Indice Siguiente
Correo Científico Médico de Holguín 1999;3(2)

Editorial

Medicina basada en la evidencia.

Al encontrarme en los fríos meses de Julio y Agosto de 1997 finalizando una maestría de Bioética en la Universidad de Chile me puse en contacto por primera vez con una forma nueva de ejercer y enseñar la medicina que rompe con la forma tradicional desarrollada hasta el momento.

El profesor David Jackett y sus colaboradores del Departamento de Epidemiología Clínica y Bioestadística de la Universidad Me Master, en Canadá, han propuesto la Medicina basada en la evidencia (pruebas) como instrumento para la utilización de aquel conocimiento científico en la toma de decisiones clínicas y para procurar una formación médica continuada basada en los problemas clínicos diarios.

La Medicina basada en la Evidencia (MBE) se define como la utilización consciente, explícita y juiciosa de la mejor evidencia clínica disponible a partir de la exploración sistemática de la literatura para tomar decisiones sobre el cuidado de los pacientes individuales. La práctica de la MBE significa la integración de la maestría clínica individual con las mejores evidencias clínicas externas disponibles, a partir de una investigación sistemática.

Por maestría clínica individual se entiende el dominio del conocimiento y el juicio que los clínicos individuales adquieren a través de la experiencia clínica y de la práctica clínica. El aumento de la maestría se refleja de muchas formas, pero especialmente en un diagnóstico más efectivo y más eficiente, sin una identificación más completa y una utilización más sensible de los problemas, derechos y preferencia de los pacientes individuales a la hora de tomar decisiones clínicas sobre su asistencia. Por "mejor evidencia clínica disponible" se entiende aquella investigación clínica relevante, a menudo procedente de la investigación clínica centrada en los pacientes y que se realiza sobre la exactitud y precisión de las pruebas diagnósticas (incluida la exploración física), el poder de los marcadores pronósticos y la eficacia y seguridad de los regímenes terapéuticos, rehabilitadores y preventivos.

Los buenos médicos (como se dice en el libro) utilizan a la vez la maestría clínica individual y la mejor evidencia externa o ajena disponible, añadiendo que ninguna se basta por sí sola.

Cuba es una potencia médica en desarrollo con el uso de la computación y la informática está en muy buenas condiciones para dar el salto de calidad y llegar a la excelencia profesional a la que aspiramos donde los conocimientos técnicos y humanísticos se dan las manos. Los invito a practicar la Medicina Basada en la Evidencia.

Dr. Rafael Torres Acosta

Indice Siguiente