracterizada por pesimismo, sensación de amargura, desesperanza, sufrimiento por vivir, incapacidad para realizar las tareas habituales, trastornos del sueño, cansancio precoz, añoranza, fijación de ideas, empeoramiento  matutino, tendencia al llanto, sensación de lentificación del tiempo y pérdida de planificación futura.

 

Se operaron según la escala de Yesavage y el DSM-IV.

-Capacidad para la realización de las actividades de la vida diaria. Se utilizaron  dos categorías:

a) Independiente para las actividades de la vida diaria básicas (según índice de Katz).

b) Independiente para las actividades  de la vida diaria instrumentadas (según índice de Lawton).

 

-Enfermedades biológicas más frecuentes, dentro de ellas tuvimos en cuenta: neoplasias, secuelas de enfermedades cerebro-vasculares, bronco-neumonías extra e intra-hospitalarias, cardiopatía  isquémica y  artero-esclerótica descompensada, enfermedad pulmonar obstructiva crónica descompensada, fractura de cadera, enfermedad de parkinson, osteoartropatias, hipotiroidismo y diabetes  mellitus.

 

-Factores de riesgos psicosociales, se valoraron dos categorías:

a) Con factores de riesgos: los ancianos que presentaban soledad y desamparo filial, pérdida de roles, viudez y pérdidas familiares, inadaptación a la jubilación, deficientes condiciones socioeconómicas, ausencias de confidentes e institucionalización.

b) Sin factores de riesgos: los ancianos que no presentaban los factores de riesgos anteriormente mencionados.                                                            

 

-Según una escala de factores de   riesgos psicosocial.

Se obtuvo el consentimiento informado de cada anciano y nos apoyamos en personas dedicadas a su cuidado, para esto confeccionamos una planilla.

La información obtenida sólo la utilizamos con fines investigativos. La fuente de información para la recogida de los datos fueron las historias clínicas de  los pacientes, seleccionados según los criterios de inclusión y se tomaron las variables de sexo, edad y enfermedades biológicas concomitantes.

 

La escala de depresión geriátrica se utilizó para determinar si el paciente estaba deprimido, conjuntamente  con el DSM-IV. Se aplicó el índice de Katz y el de Lawton para evaluar funcionabilidad, y la escala de factores de riesgos psicosociales para  buscar información referida a aspectos psicológicos y sociales.

 

RESULTADOS

 

En la tabla 1 se observó el comportamiento de la depresión en los ancianos en relación con la edad.

 

Tabla 1. Distribución de adultos mayores según su edad y su relación con  la depresión.

 Grupos de edades

N0.

%

     60 – 69

148

42.6

     70 – 79

105

30.2

     80 – 89

85

24.4

     90 – 99

10

2.8

   100 y más

0

0

    Total

348

100

Fuentes: historias clínicas.

 

El grupo más frecuente fue el de 60 a 69 años con 148 casos para un 42.6%, seguido por las de 70 a 79 años en  105 casos para un 30,2%. No obstante somos de la opinión que esto pudo estar influenciado porque es el rango más frecuente de edad que tuvieron los pacientes que ingresaron en nuestras salas. Estos resultados coincidieron con lo planteado por Blazer de que la frecuencia de depresión en el adulto mayor es más baja en las últimas  etapas de la vida que en otras épocas 16.

 

En un estudio en la provincia de Vizcaya (España) con 499 adultos  mayores en edades superiores a 70 años da como resultado (en los que viven en su domicilio) que el 58,4% presenta depresión 20.

 

Tabla 2. Distribución de adultos mayores según sexo y su  relación con la  depresión.                           

Sexo

No.

%

Femenino

210

60.4

Masculino

138

39.6

Total

348

100

Fuentes: historias clínicas.

 

Por lo que nos mostró la anterior tabla existió predominio del sexo femenino en 210 casos para un 60,4% respecto al masculino, que solamente fueron 138 casos para un 39,6%.

 

Tabla 3. Distribución de enfermedades biológicas en adultos mayores y su 
relación con la depresión.

Enfermedades

No.

%

Neoplasia

72

20.6

Secuela de enfermedades cerebro- vasculares

65

18.6

Bronconeumonía

64

18.3

Cardiopatía isquémica  y artero- esclerótica descompensada

52

14.9

EPOC descompensada

45

12.9

Fractura de cadera

36

10.3

Enfermedad de Parkinson

28

6

Osteoartropatias

22

6.3

Hipotiroidismo

16

4.6

Diabetes mellitus

14

4

Fuentes: historias clínicas.

 

Las enfermedades biológicas que más se asociaron a la depresión son las neoplasias en 72 casos para un 20,6%, las secuelas de enfermedades cerebro-vasculares en 65 casos para un 18,6% y las bronconeumonías extra e intra-hospitalarias en 64 casos para un 18,3%. A menudo la depresión fue precedida por algunas enfermedades físicas como las cerebro-vasculares, carcinomas de páncreas  y enfermedad  de Parkinson. Pero también pudo ser causa directa de la enfermedad orgánica resultante de la incapacidad. 20

 

La tabla 4 nos mostró el comportamiento de la funcionalidad en el desempeño de las actividades básicas y con instrumentos de la vida diaria.

 

Tabla 4. Distribución de adultos mayores por la funcionalidad en el desempeño
de las actividades básicas e instrumentadas de la vida diaria y su relación con la  depresión.

  Clasificación

AVD básicas

AVD instrumentadas

 

No.

 

     No.

%

      Dependiente

245

70.4

299

85.9

      Independiente

103

29.6

49

14.1

      Total

348

100

348

100

Fuentes: historias clínicas.

 

En la  misma se observó, que en los pacientes deprimidos el grado de dependencia para realizar las actividades de la vida diaria, ya sean básicas e instrumentadas fue mayor, siendo dependiente  un 70,4% en las básicas y un 85,9% en las instrumentadas.

 

En la tabla 5  se observaron los factores de riesgos psicosociales y su relación con la depresión.

 

Tabla 5. Distribución de adultos mayores por factores de riesgos psicosociales
en relación con la depresión.

Factores de riesgo

No.

%

271

77.8

No

77

21.2

Total

348

100

Fuentes: historias clínicas.

 

Encontramos un alto por ciento (77,8) de pacientes deprimidos con factores de riesgos psicosociales asociados, considerando que en  esto, pudieron influir la disminución de la capacidad de los ancianos para adaptarse a los cambios que le imponen los eventos vitales a los cuales tiene que enfrentarse, aunque esto fue un fenómeno muy individual, en el que influyeron muchos factores, entre ellos, los rasgos de personalidad del adulto mayor. A continuación analizamos los factores de riesgos psicosociales más frecuentes en relación con la depresión.

 

Tabla 6. Distribución de adultos mayores según factores de riesgos  psicosociales
más frecuentes en relación con la depresión:

Factores de riesgos

No.

%

Soledad y desamparo filial

201

57.8

Pérdida de roles

175

50.8

Viudez y pérdida de familiares

149

42.8

Inadaptación a la jubilación

97

27.8

Deficientes condiciones socioeconómicas

51

14.6

Ausencia de confidentes

49

10

Institucionalización

47

13.5

Fuentes: historias clínicas.

 

Los factores de riesgos más frecuentes asociados a la depresión fueron la soledad y el desamparo filial con 201 casos para un 57,8% y la pérdida de roles con 175 casos representando un 50,2%. Es necesario que señalemos que estos factores no se pudieron ver de forma aislada porque hay ancianos donde  varios de ellos estaban concomitando.

 

En cuanto a la soledad y desamparo filial los resultados coinciden con lo que plantea  Antonccio y otros autores 21,22 y superan estos resultados otros reportes 23. Debemos señalar que se consideró de forma diferente a aquellos ancianos que han decidido vivir solo por cuenta propia de los que quedan solos por circunstancias traumáticas como pérdidas del cónyuge.

 

La soledad no se refirió únicamente a la instancia realista de “Vivir a solas” sino también a la subjetiva, donde encontramos las relaciones ínter subjetivas, la interioridad afectiva plagada de sentimientos emocionales imaginarios y simbólicos.

 

Ésta fue la etapa de la vida donde existieron de forma más frecuente la pérdida de familiares y amigos que son insustituibles para el anciano, constituyendo un factor que predisposo al fracaso de los mecanismos de defensa utilizados por el mismo. La viudez y la pérdida de familiares mostraron cifras significativas en relación con la depresión, coincidiendo con otros autores 23,32.

 

La pérdida de roles se manifestó similar a lo planteado por Antonuccio 21 y otros 23. Al llegar a la vejez se pierde el rol social y familiar, no se cuenta con ellos en el momento de tomar decisiones importantes, dejan de ser los sustentos de la familia y no son el eje central del seno familiar.

 

En cuanto a la inadaptación a la jubilación se obtuvieron resultados superiores  a otros reportes 23. La jubilación es la que marca el fin del deber principal del hombre.  Para éste, no es sólo el trabajo una forma de ganar dinero, seguridad o prestigio social, sino que también origina una serie de satisfacciones internas y es una forma de participar en la vida social.

 

El alejamiento de la vida profesional supone algo más que el cese de la actividad más o menos valorada. Implica la adaptación a un nuevo papel con otras expectativas de comportamiento, una modificación del estilo de vida cotidiana, ya no sujeta al ritmo de actividad profesional y una reestructuración  de la vida social, incluida la modificación en la interacción de los contactos familiares. Supone ciertas modificaciones en la economía personal y un desplazamiento de los compromisos e intereses personales del mundo del trabajo a los del tiempo libre 24,25.

 

En lo que respecta a las deficientes condiciones socioeconómicas el resultado  fue similar a otros autores 21. Las necesidades materiales de los ancianos son cada vez más crecientes y no pueden ser satisfechas a pesar de la seguridad social 26. Las ausencias de confidentes se asemejan a lo reportado por  García 27.

 

La institucionalización tuvo una menor influencia porque fue considerablemente menor el número de pacientes que ingreso del hogar de anciano en relación con los de la comunidad. Según Adonne 24 la internación en hogares de ancianos es vista como un producto del desamor, abandono, falta de afecto de los hijos, tan solo es admitida para aquellos casos de enfermedad y extrema necesidad, se le define entonces como el “mal menor”. La institucionalización es vista como una solución en muchos casos, pero es un factor generador de depresión 25,27.

 

DISCUSIÓN

 

La hipótesis del envejecimiento cerebral presupone que el deterioro neurológico explica la mayor vulnerabilidad de los ancianos al desarrollo de la enfermedad depresiva por primera vez y su evolución más maligna. Los datos neurobiológicos que apoyan estos conceptos se centran sobre el agotamiento de las monoaminas.  Los estudios que demuestran disminución de las hidroxilasas de la tiroxina y el triptofano relacionado con la edad son compatibles  con  la teoría de la deficiencia de la monoaminas sobre la patogénesis de la depresión geriátrica. La correlación entre el aumento de la actividad de la monoaminooxidasa (MAO), enzima que metaboliza tanto las indolaminas como las catecolaminas, y el envejecimiento se inclina a favor de la hipótesis del envejecimiento cerebral. Favorece más todavía la certeza de este planteamiento, la identificación de mayor actividad de las MAO en los sujetos depresivos que iniciaron su problema en la senectud que en los sujetos en los que el trastorno comenzó antes que envejecieran. 28. Coincidimos con otros autores 12,18.

 

Según la Lic. Silvia Meneses las mujeres sufren más depresiones que los hombres debido a los cambios hormonales, aunque también influyen otras razones sociales y de personalidad, como el que sea considerado en general más autocríticas 29. Anteriormente estos resultados fueron obtenidos por otros autores 19.

 

Fernández, en España, en el 2001 señala que los pacientes que sufren algún tipo de enfermedad médica tienen mayor prevalencia de depresión que el resto de la población y que aumenta según la gravedad de la patología concomitante y las repercusiones en el individuo y su entorno 30.

 

La frecuencia de que aparezca este cuadro producto a las enfermedades está dada, entre otras cosas, porque las mismas imposibilitan la realización de las actividades que habitualmente realizaba el anciano. Además, en muchos casos, interrumpen la dinámica familiar a la que estaban acostumbrados. Similares resultados fueron obtenidos anteriormente por Blazer, Caballero, Sala y otros 16, 17, 19, 31,32 quienes consideran que es manifiesta y a la vez compleja la importancia de la salud física en la patogenia de la depresión geriátrica.

 

En las neoplasias la depresión es una afección comorbida, un síndrome que incapacita y afecta a varios  de  los pacientes con cáncer. Los tipos más frecuentes   asociados a depresión son los pancreáticos, ginecológicos y de localización gastrointestinal. 20. Generalmente los trastornos depresivos en las enfermedades cerebro-vasculares aparecen en la etapa aguda de la enfermedad, es decir, en el primer mes 30.

 

La frecuencia de depresión en la enfermedad de Parkinson se cifra en la mitad de los casos, considerándose  los síntomas afectivos como parte de la enfermedad. Se asocia  además  con las formas de inicio temprano. Los síntomas ansiosos irritabilidad y pesimismo son muy frecuentes, así como las ideas de suicidios. Se sabe que la depresión no se debe únicamente a los sentimientos de incapacidad que ocasiona la enfermedad, sino que existe una correlación biológica. Aunque los anti-parkinsoniamos se asocian con depresión, no se ha visto mayor proporción de pacientes deprimidos después de la introducción de la levodopa. 32.

 

En  el  hipotiroidismo los síntomas afectivos pueden llegar a ser los más prominentes, esta relacionado con la disminución de hormonas tiroideas en sangre. La hormona tiroidea T3 se utiliza como coadyuvante de los antidepresivos tri-cíclicos en pacientes con depresión resistente, aún sin hipotiroidismo. Su nivel en sangre se ha relacionado con el riesgo de recurrencias de los episodios  depresivos, aumentando el periodo asintomático conforme los niveles de T3 sean mayores.                                  

 

Los  ancianos con síntomas depresivos están en mayor riesgo de una declinación física subsiguiente 33. Por lo que para Garre y Vilalta la presencia de síntomas depresivos se asocia a un mayor grado de incapacidad funcional 34. Nuestros resultados se asemejan a los obtenidos por  otros autores 15,35 quienes plantean que un número de ancianos son portadores de trastornos tanto físicos como psicológicos que obstaculizan el funcionamiento independiente de las actividades básicas  del diario vivir, siendo entre ellas las más afectadas el bañarse y el uso del servicio sanitario y de las instrumentadas.

 

En torno a los 60 años empieza a tener relevancia el problema de que la interacción social disminuye con la edad, lo que supone un impacto en el estado anímico y cognitivo de la población anciana, que aboca en muchos casos en trastornos depresivos y deterioro cognitivo 36.

 

CONCLUSIONES

 

Se concluye que predominaron los pacientes entre los 60 y 69 años y el sexo femenino. Las enfermedades biológicas más frecuentes fueron las neoplasias, las secuelas de enfermedades cerebro-vasculares y las bronconeumonías extra e intra-hospitalarias. El mayor por ciento de los deprimidos son dependientes para las actividades de la vida diaria, tanto básicas como instrumentadas. Los factores de riesgos más  frecuentes  asociado a la depresión  fueron la soledad, el desamparo filial y las pérdidas de roles.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Devesa Colina E, Geriatría y Gerontología. El anciano cubano. Ciudad de la Habana: Editorial  Científico-Técnico, 1992.
  2. MINSAP. Objetivos, propósitos y directrices para incrementar la salud de la población cubana. 1992-2000. La Habana, 1992: 3-17.
  3. Medicina del envejecimiento [editorial en línea]. Bol Geroinfo 2003;(2) abr. 
  4. Cervilla J. A. Trastornos depresivos. Psiquiatría geriátrica. Barcelona: Masson, 2001.
  5. Portella M J, Marcos T. Implicación del lóbulo frontal en la depresión mayor senil. Rev  de Neurol 2002, 35 (9): 891-894.
  6. Mc Call NT, Parks P, Smithk, Pope G, Griggs M. The prevalence of major depression or dysthymia among age  Medicare fee-for-service beneficiaries. Int J. Geriatr Psychiatry 2002, 17: 557-565.
  7. Berardi D, Menchetti M, De Ronchi D, Rucci P, Leggyeri G, Ferrari G. Late-Life     depression in primary care: A nationovide Italian epidemiological survey. j am Geriatr Soc 2002, 50:77-83.
  8. Gostynski M, Ajdacic-Gross V, Gutzwiller F, Michel JP, Herrmann F. Depression among the elderly in switzerland. Nervenarzt 2002, 73: 851-860.
  9. Thongtang O, Sukahturga K, Ngamthipwatthana T,Chulakadabba S, Vuthiganonds, Pooviboonsuk P, Prevalence and incidence of depression in the thai elderly. J MED Asoc. Thae 2002, 85: 540-549.
  10. Alonso Fernández F. Cuadros depresivos somatomorfos. Anal Real Acad. Nac. MED 2001, 118 (4): 745-770.
  11. Organización Panamericana de la Salud. Depresión. Batería de instrumentos para la evaluación y tratamiento. En: Guía clínica para la atención primaria de las personas adultos  mayores. Washington: OMS, 2002      
  12. Wikinson G, Moore P. Como tratar a las personas con depresión. Guía práctica en atención primaria Barcelona. Educación médica, 1999.
  13. Vilarta French J, Llena Regla j, López Pausa S. Depresión y demencia. Rev. Neurol 1999;  29 (7): 599-602.
  14. Álvarez Solar M, Benítez del Rosario M A, Espinosa Almedro J M, Gorronogoitea Iturbe A, Martín  Resende  I, Muñoz Cabos F, et al. Depresión en el anciano. En: Programas Básicos de Salud. V8. Madrid: Ediciones Dogma: 2000. p73-82.        Ibáñez de Guana M. Calcedo Barba A. Urgencias psiquiátricas en el anciano, En: Clínicas Geriátricas: urgencias en geriatría. Madrid: Editores médico, 1997, t XIII: 117-119.
  15. Blazer D G Depresión. En: EL manual Merch de Geriatría, España: Ediciones Doyma, 1992: 1091-1095.
  16. Antonuccio ON. Depresión, En: Rocabrunos Mederos JC.Tratado de Gerontología y Geriatría clínica. La Habana: Editorial científico -técnica 1999:447-450.
  17. Mejia R. ¿ Es recomendable el rastreo de la depresión en adultos?Evidencia 2003,6 (1) :10
  18. Sable JA, Dunn LB, Zisook S. Late-Life depression .How to identifity its symptoms and provide affective treatment. Geriatrics 2002,57(2):18-35.
  19. González Ceño M. Depresión en ancianos: un problema de todos .Rev. Cubana Med Gen. Integral 2000,17(4):316-320.
  20. Montono Cerrato I, Nuevo Benítez R, Losada Baltar A, Márquez González M. Prevalencia de trastornos de ansiedad y depresión  en una muestra de personas mayores residentes en la comunidad.  MAPFRE medicina 2001; 12(1):19-26.
  21. Meneses S. Medimundo. Avances Médicos de Cuba 2001,8(27):58-59.
  22. Fernández Camacho A. Depresión y enfermedad medica. Rev esp. Med Gen 2001,38:823-826.
  23. Caballero JC. Suicidio. En Rocabrunos Mederos JC. Tratado de Gerontología y Geriatría Clínica.  La  Habana .Editorial Científico -Técnica, 1999:121-126.
  24. Serrano Dueñas E. Enfermedad de parkinson y depresión. Rev Neurol 2000; 31(12); 1109-1112.
  25. Alvarado -Esquiven C, Hernández Alvarado AB, Rodríguez Corral K. La prevalencia de depresión en alumnos de la escuela de la tercera edad es mas alta que en residentes de hogares de ancianos .Salud Publica de México 2004,76(3).
  26. Garre Olmo I, López- Pausa S,  Vilalta Fronch J, Turon -Estrada A, Hernández -Fernández M, Lozano -Gallego M, et al. Carga del cuidador y síntomas depresivos en pacientes con enfermedad de Alzheimer. Evolución a los 12 meses. Rev Neurol 2002,34(7):601-607.
  27. Lyness. JM. La importancia de la depresión subsindromica  en pacientes ancianos: Prevalencia y discapacidad funcional asociada. JAM. Gereatric Suc. 1999; 47(6):647-652.
  28. González Sobejano MJ, Flores Lozano JA, Flores Villaverde P. Programa psicoterapéutico de entrenamiento de las habilidades sociales. Su eficacia en el estado anímico  y en la función cognitiva de residentes. Rev psiquiatría Fac Med Barna 2000, 27 (6):320-330.
  29. Antonuccio ON. Desamparo y soledad .En: Rocabrunos Mederos JC. Tratado de Gerontología y Geriatría Clínica. La  Habana, Editorial científico  técnica ,1999:434-435.
  30. Butter RN, Hyer K. Vida en soledad .En: El manual Merch de Geriatría. España: Ediciones Doyma ,1992:1223-1225.
  31. Guevara E Prevalencia y factores de riesgo de discapacidad física y mental en adultos mayores en el municipio Holguín. Trabajo para optar por el titulo de especialista en primer grado en Gerontología  y Geriatría, 2001.
  32. Odonne MJ. Aspectos  sociales del envejecimiento En: Rocabrunos Mederos JC. Tratado de Gerontología y Geriatría Clínica. L a  Habana: Editorial científico  técnica, 1999:101-108.
  33. OMS. El envejecimiento y la capacidad de trabajo. Series de informes técnicos, Ginebra: Benzal ,1993.
  34. Belard F, Zunzunegui MV. Predictors of functional status in older people living at home -Afe - ageing 1999;28(2):153-159.
  35. García V. Prevalencia y factores  de  riegos de discapacidad en el anciano. Municipio Marianao .Trabajo para optar por el titulo de master en atención primaria. Facultad de salud publica ,1999.
  36. García Periche I. Factores psicosociales de riesgo en la depresión. Rev psiquiatría Fac Med Barna 1998; 25(4):92-98.

 

ANEXO NO. 1

 

Escala de depresión Geriátrica de Yesavaje.

Elija la mejor respuesta acerca de cómo se sintió la semana pasada.

1. ¿Esta usted básicamente satisfecho con su vida?  Si o no

2. ¿Ha abandonado muchas de sus actividades? si o no

3. ¿Siente que su vida esta vacía? Si o no

4. ¿Se aburre con frecuencia? Si o  no

5. ¿Se siente esperanzado con respecto al futuro? Si o no

6. ¿Le preocupan pensamientos que no puede quitarse de la cabeza? Si o       no

7. ¿Se encuentra animado la mayor parte del tiempo? Si o no

8. ¿Teme usted que le vaya a pasar algo malo? Si o no

9. ¿Se siente feliz la mayor parte del tiempo? Si o no

10. ¿Se siente desamparado con frecuencia? Si o no

11. ¿Se siente intranquilo y nervioso con frecuencia? Si o no

12. ¿Prefiere permanecer en su casa, en vez de salir y hacer cosas nuevas? Si o no

13. ¿Se preocupa con frecuencia por el futuro? Si o no

14. ¿Cree usted que tiene más problemas de memoria que las demás  personas? Si o no

15. ¿Cree que es maravilloso estar vivo? Si o no

16. ¿Se siente con frecuencia triste y deprimido? Si o no

17. ¿Piensa con frecuencia que su vida no tiene sentido? Si o no

18. ¿Se preocupa más por el pasado? Si o no

19. ¿Encuentra que la vida es muy interesante? Si o no

20. ¿Le resulta difícil poner en marcha nuevos proyectos? Si o no

21. ¿Se siente lleno de energía? Si o no

22. ¿Piensa que su situación es desesperada? Si o no

23. ¿Piensa que la mayoría de las personas están mejor que usted? Si o no

24. ¿Se enfada con frecuencia por cosas pequeñas? Si o no

25. ¿Siente con frecuencia ganas de llorar? Si o no

26. ¿Le resulta difícil concentrarse? Si o no

27. ¿Se siente feliz al levantarse por la mañana? Si o no

28. ¿Prefieres evitar los contactos  sociales? Si o no

29. ¿Le resulta fácil tomar decisiones? Si o no

30. ¿Conserva una mente tan clara como la de antes? Si o no

-- Respuesta no indicadora de depresión: sí. (1, 5, 7, 9, 19, 27, 29, 30)

Todas las restantes: no.

Puntuación _________ (numero de R/ Deprimidas).

Normas: Normal 5±4

Depresión leve 14±6

Depresión intensa o mayor  23±5

 

ANEXO NO. 2

Criterios DSM-IV para el diagnóstico de trastornos distimico.

A-Estado de ánimo depresivo, se presenta la mayor parte del día, ó a lo largo de dos años como mínimo.

B-Durante los períodos depresivos están presentes dos de los síntomas siguientes

1. Poco apetito o veracidad.

2. Insomnio o hipersomnio.

3. Pérdida de energía o fatiga.

4. Disminución de la estima.

5. Falta de concentración o dificultad para tomar decisiones.

6. Sentimientos de desesperanza.

C-Un período de dos años en el que se da la alteración sin síntomas de los criterios A y B por más de dos meses seguido.

D-No hay pruebas de episodios depresivos mayores.

E-Nunca ha habido un episodio maníaco, mixto y nunca se han cumplido los criterios para el trastorno ciclotímico.

F-La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico crónico como la esquizofrenia o trastorno delirante.

G-Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (Ej.: una droga o medicamentos) o a enfermedad médica (Ej.: hipotiroidismo)

H-Los síntomas causan un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de  la actividad del individuo.

 

Correspondencia: Dr. Juan Carlos Baster Moro. Calle Maceo No. 244 e/ Cables y Ángel Guerra. Holguín, CP 80 100.Correo electrónico: juanca@cristal.hlg.sld.cu

 

Indice Anterior Siguiente