Índice Siguiente
Correo Científico Médico de Holguín 2010; 14(2)
Trabajo
Original
Clínica
Estomatológica Manuel Angulo de Holguín
Maloclusiones y características clínicas de trastornos temporomandibulares en pacientes de
Malocclusions and Temporomandibular Disorders Clinical Behavior in Patients from Manuel
Angulo Dental Clinic
Yolanda
Ayala Pérez1, Elisabeth Carmona Vidal2
1
Máster
en Atención de Urgencias en Estomatología. Especialista de Primer Grado en
Ortodoncia. Asistente. Clínica Estomatológica Docente Manuel Angulo Farrán
2
Máster
en Atención de Urgencias en Estomatología. Especialista de Primer Grado en
Ortodoncia. Instructor. Clínica Estomatológica Docente Manuel Angulo Farrán
RESUMEN
Con el propósito de describir el
comportamiento de los signos y síntomas de trastornos temporomandibulares en
pacientes de
Palabras
clave: trastornos
temporomandibulares, maloclusiones, hábitos
ABSTRACT
A descriptive of a
series of cases study from January 2007 to January 2008, at Manuel Angulo Teaching Dental Clinic was carried out, aimed
at describing the sign and symptoms of temporomandibular disorders behavior.
The sample comprised 200 patients whose parents´ informed consent was taken
into account. The female sex was the prevailing one as well as the age group
between 9 - 10 years (107 patients <53.5%>) (82 patients <41%>) and
53.5% of the sample had permanent dentition. Increased overjet (59.5%), middle
line deviation (42.5%) and, increased overbite (38%) were the most frequent
prevailing anomalies. The sucking bottle habit or thumbsucking in 104 patients (52%), the oral breathing in 62 patients
(31%) and the lingual pushing in 43 of them (21.5%) were the most frequent oral
habits. Articular noise in 10% of the sample followed by muscle pain (8%) and the
restriction of oral opening 6.5% were the most frequent symptoms and signs.
Key words: temporomandibular disorders, malocclusion,
habits
INTRODUCCIÓN
El conjunto de estructuras que componen
el aparato estomatognático (dientes, huesos de soporte, músculos y ATM) está
integrado de tal modo que permite realizar diversas actividades funcionales;
cuando una causa patógena altera el equilibrio dinámico de este conjunto
estructural, la lesión se manifiesta en una o varias de estas estructuras (1). El concepto de oclusión ha cambiado mucho a
lo largo de la historia, actualmente se consideran todos los aspectos, no sólo
los morfológicos, sino también los fisiológicos o dinámicos (2). La
oclusión es el determinante de la remodelación y la adaptación de
La articulación temporomandibular, constituye el
centro estructural y
funcional de todas
las relaciones del sistema (2).
Las alteraciones funcionales, provocan afecciones en la articulación
temporomandibular, centro estructural y funcional del sistema
estomatognático. Aparece un conjunto de
signos y síntomas como resultado
de las alteraciones cuantitativas y cualitativas de la función de los
componentes del aparato masticatorio y que generalmente están asociados a la
psiquis del paciente, denominado
trastornos temporomandibulares.
Este término es empleado comúnmente para describir un
grupo de entidades que afectan la articulación temporomandibular, los músculos
masticatorios, y las estructuras asociadas y que cursa con signos y síntomas
comunes tales como el dolor, la limitación en la apertura oral y los ruidos
articulares (6, 7, 8).
Del 40% al 50% de la población general presenta algún
tipo de trastornos temporomandibulares (1, 4), estudios realizados
han encontrado una prevalencia muy variable (5) y en nuestra
provincia los datos arrojan más del 60% (6, 7). Los primeros signos
y síntomas suelen aparecer durante la segunda década de vida, aunque no debe
pensarse solamente en un trastorno degenerativo e inherente a los adultos pues sus signos y
síntomas pueden aparecer tempranamente en el desarrollo aunque con menos
frecuencia y severidad (8).
Las alteraciones que en la infancia pueden
compensarse por crecimiento tisular y adaptación biológica, en el adulto pueden
desencadenar un proceso patológico con lesión orgánica o alteración funcional.
De aquí se desprende la escasa prevalencia de los trastornos
temporomandibulares en la infancia. La capacidad de adaptación de
Sin embargo, si el profesional es capaz de
diagnosticar y corregir tempranamente las maloclusiones y además interferir
aquellos hábitos parafuncionales que
comienzan en la infancia, entonces realizará una labor preventiva encaminada a
la disminución de los trastornos temporomandibulares, para ello, en este
trabajo se propone describir el comportamiento de los signos y síntomas de
trastornos temporomandibulares en pacientes de
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo de
serie de casos en el periodo comprendido de enero de
Operacionalización de variables:
a)
Sexo: femenino o masculino
b)
Edad: se tomó la fecha del último cumpleaños, midiéndose en escala de intervalo con
una amplitud de clases de un año, 9- 10,
11- 12 y 13- 14 años
c)
Tipo de dentición: mixta o permanente
d)
Tipo de maloclusión: según clasificación de Angle (clase I, II, III)
e)
Anomalías
de la oclusión: se incluyeron las anomalías de la relación oclusal de las
arcadas dentarias en los tres planos del espacio:
1.
Sagital: resalte aumentado (considerado
más de 3mm) y mordida cruzada anterior
2.
Transversal: mordida
cruzada posterior y líneas medias desviadas
3.
Vertical:
sobrepase aumentado (considerado más de un tercio de corona) y mordida
anterior abierta
f)
Hábitos:
se seleccionaron los hábitos bucales deformantes más frecuentes, su diagnóstico se estableció a través del
interrogatorio y el examen clínico (succión del pulgar u otros dedos,
queilofagia, empuje lingual, respiración bucal, onicofagia y succión de tete o
biberón)
g)
Signos y síntomas de trastornos temporo
mandibulares: restricción
en la apertura oral, se midió la abertura bucal máxima, si esta no llegaba a 40 mm, se considera contractura.
h)
Dolor muscular: se palparon los grupos
musculares para determinar la presencia o ausencia de dolor.
i)
Ruido
articular: presencia o no de ruido a nivel de la articulación, se determinó con
la ayuda del estetoscopio.
La
investigación se efectuó con los requerimientos éticos establecidos. Se elaboró un formulario para recoger
los datos necesarios. El examen clínico se realizó con luz artificial en el
sillón dental del Servicio de Ortodoncia de la clínica, utilizando para ello
instrumental especializado.Luego de recogida toda la información necesaria se confeccionó
una base de datos en el programa SPSS para Windows. Los resultados fueron
analizados mediante el empleo de números absolutos y porcentajes, se presentaron en tablas de distribución,
de frecuencia simple y de doble entrada. Los gráficos se confeccionaron en la hoja de cálculo
Excel de Microsoft Office. Para la elaboración del informe se utilizó el procesador
de texto Word.
RESULTADOS
La dentición permanente (tabla
I) fue del tipo predominante con 102 pacientes (51%) y le siguió la dentición
mixta con 98 (49%).
Tabla I. Distribución de
pacientes con maloclusiones
según tipo de dentición
Tipo de
dentición |
No |
Porcentaje |
Mixta |
98 |
49 |
Permanente |
102 |
51 |
Total |
200 |
100 |
Fuente: formulario
El tipo de maloclusión más
frecuente según Angle (tabla II), que presentaban los pacientes, fue la clase I
con 100 enfermos (50%), seguida de la
clase II Div I con 73 (36,5%) y div con 2, 8 (4%), por último la clase
III con 19 casos (9,5%).
Tabla II. Distribución de
pacientes según tipo de maloclusión
Clasificación de la maloclusión |
No |
Porcentaje |
Clase I |
100 |
50 |
Clase II Div 1 |
73 |
36,5 |
Div 2 |
8 |
4 |
Clase
III |
19 |
9,5 |
Total |
200 |
100 |
Fuente: formulario
Al analizar las anomalías de la oclusión
(tabla III), resultaron ser las más frecuentes: el resalte aumentado, las
líneas desviadas, el sobrepase aumentado y la mordida cruzada posterior, en ese
orden, con 119 pacientes (59,5%), 85 (42,5%), 76 (38%) y 30 casos (15%),
respectivamente.
Tabla III. Distribución de pacientes según anomalías de la oclusión
Anomalías de
la oclusión |
No |
Porcentaje |
Resalte
aumentado |
119 |
59,5 |
Mordida
cruzada anterior |
15 |
7,5 |
Mordida
cruzada posterior |
30 |
15,0 |
Líneas medias
desviadas |
85 |
42,5 |
Sobrepase
aumentado |
76 |
38,0 |
Mordida
abierta anterior |
15 |
7,5 |
Fuente: formulario
.
Los hábitos bucales deformantes
(tabla IV) más frecuente fueron la succión del tete o biberón, la respiración bucal
y el empuje lingual con 104 (52%), 62 (31%) y 43 pacientes (21,5%),
respectivamente.
Tabla IV. Distribución de pacientes según hábitos bucales deformantes
Hábitos
bucales deformantes |
No |
Porcentaje |
Succión del
pulgar u otros dedos |
38 |
19,0 |
Queilofagia |
4 |
2,0 |
Empuje
lingual |
43 |
21,5 |
Respiración
bucal |
62 |
31,0 |
Onicofagia |
19 |
9,5 |
Succión de
tete o biberón |
104 |
22,0 |
Fuente: formulario
En relación con los signos y síntomas clínicos
de los trastornos temporomandibulares (tabla V) presentes en los pacientes, el
ruido articular se reflejó con mayor
frecuencia en 20 casos (10%), seguido del dolor muscular en 16 (8%) y por
último la restricción de la apertura oral en 13 (6,5%) pacientes.
Tabla V. Distribución de
pacientes según signos y
síntomas clínicos de trastornos
temporomandibulares.
Signos y
síntomas clínicos de TTM |
No |
Porcentaje |
Restricción
en la apertura oral |
13 |
6,5 |
Dolor
muscular |
16 |
8,0 |
Ruido
articular |
20 |
10,0 |
Fuente: formulario
DISCUSIÓN
Cuando las anomalías oclusales persisten en la dentición
permanente (tabla I) se tornan un poco más difíciles, pues en el periodo de
dentición mixta el hueso alveolar está en constante transformación y la proliferación celular es un proceso
común para producir el crecimiento que se requiere en esta etapa de la vida.
Graber y Newman recomiendan algunas
medidas específicas para prevenir los trastornos temporomandibulares como: el
cuidado inicial de los dientes temporales, especialmente los molares para
evitar caries e interferencias, eliminación de mordidas cruzadas por guía
dentaria y la eliminación de disfunciones neuromusculares (9).
Durante muchos años se ha considerado
la clasificación de Angle (tabla II)
para estos estudios (hoy día se conocen sus limitaciones) conociéndose que dentro de ellas el mayor porcentaje corresponde a las maloclusiones de Clase I
(entre el 50-55%), siguiéndole las de clase II (15-20%) y clase III (1-3%).
Iguales resultados se alcanzaron en este estudio donde predominó la clase I, seguida por la clase II y la clase
III.
Según estudios realizados por
diversos autores Rakosi, Ingerval y Carlsson,
la clase II, seguida por
Al analizar las anomalías de la oclusión
(tabla III), con predominio del resalte
aumentado se constató que iguales resultados encuentra en su trabajo la doctora
Rodríguez Carrasedo (12). Diversos autores (11,13)
refieren en sus estudios que los trastornos temporomandibulares están asociados
a resaltes aumentados y mordidas
cruzadas, también incluyen el apiñamiento dentario, la sobremordida profunda y
la desviación de las líneas medias como alteraciones de la oclusión que
provocan trastornos temporomandibulares. Según Bravo González (14)
la frecuente asociación de la clase II con la sobremordida profunda lleva a
problemas de la articulación temporomandibular.
Al estudiar los hábitos bucales
deformantes (tabla IV), se encontraron resultados similares a los de Suárez
Portelles (15) con un predominio de los hábitos de empuje lingual,
la succión del pulgar y la respiración bucal.
En estudio realizado por la
doctora Rodríguez Carrasedo (12)
encuentra un mayor número de pacientes que presentaban el
hábito de empuje lingual (48,87%). Otros autores como Pérez González,
muestran el empuje lingual con un 82,99% como el hábito más frecuente, seguido
por la succión digital con 19,99% y en tercer lugar el hábito de respiración
bucal en el 19,40% de los casos (23).
Entre los factores etiológicos
más importantes que dan origen al dolor y a la disfunción en general, se
encuentran las desarmonías oclusales y los hábitos parafuncionales (16,
17, 18). Estos provocan fuerzas aumentadas y
horizontales en los dientes, creando así
situaciones de fatiga, dolor y espasmo muscular (19, 20).
Al analizar los signos y síntomas
clínicos de trastornos
temporomandibulares (tabla V), se
apreció que resultados similares
encuentran en sus estudios Frías Garrido (21), Matos y Kataoka
(22). Calleja Martínez (23) y colaboradores quienes determinan
que la condición de la articulación temporomandibular es alterada en la
población de 12 a 18 años con un 44,5%,
lo que evidencia la presencia de signos y síntomas en esta población.
Las alteraciones
funcionales, provocan afecciones en la articulación temporo-mandibular y
aparece un conjunto de signos y síntomas como resultado de las alteraciones
cuantitativas de la función del aparato masticatorio (24). De forma general, se acepta la idea de
que el origen de los disturbios funcionales del sistema estomatognático es
multifactorial.
En el niño su enorme potencial para
adaptarse a cualquier alteración morfofuncional los hace menos propensos a
percibir los signos y síntomas de la enfermedad y a padecerla, de ahí que se
admita que los trastornos temporomandibulares, y por tanto sus signos y
síntomas, son menos frecuentes en la población infantil y aumentan a medida que avanza la edad.
CONCLUSIONES
En los pacientes estudiados prevaleció
el sexo femenino, las edades de 9 y 10
años y la mayor cantidad presentaba dentición permanente y clase I de Angle.
Dentro de las anomalías de la oclusión se encontró con mayor predominio: el
resalte aumentado, las líneas medias desviadas y el sobrepase aumentado.
La succión del tete o biberón, la
respiración bucal y el empuje lingual fueron los hábitos más frecuentes en la
muestra estudiada. Dentro de los signos
y síntomas de trastornos temporiomandibulares se observó con mayor frecuencia
el ruido articular, seguido del dolor muscular.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Mariana Grajales
Coello, Holguín.
Correspondencia: Yolanda Ayala Pérez. Progreso No 130
(altos) entre Cuba y Prado. Holguín.
Correo electrónico: yolan@cristal.hlg.sld.cu