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Correo Científico Médico de Holguín 2006;10(2)

Comunicación breve

 

Dirección de Provincial de Salud. Holguín.

 

Funcionamiento del adulto mayor en situaciones de desastres.

 

The biggest adult's operation in situations of disasters.

 

Juan Carlos Baster Moro1, Armando Roca Socarras2.

 

1 Especialista de Segundo Grado en Medicina General Integral. Profesor Instructor. Departamento de Adulto Mayor.

2 Especilista de Primer Grado en Gerontología y Geriatría. Jefe del Grupo Provincial de Gerontología y Geriatría.

 

RESUMEN

 

Se realiza una breve descripción de aspectos relacionados con la respuesta del adulto mayor cuando se producen desastres. El funcionamiento del anciano es su medidor básico de salud, por eso es necesario que todos los eventos que lo afecten consideren su repercusión funcional. Se exponen conceptos básicos aplicados a todos estos procesos, que son empleados por los diferentes sectores estatales responsabilizados con la preservación de la salud de la población. Se presenta la clasificación de los desastes más comunes, sus posibles consecuencias más temidas y finalmente se particulariza en el tema del impacto en los más envejecidos.

Palabras clave: desastres naturales, medicina, anciano, riesgo, salud pública, evaluación de daños.

ABSTRACT

Is carried out a brief description of aspects related with the biggest adult's answer when disasters take place. The old man's operation is its basic meter of health, for that reason it is necessary that all the events that affect it consider its functional repercussion. Basic concepts are exposed applied to all these processes that are employees for the different state sectors made responsible with the preservation of the population's health. The classification of the desasters more do it, is presented, its possible more feared consequences and finally it is particularized in the topic of the impact in the most aged.

Key words: natural disasters, medicine, aged, risk, public health, damage assessment.

DESARROLLO

 

En los últimos años el planeta ha sufrido seriamente los embates de la naturaleza, producto de desastres que ocurren en casi todas las regiones y que se expresan de diferentes formas, pero que siempre dejan un saldo negativo al afectar y/o devastar amplias zonas geográficas y con ellas poblaciones con todas sus estructuras ambientales y urbanísticas.

 

En el desigual combate del hombre por protegerse de estos fenómenos y minimizar las consecuencias, se hace necesario que conozcamos elementos teóricos y prácticos para prepararnos para enfrentar los mismos, en el caso de nuestro país no solo dentro de nuestras fronteras, sino en muchos otros países como se ha expresado desde el mismo triunfo de la Revolución, siendo fieles a los más dignos ideales de altruismo y desinteresada práctica internacionalista.

 

Los desastres naturales constituyen un serio obstáculo para el desarrollo humano y el cumplimiento de Objetivos de Desarrollo del Milenio tan importantes como la reducción de la pobreza extrema a la mitad antes del año 2015. No en vano los desastres naturales provocan pérdidas económicas anuales que van desde los 75.500 millones de dólares estadounidenses en los años 60, 138.400 millones en los años 70, 213.900 millones en los 80 y 659.900 millones en los 90, la mayoría de ellos en el mundo desarrollado. Ahora bien, las estimaciones económicas no captan adecuadamente el impacto de los desastres en los países más pobres, donde los costos en términos de vidas humanas, de medios de subsistencia y de reconstrucción de infraestructuras destrozadas son más elevados. Actualmente, el 85 por ciento de quienes se encuentran expuestos a los terremotos, ciclones tropicales, inundaciones y sequías, viven en países cuyo desarrollo humano es medio o bajo1.

 

Expondremos inicialmente una serie de conceptos básicos2 para la mejor comprensión de los desastres naturales (DN).

 

Evento adverso: Fenómeno que ocasiona alteraciones en las personas, la economía, los sistemas sociales y el medio ambiente, derivado de la naturaleza,  generado por la actividad humana, o por la combinación de ambos y puede causar una emergencia o un desastre.

 

Emergencia: Evento adverso que demanda  acciones de respuesta que pueden ser manejadas con los recursos localmente disponibles.

 

Desastre: Evento adverso que demanda  acciones de respuesta que superan la capacidad  de la comunidad afectada.

Amenaza: Factor externo de riesgo que constituye la potencial ocurrencia de un fenómeno o evento adverso, que puede generar daño en las personas o su entorno: de origen natural, derivadas de la actividad humana, derivadas de la interacción de la actividad humana y la naturaleza.

 

Vulnerabilidad: Susceptibilidad o  predisposición intrínseca de un elemento o de un sistema de ser afectado seriamente. Factor interno de riesgo, pues esta situación depende de la actividad humana.

 

El riesgo de desastre implica que los daños pueden exceder las posibilidades de la comunidad para atenderlos, demandando una respuesta por encima de sus recursos.

 

Gestión del riesgo: Proceso de planificación, organización y control dirigido a la reducción de riesgos, el manejo de desastres y la recuperación ante eventos ya ocurridos.

 

Tipos de desastres más comunes3.

Tipos

Variantes

Sucesos

Naturales.

Meteorológicos.

Cambio climático.

 

 

Tornados.

 

 

Sequía.

 

 

Tormentas eléctricas.

 

Topológicos.

Innundaciones.

 

 

Huracanes.

 

 

Deslizamientos.

 

Telúricos y Tectónicos.

Volcanes.

 

 

Sismos.

Antrópicos.

Accidentes nucleares.  

 

 

Accidentes químicos.

 

 

Contaminación.

 

 

Incendios.

 

 

Bioterrorismo

 

Enfermedades.

Epidemias.

 

Dengue, Cólera, Virus del Nilo, Virus de Marburgo y otras.

 

Pandemias.

SIDA.

 

 

Violencia.

 

Características de los eventos adversos y sus efectos sobre la salud 2.

§         Existe una relación directa entre el tipo de evento que ocasiona un desastre y sus efectos sobre la salud.

§         Algunos efectos son más potenciales que reales.

§         Todos los daños a la salud, de darse, no ocurren al mismo tiempo.

§         En los desastres,  las necesidades de alimento, vivienda y atención primaria de la salud generalmente no son totales.

§         Las necesidades de respuesta iniciales son proporcionadas, en primera instancia, por la propia comunidad.

 

Efectos comunes a los eventos adversos en la salud 2:

§         Reacciones sociales positivas. Se genera un espíritu de colaboración y apoyo mutuo en la comunidad.

§         Incremento de las enfermedades transmisibles en relación con las condiciones previas. Las enfermedades transmisibles se incrementan si se deterioran las condiciones de salud ambiental y si ya existían en la comunidad antes de producirse el evento adverso.

§         Impacto en la salud mental individual y colectiva. Después de una situación adversa, siempre se produce una repercusión negativa sobre la salud mental individual y colectiva. Con frecuencia, los preparativos y los planes de respuesta están orientados a la atención de los daños físicos y no a los de salud mental.

§         Desequilibrio entre la oferta de servicios y la demanda generada por el evento. El bloqueo de las vías y líneas vitales genera la pérdida o la disminución de la capacidad funcional hospitalaria, por disminución de los servicios públicos o por pérdida del acceso a la institución. Los eventos adversos demandan acciones de control y atención de daños, para lo cual se requieren recursos y servicios adicionales a los que normalmente se encuentran disponibles.

§         En la mayoría de los eventos adversos, la mayor demanda de los servicios de salud se produce en las primeras 24 a 48 horas. Después de las 72 horas, y en relación con las condiciones sanitarias, pueden presentarse otras enfermedades derivadas del consumo de agua contaminada, el hacinamiento, la exposición climática, el incremento de vectores, etc.

 

Todo este proceso sanitario es competencia de la llamada Medicina de Desastres (MD), estudio y la colaboración aplicada a las diferentes disciplinas de la salud para prevenir, proteger, preparar, rehabilitar y dar respuestas inmediatas a los problemas de salud que resultan de un desastre, en coordinación con otras disciplinas relacionadas con el manejo global de desastres4.

 

Un sector poblacional que suele ser muy afectado, son las personas de 60 años o más, por sus condiciones biopsicosociales y la fragilidad que se presenta con los años, que ante situaciones como los DN pueden incrementar y por supuesto comprometer la salud del adulto mayor (AM), las dimensiones psicosociales de los mismos suelen ser impactadas y si el análisis de la situación de salud familiar refleja la ausencia de factores protectores, entonces el compromiso puede ser mayor. La convivencia con otros adultos mayores o personas discapacitadas o incluso los propios estados de soledad física acrecientan el posible daño.

 

¿Cómo funciona el adulto mayor ante los desastres?

 

Dentro de la situación generada en un desastre, el funcionamiento de los ancianos depende del desarrollo gerontológico de la comunidad afectada, visto desde diferentes dimensiones. En el clima de pérdidas que acompaña el diario vivir de los seniles, desde lo micro hasta lo macrosocial, una situación de este tipo crea un daño adicional, que pensamos debe establecerse un protocolo de actuación, en cuanto  a la forma de evacuación, las características del lugar de evacuación, los abastecimientos médicos, y otros recursos materiales, la preservación de las propiedades del AM, la morbilidad que puede aparecer en estos casos y la exacerbación de sentimientos depresivos, de pérdida y desesperanza que de forma precoz observamos en estos pacientes.

 

Esto repercute en el funcionamiento de un anciano integralmente y lleva implícito un cambio en la capacidad de adaptación y cambios, por ende, en la capacidad de reacción. Es importante señalar el arraigo de los ancianos a sus propiedades, al lugar donde viven, en el que quizás nacieron, su relación con familiares que ya no existen o se encuentran distantes y el hogar constituye su punto de encuentro afectivo, donde tienen sus bienes, que muchas veces han adquirido durante toda una vida.

 

Estos aspectos se conjugan incidiendo en el no abandono y pago a la comunidad, cuestión que los hace resistentes ante la evacuación.

 

Las áreas de funcionamiento afectadas, serían lo biológico, dentro de esta peso importante en las enfermedades crónicas no trasmisibles, los problemas de la medicación diaria, y las previstas para agudizaciones. En lo psicológico las afectaciones afectivas, cognitivas y perceptuales. Por último y como hemos mencionado no menos importantes los factores sociales, que se asocian con estas dos áreas, y que de forma individual o sumado a los factores anteriores favorecen una declinación del funcionamiento de forma aguda ante este estrés.

 

En el caso de AM se impone lo que en geriatría ha sido denominado como valoración geriátrica integral (VGI) o valoración geriátrica exhaustiva5:

 

Se puede definir como la valoración y detección multidimensional de déficits en las esferas clínico - médica, funcional, mental, y social, con el fin de conseguir un plan racional e integrado  de tratamiento y seguimiento. Va orientada hacia la funcionalidad del sujeto, y por tanto no se centra exclusivamente en un área.

 

Actualmente se considera la VGI la herramienta o metodología fundamental de diagnóstico global en que se basa la clínica geriátrica a todos los niveles asistenciales, aceptada su utilidad universalmente, incluido nuestro país.

 

En general en la prevención y medidas a tomar en casos de desastres es necesario evaluar2 situaciones claves - independientemente de la edad -  que estratifican la conducta:

 

Víctima: persona afectada que ha sufrido daño en su salud e integridad física o mental ante los efectos directos e indirectos del evento, por ejemplo: herido, traumatizado, quemado, etc. (Requiere básicamente atención en salud).

 

Damnificado: persona afectada que ha sufrido pérdidas de sus propiedades o bienes, incluso su vivienda, y requiere asistencia social, económica y trabajo temporal para garantizar su bienestar y subsistencia. (Requiere básicamente apoyo económico y social).

 

Afectado: persona que ha sufrido la pérdida de los servicios básicos comunitarios. (Requiere básicamente asistencia social).

 

BIBLIOGRAFÍA

 

  1. La Reducción de riesgos de desastres: Un desafío para el desarrollo [monografía en línea]. Infomed. Salud y desastres; 2006 [citado 20 Ene 2006]. Disponible en: http://www.sld.cu/sitios/desastres/temas.php?idv=2234               
  2. Organización Panamericana de la Salud / OMS. Manual de evaluación de daños y necesidades para situaciones de desastres [Monografía en CD-ROM]. Washington, D.C, 2004. [Consulta: 28 dic 2005].
  3. Tipos de desastres [monografía en línea]. Infomed. Salud y desastres; 2006 [citado 20 Ene 2006]. Disponible en: http://www.sld.cu/sitios/desastres/
  4. Medicina de desastres [monografía en línea]. Infomed. Salud y desastres; 2006 [citado 20 Ene 2006]. Disponible en: http://www.sld.cu/sitios/desastres/
  5. Cascudo Barral N. Instrumentos de evaluación geriátrica [monografía en línea].  Gericuba. Red Cubana de Gerontología y Geriatría; 2006 [citado 25 Ene 2006]. Disponible en: http://www.sld.cu/sitios/gericuba/temas.php?idv=7056

Correspondencia: Dr. Juan Carlos Baster Moro. Calle Maceo No. 244 e/ Cables y Angel Guerra. Tel. 42 – 9044. Email: uan.hlg@infomed.sld.cu

 

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