La misión de la Universidad Médica en Cuba es formar recursos humanos competentes, que es decir, un individuo con una cultura integral, éticamente honesto y con una sólida formación científica y humanística.
Se vive una época donde se esta produciendo una redimensión de la salud mundial hacia la atención primaria, la cual debe cumplir con las tareas básicas de prevención y promoción de la salud. Ambas son labores con una carga sociológica importante y es preciso preparar a nuestros egresados para ello, de ahí que en la concepción moderna en la formación del especialista de la salud un peso fundamental le corresponde a las ciencias sociomédicas o Humanidades médicas como también se les suele llamar. Estas están llamadas a pertrechar al profesional con las herramientas necesarias para desempeñarse en su función de guardián de la salud pero, con un nuevo enfoque pues ahora debe proyectar su labor mas allá de los centros asistenciales hacia la comunidad en tareas promocionales de salud para crear condiciones necesarias y suficientes que impidan el desarrollo de las diversas patologías humanas.
Y esto solo será posible en la medida en que nuestros profesionales interioricen y comprendan cada vez mas y sobre todo, actúen en función de descubrir las causas sociales y sicológicas de las enfermedades para accionar en aras de lograr hábitos sanos de vida de la población con el fin de establecer un modo saludable de vida el cual impida que los individuos enfermen gracias a los actos de promoción de su salud los que a la postre servirán para prevernirles.
Esto hace que los profesionales de la salud, en las actuales condiciones, rebasen los marcos de su quehacer tradicional en la consulta, sala hospitalaria o laboratorio para convertirse de hecho en un trabajador social que a lo "científico puro" ahora le suma su capacidad de propagandista, de movilizador y de compulsión hacia la profilaxis y para ello, debe estar preparado. Así aflora una nueva función de las Humanidades Médicas , preparar además a nuestros médicos, estomatólogos, enfermeros y demás profesionales de la salud para irrumpir a través de las comunidades, centros docentes y/o laborales sobre toda la sociedad como un educador más de las grandes masas cumpliendo con la máxima martiana de que la verdadera medicina no es la que cura sino la que previene.
De igual manera, la accesibilidad de los servicios médicos por un lado y los avances vertiginosos de las posibilidades de la ciencia en este campo por otro, abren otros retos y perspectivas que exigen un nuevo o tratamiento y en este sentido y en este sentido la ética medica se redimensiona también para abarcar el amplio diapasón de actuación de la medicina en la actualidad que va desde los inicios de la vida misma hasta los finales de ella inclusive. Y por tanto, la ética medica necesita el auxilio de los análisis sociofilosóficos de los problemas que la misma trata para evitar que el humanismo que caracteriza a la Ciencia Medica se resquebraje.
El presente numero de nuestra Revista lo dedicamos pues a las disciplinas que incluyen las ciencias sociomédicas como reconocimiento a su quehacer, que alcanza mayor relevancia cada vez más en su contribución con la competencia integral que debe caracterizar a los profesionales de la salud de estos tiempos.
Lic.
Julio C. Esteva Paredes
Jefe
Dpto. Filosofía y Salud