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Correo Científico Médico de Holguín 2010;14(1)

Trabajo original

 

Policlínica Alcides Pino Bermúdez.  Holguín

 

Percepción de la violencia hacia la mujer en la relación matrimonial

 

 Violence Perception in Married  Women

 

José Alejandro Valdevila Figueira1, Claritza Rodríguez Santos2, Juan Arnaldo Jara González3, Reynaldo Ruffin Concepción4, Leanet Tamayo Cruz5

 

1        Especialista de Primer Grado en   Psiquiatría. Instructor. Hospital Lucía Iñiguez Landín. Holguín

2        Especialista de Primer Grado en Pediatría. Profesor Asistente. Policlínica Alcides Pino Bermúdez. Holguín 

3        Especialista de Primer Grado en Medicina Interna. Profesor Auxiliar. Hospital Lucia Iñiguez Landín. Holguín

4        Especialista de Primer Grado en Higiene y Epidemiología. Centro Provincial de Higiene y Epidemiología. Holguín

5        Residente de primer año de Medicina General Integral. Policlínica Pedro Díaz Coello. Holguín

 

RESUMEN

Se realizó estudio de series de casos en parejas de un consultorio de la  Policlínica Alcides Pino Bermúdez de Holguín con la finalidad de conocer la presencia de violencia conyugal percibida por la mujer, la muestra quedó conformada por 192 parejas en las que existió algún tipo de violencia.  La violencia conyugal hacia la mujer es muy elevada, la emocional está presente en la casi totalidad de las parejas.   En los matrimonios cuya diferencia de edades y el tiempo de relación es menor de cinco años fue más común la aparición de la violencia, el consumo de alteradores del estado de ánimo es un generador de violencia independientemente del tipo de sustancia, fue el alcohol el más frecuente.

Palabras clave: violencia, matrimonio, mujer

 

ABSTRACT

A series of cases study in couples from Alcides Pino polyclinic, Holguín was carried out, aimed at knowing the presence of violence in marriage perceived by women. The sample comprised 192 couples. The violence in marriage towards women is very high, the emotional violence is present in the majority of the couples and the alcohol comsumption was the most frequent cause.

 Key words: violence, marriage, woman

 

INTRODUCCIÓN

El estudio de la violencia como problema social y sus diferentes manifestaciones, ha sido en los 105 últimos años un tema de gran interés para numerosos investigadores. Constituye una de las afectaciones más severas que ha venido azotando a la humanidad (1, 2; 3).

Las distintas formas de expresión individual y colectiva, los factores que la originan y las consecuencias sociales que generan, hacen de ella un fenómeno complejo. Se estima que la violencia tiene un carácter ambiental en función de la dinámica del poder y de la distribución de roles y recursos (4, 5,6).       

Existen muchas razones por las cuales tanto la víctima como el victimario intentan disimular y ocultar las situaciones de maltrato, es por eso que solo cuando la violencia provoca grandes danos físicos y síquicos, el fenómeno se vuelve visible para los demás. Gracias al reconocimiento del problema se han incrementado las actividades científicas sobre este aspecto de la sociedad, hasta hace poco ignorado.                                

Las conductas violentas se pueden convertir en la manera más común de establecimientos de vínculos interpersonales (7,8).

Cuando existe violencia por lo general ha entrado tempranamente y de una manera inocua. Al principio parece transitoria y los problemas que los provocan parecen solubles. Las dificultades en la administración y distribución del poder pueden concluir en violencia general, como forma de someter a otros a las propias exigencias y control. De esta manera se crean desequilibrios complementarios, rígidos y asimétricos basados en una relación de poder. La violencia es totalmente inaceptable, pues da cuenta del desajuste de las relaciones sociales, es contraria a los valores y práctica de una ética de convivencia (9, 10). Atenta contra el derecho de la vida, la integridad humana y obstaculiza el crecimiento social.

De este modo, es de crucial importancia realizar un acercamiento a las formas más comunes de violencia para lo cual es necesario conocer la existencia y predominio como fenómeno, el modo en que se comporta, así como sus manifestaciones. EIlo permitirá establecer posibles modificaciones y realizar planes de investigación. La violencia tiene consecuencias sicológicas, sociales, económicas, políticas y perpetua un sistema de discriminación que constituye una violación de los derechos humanos (11, 12).

Las estadísticas internacionales indican que el 2% de las víctimas de violencias corresponden a abusos hacia el hombre; el 75% de 105 casos corresponden a maltratos hacia la mujer y el 23% restante son los casos de violencia recíproca. Estos datos otorgan al fenómeno características peculiares y remiten a la situación de vulnerabilidad en que se encuentran todas las mujeres, independientemente de llegar que ocupan en la estructura socioeconómica (13).

En nuestro país la violencia grosera de unos individuos sobre otros, del hombre sobre la mujer ha dejado de ser un elemento básico de la dinámica social (14). Los cambios producidos por el proceso revolucionario han hecho que la mujer se sitúe en una posición de avanzada en la relación de la pareja, le ha brindado la posibilidad de ser útil por si misma e independiente, la ha pertrechado de conocimientos que le permiten dialogar en la más difícil relación de la pareja. Esto ha posibilitado la proliferación de formas más finas de violencia que permiten el abordaje de los conflictos de pareja con mayor profesionalidad.

No obstante por específicas condiciones socioculturales muy conocidas en nuestra área, todavía persiste la violencia como un grave problema de salud, lo que ha sido el motivo fundamental que ha inspirado nuestra investigación. Indicadores sociales de salud como los expuestos en la dinámica familiar, el  consumo de alteradores del estado de ánimo, las conductas desintegradas y  otras apoyan este criterio, nos proponemos ampliar  conocimientos sobre las características generales de la violencia conyugal percibida por la mujer, así como determinar las más frecuentes,  la presencia de la violencia conyugal hacia la mujer según tiempo de   relación de la pareja, diferencia de edades y consumo asociado de alteradores del estado de ánimo.

 

MÉTODOS

Se realizó un estudio de serie de casos para determinar la presencia de violencia conyugal hacia la mujer en matrimonios pertenecientes a la  Policlínica Docente Alcides Pino Bermúdez. El universo estuvo constituido por 221 parejas con relaciones matrimoniales estables que se encuentran en nuestro rango de atención y la muestra quedó en 192 parejas que refirieron alguna manifestación de violencia.

La investigación fue dividida en dos etapas en una primera se confeccionó una entrevista semiestructurada que se aplicó a las féminas, encaminada a la aceptación o no de la presencia de violencia como forma de comunicación con su pareja. Consideramos:

- violencia física: el uso intencional de la fuerza o el poder físico de hecho o como amenaza contra uno mismo, otra persona, un grupo o comunidad que cause o tenga muchas posibilidades de causar lesiones, muerte, trastorno de privaciones o el desarrollo.

- la violencia emocional: es la forma más sutil de violencia con efecto dañino para la persona, se manifiesta con insultos, reproches, desprecios, amenazas, gritos, silencios prolongados.

- la violencia sexual: es todo acto sexual, la tentativa de conservar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados o las acciones para comercializar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por la otra persona.

En una segunda etapa se aplicó una encuesta a los casos que refirieron algún tipo de violencia para obtener una serie de variables que pueden o no estar asociadas a la génesis de la violencia conyugal.

Tiempo de relación: se agrupó en periodos de cada cinco años por considerar que es el tiempo que emana el grado mínimo de estabilidad en relación de pareja en nuestro medio.

Diferencia de edad entre los cónyuges: también fue agrupada en período de cinco años por lo que el grupo inicial mínimo y el subsecuente suelen ser lo más aceptados por nuestra sociedad con edad máxima a favor del hombre.

Consumo de sustancias que alteran el estado de ánimo: se consideraron el alcohol, psicofármacos, marihuana y cocaína sin especificar el tipo en cada caso.

 

ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

La violencia hacia la mujer en la pareja (tabla I) estuvo presente en el 86,88% mientras que en sólo el 13,12% estuvo ausente por tanto, la presencia de violencia hacia la mujer en el matrimonio fue elevado, lo que entorpeció el buen desarrollo de la pareja.

 

Tabla I: Distribución de casos según aparición de violencia

Tipo  de  caso

No

%

Sin violencia

29

13,12

Con violencia

192

86,88

Total

221

100

Fuente: encuesta 

 

La sexualidad ha sido abordada y explicada desde diferentes ámbitos disciplinarios, su conceptualización no se enfoca al referimos a la dirección de la violencia, designa en términos generales ciertos comportamientos, prácticas y hábitos que involucran al cuerpo, pero también designa relaciones sociales, ideas, moralidades, machismo, patrones culturales y significados socialmente construidos. La generación de violencia es multifactorial pero en nuestra área suelen confluir varios factores que se invocan en otras latitudes como causales directos como la pobreza, el desempleo o la falta de sustento laboral, la marginación, las adicciones y la urbanización no planificada junto a la disfuncionabilidad familiar (15, 16, 17, 18,19).

En países como en España se reportan hacia la mujer un aumento del 63% de la violencia en el primer trimestre con respecto al 2002 según informe presentado en Madrid por el lnstituto de la mujer (20).

 La violencia sexual es manifestación del desequilibrio de poder en función de la razón, etnia, clase social, género, edad, religión, sexualidad y orientación sexual (21,22). En las relaciones hombre-mujer se explica a partir de la identidad genérica en un entorno patriarcal, asimétrico y violento.

La violencia en cualquiera de sus expresiones, es frecuente, la emocional es la de mayor representatividad en nuestro trabajo con el 93,23% (tabla II), a continuación se ubicaron la física: 22,40% y la sexual :3,13%.

 

Tabla II: Variedades de violencia según frecuencia de aparición                                 

Variedad

No  (N- 192)

%

Emocional

179

93,23

Física

43

22,40

Sexual

6

3,13

Fuente: encuesta    N- 192

 Autores como Moreno Martín (23) y Muñoz Ferrer (24) reportan altos porcentajes de violencia en estudios realizados en parejas cubanas donde la violencia física suele coexistir en mayor porcentaje y generalmente acompañados de otras alteraciones de la dinámica familiar.

Con los años de convivencia la relación de pareja tiende a ser más fuerte y estable y en nuestro universo de trabajo existe una relación inversa entre los años de relación y presencia de violencia (tabla III), así vemos que la violencia es mayor en los primeros años de relación y disminuye su incidencia en la medida en que aumentan.

 

Tabla III: Distribución de casos  según  violencia y tiempo de relación      

Tiempo de relación de  la pareja

No

%

0-5  años

76

39,58

6-10 años

61

31,77

11-15 años

23

12

16-20 años

14

7,29

Mas 20 años

18

9,36

Total

192

100

Fuente: encuesta

 

Las mujeres con relación de pareja con duración inferior a cinco años refirieron percibir la violencia con mayor frecuencia por parte de su pareja (39,55%), luego las de 6 - 10 años (31,77%) y a continuación las de 11 - 15 años (12%) y con más de 20 el 9,36%.

Similares resultados reportó De la Garza Aguilar (25) en un trabajo realizado en una población mexicana, en el cual señala la alta frecuencia de violencia en los primeros ocho años de relación y sostiene que la necesidad de búsqueda de equilibrio en esta edad encuentra con mayor frecuencia puntos de confluencia en la toma de decisiones que terminaron en pequeños desacuerdos generadores de violencia. Otros estudios realizados en el Hospital Psiquiátrico de La Habana (24) y reportes de la Sociedad de Sexología (26) encuentran un equilibrio porcentual en todas las etapas de la relación de pareja por años de relación. Publicaciones con respecto a la percepción infantil de la violencia inter-familiar (27) reportan que existen parejas que tienen actitudes violentas en cualquier etapa sin diferenciar la intensidad; que lo único que varia son los motivos que lo generan.

La diferencia de edad entre la pareja al relacionarlo con la violencia, tuvo más importancia en aquellos casos en que ésta fue menor (tabla IV), así podemos decir que el 84,9% correspondió a matrimonios con menos de cinco años de relación, luego se ubicaron los de 6 a 10 años (9,37 %), los de 11 a 15 años (3,64 %) y por último de 16 a 20 años (2,09%). De ahí, se desprendió que en la pareja en que la diferencia de edad era mayor, disminuyó la violencia hacia la mujer, sucedió que entre menos era la edad de diferencia entre los miembros de la pareja aumentó la posibilidad de "compartir" criterios, gustos, opiniones, cultura, orientación filosófica y fue en este momento donde hay tendencia a aparecer mayores contradicciones que finalmente por mala comunicación terminan en actos de violencia.

 

Tabla IV: Diferencia de edad entre los cónyuges

Diferencia de edad

No

Porcentaje

0-5 años

163

84,90

6-10 años

18

9,37

11-15 años

7

3,64

16-20 años

4

2,09

Total

192

100

Fuente: encuesta

 

Las parejas con varios años de diferencia de edad tienen tendencia a percibir menos la violencia pues aunque uno de los miembros, generalmente el menor suele funcionar como detonante, el otro miembro, cargado de mayor experiencia suele asumir una actitud tolerante ante la violencia percibiendo esto no como tal, sino como falta de madurez.

En relación con el  consumo de sustancias que alteran el estado de ánimo y pueden generar violencia, encontramos que  el 67,18% de las parejas violentas ingerían algún producto que los alteraba mientras que en el 32, 32% no se recogió este antecedente. En nuestra área proliferaron con abierta facilidad los consumidores de sustancias que alteran el estado de ánimo más comúnmente el alcohol lo que hace más crítica la situación de la violencia pues si bien es cierto que no todas las actitudes violentas fueron consecuencia del consumo, si es conocido lo contradictorio, intolerante y violentos que se tornan las personas bajo los efectos de las drogas.

 

Tabla V: Distribución de casos según el consumo de alteradores del estado de ánimo y la presencia de violencia

 Consumo

No

%

   Si

129

67

   No

63

32,82

   Total

                  192

100,00

Fuente: encuesta

Autores como González Peneque (28) y Moreno Martín (29) reportan como causa más frecuente de violencia la necesidad material, la comunicación, las enfermedades mentales y el alcoholismo. Estudios realizados en EE.UU (30) le confirieron a las drogas un carácter virulento en su asociación con la violencia pues la puede generar, coexistir con ella y ser el resultado a la vez.

 

CONCLUSIONES

La violencia conyugal hacia la mujer fue muy elevada.

La violencia emocional estuvo presente en la casi totalidad de las parejas. 

La diferencia   de edad con la pareja y el tiempo de   relación menor de menos  de cinco años y el consumo de alteradores de la conciencia fueron generadores de violencia independientemente del tipo de sustancia, fue el alcohol el más frecuente.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Correspondencia: Dr. José Alejandro Valdevila Figueira. Avenida Cajigal 504 entre Fomento y Progreso. Holguín. Cuba. claritza@cristal.hlg.sld.cu

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