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Correo Científico Médico de Holguín 2007;11(2)

 

Trabajo de revisión


Departamento de Salud Pública. Facultad de Ciencias Médicas “Mariana Grajales Coello” Holguín.

 

El rechazo escolar en los niños. Causas y manejo.

 

School rejection in children. Causes and handing.

 

María Antonieta Rodríguez Arce.

 

Psicóloga.

 

RESUMEN

 

El rechazo escolar se manifiesta con negarse a asistir a la escuela. Puede estar acompañado de otras conductas como: llanto por las noches al recordar lo que pasará al día siguiente y más aún, por las mañanas cuando es inminente su enfrentamiento.

 

Por supuesto, si rechaza la institución escolar, esto lo tortura y le provoca estados emocionales negativos y tensión que pueden derivar en alteraciones psíquicas y acompañarse de reacciones neurovegetativas, una de las más frecuentes es el vómito. En el caso de complicaciones, el niño debe ser valorado y atendido por un especialista.

 

Son diversas las causas de este problema: incorrecta preparación para la entrada a la escuela, situaciones familiares inadecuadas, fracasos escolares, inasistencias a la escuela frecuentes y/o prolongadas, inadecuada comunicación entre los padres y el personal de la escuela, mal manejo pedagógico, experiencias negativas en el ámbito escolar y otras.

 

Ante todo, con ecuanimidad se deben valorar sus posibles causas para tomar decisiones acertadas en correspondencia con ellas.

 

De la escuela nunca se deben ofrecer criterios negativos, aunque la causa esté allí. Es importante reforzar, sin exagerar, la imagen positiva de la misma, que propicie borrar las vivencias que le hacen daño.

 

Los padres deben comunicarse con la maestra para analizar con respeto y ánimo favorable las circunstancias que han rodeado esta situación, para entre todos llegar a acuerdos que favorezcan el bienestar del niño. El hogar debe ser la continuación de la escuela y viceversa. El escolar debe percibirlos como amigos que se unen en una causa común: la felicidad y sano desarrollo de éste.

 

La maestra y el personal de la escuela deben ofrecer al pequeño un manejo pedagógico de acuerdo con la edad, las características del niño y su situación.

 

Palabras clave: rechazo escolar / niño.

 

ABSTRACT

 

School rejection is revealed when children refuse to go to school. It may be accompanied by any other behaviour such as: crying at nights when the child remembers what is going to happen the next day, and even more in the morning, when the confrontation is imminent.

 

Of course, if the child refuses the school institution it will make him feel tortured and will bring about negative emotional conditions and stress which may result in psychic alteration enclosing neurovegetative reactions, such as the vomit, among one of the most frequent reactions, and in case of complications, the child be valued by a specialist.

 

There are different causes of this problem: wrong training for the beginning of school, inappropriate family situations, school failures, frequent or long absence to school, inadequate communication between the parents and the school staff, incorrect pedagogical handling, negative experiences in the school environment and others. First of all, all their possible causes must be valued with equanimity and then, to take proper decisions according to the real causes.

 

We should not give negative criteria about the school, even when we know the cause is there. It is important to reinforce-without exaggerating the positive image of the school, winning over to forget the negative personal experiences that are affecting the child.

 

There must be communication between the parents and the teacher, to analyze with respect and good intentions the circumstances which have been around this situation, in order to get to a common agreement for the child´s wellbeing.

 

Home must be the continuation of the school and vice versa. The schoolboy and the schoolgirl should feel both, as good friends that get together for a common cause: happiness and healthy growth of them.

 

The teacher and the school staff must offer the child a pedagogical management according to the boy´s or girl´s age, their characteristics and their situation.

 

Key words: school rejection / child.

 

DESARROLLO

 

La entrada de los niños y niñas a la escuela y su vida en ésta, generalmente, provoca cambios y vivencias agradables y muy importantes en los escolares. El estudio se convierte en su actividad fundamental, el cual favorece el desarrollo de todos los procesos cognoscitivos, especialmente, el pensamiento lógico, además, el lenguaje, los sentimientos, la voluntad, la atención y otras características psicológicas, físicas y sociales.

 

El enfrentarse a través del estudio, a un grupo escolar, les permite asimilar nuevas normas de conducta, refuerza las aprendidas y a esforzarse por ser aceptado por sus compañeros. Aprende a defenderse, ceder, esperar, atender, repartir, compartir, callar cuando es necesario, tener obligaciones y cumplirlas.

 

Sin embargo, no todos son felices en la escuela, no todos desean permanecer en ella y tratan de evadir su asistencia a la misma, rechazan a esta institución y tanto padres, como maestros no siempre saben manejar esta situación.

 

El rechazo escolar se manifiesta con negarse a asistir a la escuela. Puede estar acompañado de otras conductas como: llanto por las noches al recordar lo que pasará al día siguiente y más aún, por las mañanas cuando es inminente su enfrentamiento. Además, con ruegos a los padres para que no lo lleven, incluso, se observan niños y niñas que fingen determinado problema de salud para evitar ir. Los más frecuentes son: problemas digestivos, cefaleas, dolores abdominales o en otras partes del cuerpo y hasta asma bronquial.

 

Existen padres que se dejan engañar por la preocupación y no lo llevan a la escuela y después de transcurrir un tiempo, se percatan, que se muestra feliz y activo y “se le olvidó su enfermedad”. La situación se complica cuando este comportamiento se repite y comienzan las inasistencias en aumento. Ésta no es la solución, al contrario, no debe dejar de asistir.

 

Por supuesto, si rechaza la institución escolar, esto lo tortura y le provoca estados emocionales negativos y tensión que pueden derivar en alteraciones psíquicas, que pueden acompañarse de reacciones neurovegetativas, una de las más frecuentes es el vómito.

 

Cuando aumenta la angustia, el temor desproporcionado por la asistencia a la escuela, con la aparición de mucha ansiedad y depresión, se está en presencia de la fobia escolar. En ella, el comportamiento se descontrola, es decir, no hay autocontrol, no hay relación entre la causa que la provoca y el resultado, la cual se acompaña de síntomas somáticos que sugieren un cuadro agudo y progresivo.

 

Los padres y maestros deben evitar que el rechazo escolar se convierta en fobia tomando las medidas que posteriormente expondré. En el caso de complicaciones, debe ser valorado y atendido por un especialista.

 

En ocasiones, el rechazo es causado por las irregularidades en la asistencia al centro por enfermedades prolongadas, por la preocupación de los padres o en ocasiones por comodidad de los mismos, que se no levantan temprano o tienen otras actividades, según su criterio, más importantes a llevar a cabo. El pequeño puede comenzar a percibir la escuela como un obstáculo a permanecer en su casa donde se siente querido, protegido y seguro.

 

Por otra parte, si comienza a fingir enfermedades para evadir esta situación y lo logra, con bastante probabilidad, aprenderá a usarlas para obtener ganancias secundarias y se puede generalizar a otras circunstancias.

 

Esta situación que estoy analizando es más evidente en la entrada por primera vez a un centro escolar. El cambio entraña muchos ajustes y enfrentamiento a personas, tareas, responsabilidades, normas, horarios para los que no siempre está preparado/a, lo cual se convierte en la causa más importante. Además, los familiares tampoco lo están y sus preocupaciones, por lo que sucede o podrá suceder, les provoca tensión y ésta, inadecuados manejos que agravan la adaptación al nuevo medio.

 

En ocasiones, la incorporación a su primer año a la institución o a un nuevo grado escolar, provoca en algunos grandes expectativas respecto a lo encontrará allí, qué aprenderá, cómo lo recibirán, cómo responderá a las exigencias de sus familiares y otras. Si estas expectativas no se satisfacen, puede rechazar el lugar donde se siente frustrado, por supuesto, la magnitud de este hecho psicológico está relacionada con su nivel de tolerancia a las frustraciones y otras características individuales.

 

Con frecuencia, he observado este hecho en escolares, ante la inseguridad por percibir que no pueden responder satisfactoriamente a las exigencias del maestro o los maestros. Una causa de ello está en que, habitualmente, sus padres ejecutan sus tareas, responsabilidades y estudian bajo la tutela de los mismos. Cuando deben enfrentar por sí mismos una situación, no saben hacerlo, se sienten inseguros y tensos, entonces, tratan de huir rechazando la escuela.

 

Debo alertar acerca del uso de algún medicamento prescripto o no por el médico por el escolar, porque me he encontrado casos en que esta situación lo ha tornado irritable y poco tolerante a los cambios, por el efecto secundario de la medicina en el sistema nervioso.

 

De acuerdo con mi experiencia, la causa más frecuente reside en las experiencias negativas que ha tenido en la escuela que pueden ser reales o que al menos, las ha percibido así.

 

Estas vivencias desagradables son ocasionadas por un inadecuado manejo pedagógico producto de “métodos educativos” ineficientes y/o no tener en cuenta las características de la edad y su individualidad. También, pueden existir por la agresión de otros niños y niñas, no percibir que es aceptado por sus iguales, incluso, el maestro; cambio de aula y maestro, fracasos en el aprendizaje y otras circunstancias casuales.

 

El rechazo escolar puede aparecer ante situaciones imprevistas y desagradables relacionadas con momentos de su vida como: nacimiento de un hermanito, divorcio de los padres, cambio de domicilio, muerte de un familiar allegado y otros. Éstas lo impactan y le ocasionan tensiones mantenidas que pueden desorganizar su comportamiento y desear permanecer en su casa para sentirse seguro, protegido y querido.

 

No todos se conducen de igual manera. Algunos se muestran pasivos, tristes, aislados; otros, intranquilos, rebeldes y agresivos. No siempre, son bien manejados, sobre todo, los intranquilos, y los regaños, las quejas del maestro van en aumento. Es evidente, que esto complica la situación y ellos se sienten incomprendidos y rechazados.

 

Las quejas o comentarios del maestro u otro personal del centro, sobre todo, delante del niño también contribuyen a lo que expuse anteriormente. Este hecho, lo observo a diario.

 

En cada tema que abordo insisto en la importancia de la prevención. Si padres y maestros lo educan a partir de las características de su edad y las propias, muchas situaciones no surgirían, su desarrollo sería pleno y saludable en todos los sentidos. No obstante, ya existe el problema, hay que enfrentarlo correctamente.

 

En el manejo adecuado del rechazo escolar intervienen dos partes: la familia y el personal de la escuela. Ambos deben estar muy unidos en la comprensión y enfrentamiento de la situación que está afrontando.

 

¿Qué deben hacer los padres?

 

Ante todo, con ecuanimidad deben valorar las posibles causas para tomar decisiones acertadas en correspondencia con ellas.

 

Los miembros del hogar deben propiciar un ambiente agradable, colmado de amor, comprensión, respeto y adecuada comunicación con el niño y entre éstos.

 

No deben hacer comentarios negativos acerca de su conducta o del personal de la escuela y mucho, menos delante de él.

 

De la escuela nunca se deben ofrecer criterios negativos, aunque la causa esté allí. Es importante reforzar, sin exagerar, la imagen positiva de la misma, que propicie borrar las vivencias que le hacen daño.

 

Los padres deben comunicarse con el maestro, analizar con respeto y ánimo favorable, las circunstancias que han rodeado esta situación, para entre todos llegar a acuerdos que favorezcan su bienestar. El hogar debe ser la continuación de la escuela y viceversa. El escolar nunca debe percibirlos como enemigos, al contrario, como amigos que se unen en una causa común: la felicidad y su sano desarrollo. Además, deben solicitar al maestro recomendaciones pedagógicas para ayudarlo en el hogar y ejercitarlo en los objetivos por lograr, para evitar que los fracasos escolares sean la causa del problema o al menos, los refuercen.

 

Cuidado con los padres perfeccionistas que no toleran que su hijo tenga alguna dificultad. Con ello, sólo se favorecen a las tensiones innecesarias, la inseguridad, el temor al fracaso y al enfrentamiento de las situaciones cotidianas.

 

Es importante, crear en el escolar costumbres de estudio, es decir, negociar con él, el horario diario en que debe hacerlo de acuerdo con su edad y características. Este no debe prolongarse. Propiciar también, actividades con otros niños y niñas, actividades como dibujar, recortar, armar, pegar, modelar, que son necesarias para su desarrollo.

 

No debe percibir el estudio como actividad impuesta, obligada. Debe percibirla como necesaria, importante, agradable y donde es su responsable y protagonista. Muchos enfrentan el estudio como un problema de los padres, como una obligación que deben cumplir para complacer, no recibir regaños y castigos. Para lograrlo, esta actividad debe desarrollarse en un ambiente sosegado, los padres no deben regañar por errores que cometa.

 

Cuando pida ayuda, alguna aclaración o se le revise lo que ejecute, no se le regaña ni se usan palabras ofensivas y humillantes, todo lo contrario, se le señala la dificultad con tacto y se le ofrecen las recomendaciones para que rectifique. Nunca se le debe hacer el ejercicio o tarea. Esa es su responsabilidad y obtenga el resultado que sea, es el suyo.

No se deben utilizar frases como: “Siempre te equivocas”, “Eres un bruto”, “No sabes hacer nada solo”, “Mira a tu hermano cómo sabe”, “Contigo no tengo paciencia”, “Tienes una letra muy fea”, “Borras mucho y ensucias lo que haces”, “Así no llegarás a nada” y otras.

 

Es importante hacer todo lo contrario, es decir, usar frases que lo estimulen, que favorezcan su autoestima y seguridad en sí mismo. Por ejemplo: “Lo has hecho bien pero si arreglas esto, será mejor”, “Lo lograrás”, “Aprender significa conocer cada día más, los errores y su rectificación es parte de ello” y otras.

 

Deben dosificarse responsabilidades en el hogar de acuerdo con su edad y características, que contribuyan a su independencia, seguridad en sí mismo/a y sentirse necesario y útil. Por ello, halagarlo. El elogio a sus éxitos, aunque sean mínimos, lo estimulará a ser mejor, a repetir la conducta que fue aprobada.

 

Deben percatarse de sus aptitudes, sus intereses, de cuáles actividades ejecuta satisfactoriamente para apoyarse en éstas y lograr su avance. Desgraciadamente, con frecuencia, los padres sólo observan las conductas negativas y las señalan abusando de ello. ¿Cuál es el resultado? Los fracasos se incrementan y pueden sentirse “como niños y niñas problemas”.

 

Se debe propiciar un horario de vida estable donde se planifiquen actividades con niños y niñas, cumplimiento de tareas escolares y del hogar, comidas y tiempo suficiente de sueño. Hay niños y niñas que necesitan dormir más tiempo y otros/as, que son más lentos/as en la realización de sus actividades. Entonces, deben acostarse más temprano y levantarse más temprano para evitar tener que apresurarlos y regañarlos.

 

Nunca deben utilizar amenazas, castigos relacionados con la escuela y el estudio.

 

No hacer comparaciones con otros escolares. Cada persona es irrepetible y las circunstancias que la rodean, lo son también.

 

Si asiste por primera vez a la escuela o el rechazo comienza por el cambio de grupo o escuela, se puede hacer una incorporación más lenta a los horarios escolares, es decir, asistir a algunas actividades docentes de la mañana y después ir aumentando el tiempo de estancia en la misma, en la medida que la acepte. Por supuesto, esta es una medida que se tomará en los casos que se requiera. Incluso, puede decidirse un cambio de maestro o escuela. Esto debe hacerse bajo la orientación de un especialista y el consentimiento del niño y los padres, sobre todo, del principal interesado.

 

Los padres deben asegurar que el uniforme y los materiales escolares estén dispuestos de manera adecuada y oportuna.

 

Se debe estimular a preparar materiales en la casa para llevar a la escuela, que lo incentiven a desear ir. Por ejemplo: un dibujo para el mural, flores para José Martí, flores para el maestro, tarjetas de felicitación para el maestro o para los niños y niñas el día de su cumpleaños, un juguete para donarlo a su grupo y otros.

 

Al llegar a la escuela deben saludar con amabilidad y respeto a los trabajadores, otros padres y alumnos. La despedida debe ser también agradable.

 

¿Qué deben hacer el maestro y el resto del personal de la escuela?

 

Tener en cuenta las orientaciones que ofrecí anteriormente, que sean apropiadas a ellos.

 

Recibir al escolar con cariño y atención diferenciada para que se sienta querido, atendido y aceptado. Durante su estancia en la institución debe estar rodeado/a de amor y la despedida debe ser similar.

 

Debe sentarse cerca del maestro para que éste le pueda ofrecer suficiente atención. No debe pasar inadvertido.

 

Deben sugerirle variadas actividades de acuerdo con su edad y características para mantenerlo ocupado e interesado.

 

No hacer comentarios negativos y menos, en su presencia.

 

Utilizar frases estimulantes que favorezcan su autoestima y estados afectivos positivos.

 

Darle responsabilidades sencillas que pueda y quiera cumplir, las cuales irán ganando en complejidad de acuerdo con sus posibilidades.

 

Debe ser halagado por éxitos.

 

Cuando cometa un error o exhiba una conducta inadecuada, no se le debe regañar delante de sus compañeros u otras personas. Es más acertado conversar con él o ella con tacto sin que perciba que se le está juzgando.

 

Si se aparta de los demás, el maestro o la auxiliar pedagógica debe jugar con él y una vez que ha logrado su participación, atraer a la actividad a otro niño o niña y después otros, es decir, llevar el grupo al niño. Así no se sentirá presionado y sin darse cuenta, pronto estará jugando con sus iguales.

 

Mientras esté en este proceso no se debe evaluar. Si se le pide alguna información, hay que tener en cuenta que pueda darla y elogiarlo por ello.

 

Durante su reajuste a la escuela no se debe vacunar ni hacer ningún examen médico o de otra especialidad dentro de la misma. Para ello, debe ser llevado por sus padres a la institución de salud correspondiente.

 

Para resumir, son diversas las causas de este problema: incorrecta preparación para la entrada a la escuela, situaciones familiares inadecuadas, fracasos escolares, inasistencias a la escuela frecuentes y/o prolongadas, inadecuada comunicación entre los padres y el personal de la escuela, mal manejo pedagógico, experiencias negativas en el ámbito escolar y otras.

 

Ante todo, con ecuanimidad se deben valorar sus posibles causas para tomar decisiones acertadas en correspondencia con ellas.

 

El maestro y el personal de la escuela deben ofrecerle un manejo pedagógico de acuerdo con su edad, características y su situación.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Díaz Atienza J. Trastorno de ansiedad de separación y fobia escolar. [Documento en línea]. 2006. < http://www.paidopsiquiatria.com/tansie/tansie.htm>. [Consulta: 3 febrero 2006].
  2. Vélaz de Medrano Ureta V. Medidas para prevenir el rechazo escolar y evitar la exclusión social. Ministerio de Educación y Ciencia. Zaragoza, 2004.
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  4. Desarrollando las habilidades vitales básicas. [Documento en línea]. 2005. <http://www.cnice.mecd.es/recursos2/convivencia_escolar/6_3.htm.>. [Consulta: 23 diciembre 2005].

Correspondencia: Lic. María Antonieta Rodríguez Arce. Departamento de Salud Pública. Dirección particular: Coliseo edificio 1 apartamento 2 / Narciso López y Morales Lemus, Holguín. Teléfono: 461819. E-mail: marian@cristal.hlg.sld.cu

 

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