Comunicación, familia y relación
de pareja, desde la perspectiva de la
prevención de salud.
Communication, Family and Couple Relationship from Preventive
Health Standpoint.
Neysa Domínguez Suárez1, Niurka González
Domínguez 2, Vivian Vega Bonet 3, Yamela Aleyda Pupo Mora
4, Yusdany Rodríguez Ramayo 5
1-Máster
en Psicología Médica. Asistente. Universidad Médica “Mariana Grajales Coello”.
2-Especialista
de Primer Grado en Medicina General Integral. Policlínica Docente Universitaria
“28 de Enero”. Playa. Ciudad de
3.
Máster en Pedagogía Especial. Asistente. Universidad Médica “Mariana Grajales
Coello”,
4.
Lic. Psicología. Instructor. Universidad
Médica “Mariana Grajales Coello”,
5.
Lic. Psicología. Instructor. Universidad Médica “Mariana Grajales Coello”
Responsable
de la correspondencia:
Neysa
Domínguez Suárez
Centro
de trabajo: Dpto. Psicología, Universidad Médica “Mariana Grajales Coello”, Ave
Lenin # 4, Holguín.
Dirección:
Martí # 205 bajos entre Rastro y Carretera Central, Holguín
Teléfono:
425219 neysa@fcm.hlg.sld.cu
RESUMEN
La
comunicación y las relaciones interpersonales están indisolublemente unidas. La
familia es el marco donde ambas se desarrollan y la pareja es el subsistema
familiar que las modela. La funcionalidad de la familia y de la pareja depende
en gran medida de ellas. El desarrollo de la personalidad es condición y
resultado de ambas por eso la identificación
de las familias y parejas disfuncionales forma parte del trabajo de prevención
de salud, por lo que los factores de riesgo relacionados con la comunicación y
las relaciones interpersonales deben ser considerados para su atención. Por su
importancia para la salud, el desarrollo de las habilidades sociales de
comunicación debe ser abordado en los programas educativos comunitarios, entre
ellos, los de educación sexual. La labor de prevención debe ser acometida de
forma multidisciplinaria por la diversidad de variables que intervienen en este
problema.
Palabras
clave: comunicación, relaciones interpersonales, familia, matrimonio, salud,
prevención y educación sexual.
ABSTRCT
Communication
and interpersonal relationship are strongly joined and both are developed
in the family, the couple is the
family structure that models them. The family and couple functioning depend on
both. The development of personality is at the same time condition and result
of these two activities, therefore, nonfunctional families and couples identifying
is a task of health prevention. The development of communicative social
abilities should be included in educative programs, mainly those that are
related to sexual education. The preventive work should be carried out in a
multidisciplinary way because of the diversity of variables that should be
considered in the problem.
Key words: communication, interpersonal relationships,
family, marriage, health, prevention, sexual education.
INTRODUCCION
La
comunicación es un proceso ligado al desarrollo del hombre desde sus orígenes,
surgió como una necesidad propia de la actividad colectiva y a la vez facilitó
su desenvolvimiento. El hombre realiza su actividad social mediante sistemas de
símbolos que constituyen el proceso de comunicación y que le permiten
interactuar con los otros, intercambiar información, orientar y dirigir su
conducta e intercambiar vivencias que enriquecen su subjetividad.
Todas
las relaciones que establece son importantes, pero las relaciones que se
desarrollan en la familia y en la pareja mediante la comunicación son básicas
en el funcionamiento de estos grupos sociales y consecuentemente en el enriquecimiento
de la personalidad. Constituyen elementos que pueden ser beneficiosos o
perjudiciales para la salud, por lo que la prevención de sus factores de riesgo
resulta un elemento importante en la atención integral a la familia como núcleo
del nivel primario de salud.
DESARROLLO
La
comunicación, según la define Lomov, es
un proceso de interacción de sujetos mediatizado por el empleo de diferentes
lenguajes o sistemas de signos. (1)
La
comunicación es interactiva, distinguiéndose por el intercambio de las personas
que entran en ella como sujeto, lo que hace a
este proceso rico e irrepetible que
va más allá del intercambio de signos, es un trueque en el que
intervienen vivencias, sentimientos, ideales, valores, convicciones, actitudes
y motivaciones que se van a reflejar en
ese proceso y que van a influir en las personas que participan en él, de ahí
que se considere “el proceso donde se realiza la presentación del mundo interno
del sujeto a otro sujeto”. (2)
Las
funciones de la comunicación son:
informativa o comunicativa, afectiva y reguladora.
La
función informativa sirve para expresar el propósito comunicativo: la
transmisión y recepción de la información. Permite transmitir experiencias,
conocimientos, juicios y valores.
Durante
el flujo de comunicación inherente a las
relaciones sociales, continuamente se
promueven emociones y sentimientos en correspondencia con la significación de
los contenidos que se intercambian y la
jerarquía que tengan en su escala de valores; ese conjunto de vivencias
afectivas dificulta o favorece la
comunicación y constituye la función afectiva, que permite la expresión de los
sentimientos.
La
función afectiva tiene importancia vital en la estabilidad emocional de los
sujetos y en su realización personal. Está estrechamente relacionada con la
autoimagen y la autoestima porque “es la conjugación de la individualidad de cada cual con la
necesidad de compatibilizar su papel social y personal”. (3)
La
función reguladora comprende la regulación de la conducta a través de la
influencia mutua entre las personas que se comunican, apoyándose en la
retroalimentación inherente al proceso de intercambio de información, que hace factible el control del
comportamiento, ya sea por el efecto causado sobre el interlocutor o por la
propia autoevaluación. En este intercambio
se desarrolla el “sistema de relaciones sujeto - sujeto”. (4)
Estas
tres funciones forman un todo único independientemente de que en determinados
momentos una de ellas predomine sobre las otras.
Durante
el interactuar con otros seres humanos el hombre establece diferentes tipos de
relaciones, unas de carácter superficial
y otras de carácter más complejo en dependencia de la actividad en que se
enmarcan, del vínculo que se establece y de la significación que reviste la
actividad. “Las relaciones que se construyen con familiares, amigos, compañeros
y con la persona amada son las relaciones interpersonales”. (5)
Este
tipo de relaciones se distingue por su matiz emocional, porque genera vivencias
afectivas a partir del mutuo vínculo y de la manera en que los sujetos se
conectan entre ellos.
“La
más significativa de todas las relaciones interpersonales es la que se desenvuelve
en el núcleo familiar”. (6)
La
calidad de la relación que se mantiene influye en la funcionalidad de la
familia, porque las interrelaciones constituyen una de sus funciones. Es a
través de esos nexos que tiene lugar la transmisión de valores, normas,
costumbres, tradiciones y creencias que forman lo espiritual cultural que aporta
la familia como parte de su función social. La familia, como grupo primario,
permite el desarrollo personal y social de sus miembros porque constituye
un núcleo espiritual y afectivo que
mediatiza la relación del individuo con la sociedad. En ella se satisfacen las
necesidades afectivas mediante vínculos privativos de la familia y de la
pareja.
Los
procesos relacionales que se configuran en el modo de funcionamiento del grupo
familiar son: la afectividad, la comunicación, la armonía, la cohesión, los
roles, la adaptabilidad y la permeabilidad. Algunos autores reconocen algunos
de estos criterios y otros consideran criterios diferentes. Olson, Sprenkle y
Russell consideran entre otros indicadores la cohesión, como lazo emocional
entre los miembros y la comunicación familiar en relación con las habilidades
de expresión. (7)
Estos
criterios o indicadores son utilizados por los tests de funcionamiento familiar
y nos pueden ofrecer una evaluación de las familias que nos permite
identificarlas como riesgo o no en dependencia de los resultados obtenidos.
Entiéndase
como funcional aquélla familia en cuyas interrelaciones como grupo humano se
favorece el desarrollo sano y el crecimiento personal de cada uno de sus
miembros. (8)
La
familia es un grupo flexible y adaptable que se constituye en el principal
resorte motivacional, fuente de placer, realización, satisfacción y bienestar,
o generador de conflictos, descontrol y enfermedades.
Muestra
de esto resulta las investigaciones realizadas acerca de la familia, destacándose la realizada en nuestro país
por Patricia Arés en la que constató que
las familias donde había más disfunción e indicadores de tensión era donde
aparecía la mayor cantidad de niños evaluados con alteraciones psicológicas
severas y moderadas.
En
la conocida investigación las valoraciones dadas por los miembros de las
parejas sobre sus familias se relacionaban con situaciones conflictivas que
impiden el logro del ideal de familia, entre ellas conflictos e incomprensiones
asociados a condiciones materiales de la vivienda, convivencia con otros y
falta de tiempo. (9)
La
investigadora valora que los rasgos disfuncionales pueden estar incidiendo en
la aparición de conflictos esenciales en
la pareja y la familia potencialmente patógenos para las alteraciones
psicológicas infantiles, lo que se corresponde con la afirmación de Clavijo
Portieles de que el déficit de relaciones, sobre todo en la infancia,
constituye un daño psicológico que deja
huellas en el individuo, la pareja y la familia. (6, 7, 9)
El
estudio realizado por Reca Moreira y un colectivo de investigadores acerca de
las características de la comunicación en la pareja y en las relaciones
paternas filiales encontró un déficit en la comunicación que afectaba el
funcionamiento familiar a pesar de tratarse de familias estables. Se apreció
dificultad en el diálogo de los conflictos y en la toma de decisiones conjuntas
y estuvieron afectadas la intimidad, la comunicación, y la expresión de los
sentimientos y autovaloraciones. (10)
Se
ha comprobado que las funciones comunicativas varían en función del sexo y de
las diferencias socioculturales de manera tal que los padres en la interacción
con sus hijos hacen énfasis en la regulación conductual de los varones mientras
que en las niñas predomina el afecto, manifestado en el tono de voz, la
dulzura, las caricias. (11)
En Brasilia, un estudio de las
relaciones conyugales y parentales
en familias de clases sociales baja y media
mostró que las parejas incluían entre los aspectos positivos del
casamiento: la intimidad, el intercambio afectivo, la negociación y equilibrio en las concesiones mutuas, la
ausencia de conflictos, riñas y celos además de
la satisfacción en las relaciones sexuales. Los cónyuges,
independientemente de la clase social y el sexo, consideraron que la calidad de
las relaciones íntimas depende de la presencia o ausencia de negociación.
Por tanto, lo que sustenta un casamiento satisfactorio
es la capacidad de la pareja de entrar en acuerdo o ceder delante de
situaciones conflictivas, además de la similitud de características, que
constituyó el otro factor estudiado. (12)
Numerosos
factores originados por la crisis económica y social hacen más vulnerables a
las familias: problemas económicos, de
comunicación, de convivencia obligada, maltratos e incomprensiones se reconocen
como algunos de los factores de riesgo psicológico, lo que trasluce la
necesidad de atención preventiva a las familias y a las parejas como núcleo de
dicha estructura social. (13)
Mucho
se habla de la crisis de la familia por los cambios de valores de la familia
tradicional, por los cambios en la
sociedad: cambios estructurales, aumento de la divorcialidad, conflicto de
roles y cambios en los modelos de relación de pareja.
En
muchos países, incluido el nuestro, se observa un incremento de uniones consensuales y de nuevas formas de
relación de pareja que difieren del matrimonio tradicional. Los cambios
sociales, económicos, científicos, técnicos y las presiones de la vida moderna
han producido su efecto en la cultura universal, lo que se expresa en las
relaciones de pareja. Los modelos cerrados, de relación fusional dependiente o
modelo materno paterno donde la relación es de dependencia son desplazados por
un nuevo tipo de relación abierta, de independencia.
El
vínculo interpersonal más complejo del ser humano lo constituye la pareja.
Múltiples factores sociológicos, personológicos e interactivos influyen en su
estabilidad, solidez y satisfacción. (14)
La
pareja es una unidad con rasgos específicos resultante de la combinación de dos
personalidades y se constituye cuando se han cumplido varios niveles de
atracción y satisfacción. Cada uno llega
con sus necesidades, frustraciones y mecanismos de defensa que intervienen
conscientemente unos e inconscientemente los otros sobre esa unidad diádica. A todo esto se suman los conflictos,
tensiones y ajustes que surgen de la convivencia, en la que cada cual aporta lo asimilado
en sus familias de origen hasta lograr
un nuevo y particular modelo de intercambio. (15) Al producirse el equilibrio entre el “yo” el
“nosotros” se torna más gratificante el
intercambio, porque se erige sobre la base de la satisfacción interna de ambos
miembros.
La
personalidad resulta muy importante en el
logro de este resultado. Se reconocen como elementos clave para
mantener una relación satisfactoria la
autovaloración, la capacidad comunicativa y los códigos emocionales. Nos
referiremos a estas últimas por ser
objeto de este trabajo.
El
arte de la comunicación resulta más difícil de lo que aparenta, es la piedra
angular de las relaciones interpersonales y sexuales.
Los
diferentes lenguajes o sistemas de signos que se emplean pueden ser verbales y
no verbales. En la comunicación verbal se transmiten necesidades, deseos,
fantasías, alegrías y afectos; pero la expresión de los sentimientos no se
agota en lo verbal, se refuerza
físicamente mediante la expresión gestual, por el contacto físico y por el
efecto vocal que acompaña al habla y que
a veces lo modifica y le da
significado. (16)
Las
emociones se expresan de forma no verbal y tienen menor control consciente, por
lo que son más auténticas que el
lenguaje verbal, que es elaborado y procesado conscientemente; por eso la
comunicación afectiva resulta consustancial a la relación de pareja.
“La
pareja es un sistema de comunicación privilegiado pero
también frágil” (17) y depende especialmente de los recursos
personológicos desarrollados para las relaciones íntimo personales, entre ellos
la congruencia, la expresividad afectiva, la comprensión empática, la capacidad
para escuchar, la receptividad y la tolerancia. (18)
La
congruencia o autenticidad se refiere a la capacidad de revelar el mundo
interior de modo abierto y directo. La expresividad es la capacidad de
demostrar cariño verbal y físico o corporalmente. La comprensión empática se
refiere a la capacidad de entender los sentimientos del otro y de identificarse
con ellos. Otros recursos que complementan la comunicación funcional son
escuchar activamente, sin evaluar, con paciencia y aceptar la subjetividad del
otro con sus diferencias.
La
comunicación interpersonal puede ser funcional o no según la articulación de
las funciones de la comunicación y los
recursos personológicos, pero a la vez es un indicador de la calidad de la
relación (18). Este elemento
debe ser considerado para la labor de prevención, ya que la disfunción en la
pareja se expresa en el funcionamiento familiar y constituye un factor de
riesgo para la salud familiar y de la pareja.
Los
códigos emocionales son pautados por la familia, incluyen los comportamientos y
la expresión de los afectos, mientras que la capacidad comunicativa nos permite transmitir esos
códigos emocionales, traspasando así la comunicación informativa y la
regulativa.
Muchos
de los problemas que se presentan en la comunicación de la pareja tienen su
origen en costumbres y prejuicios acerca de este tipo de relación. La timidez,
el miedo a la intimidad, el egoísmo y las expectativas poco realistas
dificultan la comunicación.
Considerando
la intimidad debemos partir de su etimología: intimidad viene del latín
“intimus” que significa lo de adentro. Es por ello que en el proceso de
conformación y consolidación de la relación
de pareja la intimidad resulta esencial porque supone compartir lo más profundo
de ellos, para lo que se requiere de madurez psicológica y de habilidades
comunicativas entre otros factores.
La
intimidad se desarrolla mediante la
comunicación afectiva y suele caracterizarse por un sentimiento recíproco de
aceptación, entrega, confianza y ternura. Puede manifestarse a través de la
palabra, los gestos y por el contacto físico, el que desempeña una importante
función en la expresión de la ternura, aunque no se agota en el proceso de
comunicación.
Un
elemento consustancial de la intimidad de la pareja lo constituye el contacto
sexual y está interrelacionado con el acercamiento físico y emocional, aunque
pueden aparecer independientes. No obstante esto cuando se logra la conjunción
de ellos con el sentimiento de amor resulta una relación profunda que se
construye poco a poco en el interactuar de la pareja.
El
diálogo íntimo entre amantes reviste características particulares que lo
distinguen de otras situaciones comunicativas porque es precisamente la
situación comunicativa la que determina el empleo de la lengua. (4)
En
México, una investigación realizada por Sánchez Aragón y Díaz Loving acerca de
patrones y estilos de comunicación de la pareja permitió concluir que las
formas o patrones de comunicación son más importantes en la forma de
relacionarse las personas que el contenido que se aborda en la comunicación.
Encontraron percepción de correspondencia del
sujeto sobre el estilo que usa al comunicarse con su pareja y la
percepción de su pareja en términos de reciprocidad en el estilo de
comunicación; así cuando siente que es congruente, coherente y comprometido
percibe que su pareja también lo es y cuando es negativo provoca y evidencia
las mismas formas en el otro. (19)
Esto
se corresponde con la hipótesis de Homans: “Las personas que experimentan
sentimientos recíprocos de simpatía, los expresarán en un aumento de las
actividades correspondientes al sistema interno, y estas pueden fortalecer más
aún los sentimientos de simpatía”. (20)
En
su teoría acerca de los grupos humanos este autor establece un sistema
conceptual integrado por tres elementos de la conducta: actividad, interacción,
sentimiento. Esos tres elementos pueden establecer relaciones de dependencia
mutua tanto en el sistema externo como en el interno. En este último se
expresarían como actividades espontáneas que indican actitudes recíprocas,
producidas en los propios miembros por su vida en el grupo y sentimientos de
simpatía o aversión que se desarrollan en la actividad.
De
manera que en la relación sentimiento actividad todo sentimiento busca
expresarse en la acción y si esta es recompensadora tratará de repetirse. Esto
es precisamente lo constatado en la investigación de Sánchez Aragón en relación
con los estilos de comunicación en las
parejas. Téngase en cuenta que la teoría de Homans versa acerca de pequeños
grupos y la pareja es uno de ellos.
La
incapacidad para el contacto íntimo constituye un obstáculo para el contacto
físico inherente al contacto sexual, por lo que la incapacidad para comunicarse
conlleva a dificultades sexuales en la relación de pareja.
La
relación sexual es la más importante y profunda de las relaciones humanas y
requiere una maduración psicosocial adecuada por la notable influencia
inhibitoria de los factores psicosociales sobre éstas. (21) Entre
estos factores se considera las
actitudes, creencias y expectativas en relación con el sexo, el tipo de pareja,
la comunicación, el rol de género, etcétera.
Los
matrimonios que padecen un problema sexual, suelen no conversar de sus
problemas, lo que ejerce efectos nocivos sobre la calidad de la relación
conyugal, por eso uno de los objetivos de la terapia sexual consiste en alentar
a la pareja a comunicarse abiertamente entre sí y a verbalizar sus sentimientos
más íntimos lo que facilita el abandono a la experiencia sexual y refuerza su
intimidad y confianza en otras áreas de la vida. (22)
La
comunicación es una de las funciones de la sexualidad, además de la
reproducción y el placer erótico. Su importancia en las relaciones sexuales se
evidencia en investigaciones acerca de las disfunciones sexuales donde la
empatía y la asertividad son habilidades comunicativas consideradas elementos
esenciales para el tratamiento de las
mismas. (11,23)
Considerando
los aspectos abordados acerca la familia, la pareja y las relaciones que se
establecen en ellas a través de la comunicación, no cabe dudas que constituye una necesidad el
trabajo de prevención de sus disfunciones y trastornos para garantizar la salud
en su más amplio sentido, que incluye el bienestar psicológico, el bienestar
social (visto como las posibilidades de desarrollo del individuo) y el nivel de
desarrollo de la personalidad (referido a su autorrealización y autodominio). (24)
Para
estar saludable se requiere del bienestar subjetivo o felicidad como le llaman
algunos, de condiciones de vida que le faciliten el desarrollo personal y
calidad de vida y además se necesita autorregulación que le permita orientar su conducta
conscientemente hacia estilos de vida saludables.
Las
relaciones familiares y de pareja y
junto a ellas la comunicación, no pueden desligarse de la categoría calidad de
vida porque ésta es el resultado de la interacción entre factores objetivos
(condiciones económicas, sociopolíticas, culturales y ambientales) y subjetivos
(la valoración que el sujeto hace de su propia vida) que facilitan o entorpecen
el pleno desarrollo del hombre, de su personalidad (25) y ellas constituyen parte de esos factores.
El desarrollo de habilidades comunicativas
garantizará mejores relaciones interpersonales de todo tipo y junto a esto se
logrará mejorar la calidad de vida para alcanzar el bienestar psicológico
inherente a ella.
La
meta de
De
manera que resulta importante identificar y caracterizar las familias
disfuncionales y los estilos o estrategias de comunicación que prevalecen en
ellas para poder actuar tempranamente sobre ellos, considerando que la pareja
es el subsistema familiar que moldea el funcionamiento familiar.
Esto
es posible a través de la atención primaria de salud, que constituye una
estrategia dentro del Sistema Nacional de Salud encaminada a mejorar la calidad
de vida de la población sobre la base de la promoción de salud y prevención de
enfermedad. (27)
Para
tener logros en esta tarea debe tenerse en cuenta que el rol social, el momento del acto comunicativo y la
actividad o tema que se discute determinan en gran medida la forma, el tono y
la pertinencia del mensaje que transmitimos. (28)
Esto
nos ayudará a seleccionar los recursos a utilizar en las actividades de
promoción y prevención porque la comunicación constituye una constante
transmisión de conocimientos y experiencias, que debe ser organizada cuando
persigue un fin educativo. Esto hará posible una adecuada educación sexual
que además de transmitir conocimientos, desarrolle
las capacidades de interrelación del sujeto y habilidades sociales que
favorezcan la comunicación de afecto, la expresión de emociones y sentimientos
y el disfrute de una sexualidad sana. (29)
Cualquier
estrategia educativa debe centrarse en desarrollar conductas preventivas,
dirigidas a defenderse de las enfermedades y conductas promotoras encaminadas
al incremento del bienestar y la
autorrealización; y para que sea efectiva hay que considerar los aspectos
psicológicos inherentes a la comunicación. Es por eso que se incluyen dentro de
la promoción de salud el aprendizaje de competencias y habilidades básicas,
entre ellas el autocontrol, la comunicación y relaciones sociales y también se
incluye el control de variables actitudinales, motivacionales y
afectivo-emocionales, entre ellos la potenciación de recursos protectores o de
resistencia. (30)
CONCLUSIONES
El
modelo de medicina familiar cubano integra las acciones de salud en el Programa
de Atención Integral a
Para
alcanzar este objetivo se requiere de un esfuerzo multidisciplinario, por la
complejidad de las variables que intervienen en él.
Los médicos generales integrales, psicólogos,
sociólogos y demás profesionales vinculados al trabajo de promoción y
prevención con las familias, contamos con condiciones para enfrentar de manera
integral los actuales problemas
familiares y de pareja imprimiéndoles el
necesario enfoque comunitario preventivo y estamos convocados a hacerlo como
parte de la estrategia cubana de desarrollo humano. (31)
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS