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Correo Científico Médico de Holguín 2010; 14(2)
Editorial
La biblioteca médica universitaria en el proceso docente educativo
En el contexto de las transformaciones que experimentan actualmente las
universidades médicas cubanas, la labor del bibliotecario constituye un
componente básico y parte integral del
proceso docente educativo. Sus actividades y servicios, dirigidos tanto a
estudiantes como profesores, deben permitir que estos desarrollen adecuadamente
un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para la búsqueda, administración y
diseminación de la información científica. Ello es un esfuerzo insoslayable en
la formación de los estudiantes.
Los gestores de la información que laboran en las instituciones de salud deben
estar preparados para desarrollar un ambiente apropiado para el aprendizaje en
relación con los productos, servicios, recursos y herramientas que ofrece
Infomed. Especial importancia, en este sentido, presentan las bases de datos
disponibles en la red de salud. Ahora bien, no se trata solo de saber utilizar
correctamente dichas bases de datos, sino también de desarrollar el interés por
la lectura, así como, por el estudio individual y colectivo. Ellos, además,
requieren de una actualización constante en el ámbito profesional, para poder
desarrollar un aprendizaje a lo largo de la vida que los haga autónomos con
respecto a la adquisición de nuevos conocimientos en sus respectivos campos de
acción. Y para ello, habilidades como las de identificar y evaluar la
literatura científica útil y administrar sus propias bibliotecas digitales, son
indispensables.
La actividad bibliotecaria actual
presupone un enfoque educativo, que considere las condiciones particulares de
cada contexto, la estructura social prevaleciente, las formas de comunicación
dominantes, la cultura del lugar, y sobre todo, que contemple a la persona como
un todo, como centro de su actividad y como constructor de su propio saber. En
este escenario, la biblioteca ocupa un lugar muy significativo por su
contribución a la formación integral de alumnos y usuarios en general. El
trabajo del bibliotecario es fundamental, él debe motivar a los estudiantes y
profesores por el uso de los recursos de información disponibles en la red;
orientarlos en el conocimiento de esos recursos y lograr que estos lleguen a
considerarlos como parte de su acervo de herramientas para conseguir sus
objetivos profesionales y de la vida en general.
En el contexto de la educación superior, y de sus nuevos modelos, la biblioteca
es ciertamente un componente esencial. Para ello, estas deben propiciar la
creación del espacio necesario para el uso libre y agradable de los recursos de
información y conocimiento disponibles. En ellas, el estudiante debe poder
actuar de forma individual y avanzar a su propio ritmo a partir de una adecuada
disposición de los materiales docentes y
una orientación oportuna para desarrollar las habilidades que requiere para
expresar sus gustos, preferencias o bien para realizar la lectura crítica de
diversas clases de documentos. Debe además, proporcionar ocasiones para leer,
pronunciarse e intercambiar libremente sobre aquello que se leyó y potenciar su
capacidad de asociar ideas nuevas y de integrarlas con su experiencia personal.1,
2
El bibliotecario a través de sus servicios, debe ser capaz de desarrollar en
los estudiantes las habilidades necesarias para el análisis, la interpretación
y la aprehensión apropiada del significado del mensaje que tratan de trasmitir
las diferentes obras. La biblioteca médica universitaria, por su parte,
deberá ofrecer al usuario, la mayor cantidad de información pertinente y actual
de manera conveniente con vistas a que este no sólo cumpla con sus tareas
profesionales sino que también amplié sus conocimientos en general y con ello,
su cultura.
Hoy, la universidad médica en Cuba requiere de una biblioteca más comprometida
con su misión y que contribuya con efectividad al desarrollo de la educación
superior en el país, de manera que se logre un educando con una mayor
conciencia profesional y de sí mismo, más solidario y humano, más comprometido
con su nación, más dispuesto a servir a nuestro pueblo y a los pueblos del
mundo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Correspondencia: M.
Sc. Pedro Rafael Martínez Lozada.
Calle 19 No.7 Rpto. Harlem. Holguín. Correo electrónico:
lozada@cristal.hlg.sld.cu