Indice Anterior Siguiente
Correo Científico Médico de Holguín 2007;11(2)

 

Trabajo de revisión

Departamento de Salud Pública. Facultad de Ciencias Médicas “Mariana Grajales Coello” Holguín.

Causas y manejo de la anorexia en los niños.

 

Causes and handing of anorexia in children.

 

María Antonieta Rodríguez Arce.

 

Psicóloga

 

RESUMEN

 

La anorexia con frecuencia tiene su origen en inadecuados manejos de la alimentación desde la etapa de lactante, la cual se va complicando ante nuevas exigencias que surgen en el desarrollo del niño y que los adultos no saben enfrentar.

 

Las tensiones ocasionadas por las situaciones casuales y nuevas que se le presentan al niño, por discusiones entre sus familiares, que no coinciden en los criterios de su educación y no valoran sus características, que tienen problemas de comunicación entre ellos, que no le ofrecen el amor, el respeto y la atención adecuados, así como padres sobreprotectores y perfeccionistas pueden favorecer a la aparición de su falta de apetito.

 

Es mejor y más fácil desde el inicio, educar una alimentación sana en todos los sentidos, que al surgir la anorexia, lograr la satisfacción en el acto de comer.

 

El niño inapetente debe alimentarse en horarios estables, ambientes agradables, donde la comida sea el centro de su atención y no él, el centro de la atención de sus padres. Se debe estimular su apetito, nunca obligarlo a que lo tenga.

 

Palabras clave: anorexia / niño.

 

ABSTRACT

 

Anorexia often has its origin in the inappropriate handing of feeding since the breast-feeding stage is made difficult due to some demanding that emerge from the growth of the child and the adults do not know how to face them.

 

Children have to face tenseness which are caused by casual and new situations because of arguments among their relatives, who do not appreciate their characteristics. Apart from that, there exist problems of communication among adults and they do not give the proper love, respect and attention to their children; as well as those parents who are over protectors and perfectionist and it may work in favour of their lack of appetite.

 

It is easier and better to educate-since the very beginning- with a healthy feeding in all its ways, to fulfil satisfaction when eating, even when anorexia is present.

The child who has not appetite must be fed in steady hours, with a pleasant atmosphere in which the food and not the child, be the centre. The child´s appetite must be stimulated but he must not be obliged to have it.

 

Key words: anorexia / child.

 

DESARROLLO

 

La anorexia es la falta de apetito. Constituye un motivo de consulta frecuente por la preocupación, en muchas ocasiones, desmedida de los padres, que no saben sus causas y mucho menos cómo enfrentarla.

 

Ella puede tener diferentes causas, que abordaré posteriormente, pero una de ellas, en mi experiencia, es su inadecuado manejo. Por la edad, por una situación transitoria o casual, los padres la sobrevaloran y ante su preocupación, no actúan como corresponde y después, puede convertirse en hecho más estable, que puede perdurar a otras etapas, e incluso, al resto de la vida.

 

Trataré de llevar un orden del análisis de las causas a partir  del nacimiento del niño o niña.

La lactancia materna es la forma de alimentación adecuada del recién nacido y meses siguientes de la etapa de lactante.

 

Para este período la madre debe estar preparada, así como el resto de la familia, que debe ofrecerle su apoyo. Una madre, por distintas razones, que se halle tensa, irritada, preocupada, cansada y hasta que rechace lactar a su pequeño, por temor a la pérdida de su estética, puede transmitirle estados emocionales negativos y el recién nacido evadir ese tipo de alimentación o sufrir de cólicos y otros problemas digestivos.

 

La lactancia materna no tiene horario y la madre debe llevarla a cabo con disposición, ecuanimidad y mucho amor. Es un momento de estrecha y cálida comunicación entre ésta y su pequeño y debe aprovecharse al máximo, no sólo para alimentarlo, además, para cargarlo con ternura, hablarle suavemente y ofrecerle todo el cariño que nadie como ella, puede hacer.

 

Es importante recordar, que mientras el bebé estuvo en la placenta no tenía ese tipo de alimentación y que al nacer, trae genéticamente, el reflejo de succión, el cual debe ser favorecido por un ambiente social adecuado, que no conoce y aprenderá poco a poco a asimilarlo.

 

Posteriormente, se le incorporan otros alimentos, según las orientaciones del médico, que se basan en un esquema de ablactación para que vaya asimilándolos de acuerdo con las características de su organismo.

 

Sólo se debe incorporar un alimento cada vez, en pequeña cantidad y con la forma de preparación y presentación, que facilite su aceptación. Se debe observar su reacción, si surge algún signo o síntoma negativo, para consultar al médico. Si fue aceptado, entonces, es conveniente esperar dos días aproximadamente, para volver a dárselo. Comprobada su asimilación, se incorporará a su dieta normal, así, hasta que al finalizar la etapa de lactante haya probado todos los alimentos.

 

El pequeño no nace con gustos, claro, está la individualidad y con ella, sus preferencias. Con frecuencia, observo que los padres ante ellas, por tal de que coma sólo le ofrecen lo que le gusta y ya aparece una posible causa. ¿Cómo aprenderá a asimilar alimentos que nunca ingiere? Es necesario, incorporarlos a su dieta en pequeñas cantidades para que se acostumbre a ellos.

 

Otro problema, es la elaboración del famoso “puré”. En mi opinión, una enemiga de la correcta alimentación del/la niño y niña es la batidora o mezcladora. Realmente, es muy cómoda para los padres porque incluye en el puré todos los nutrientes necesarios y es rápida su elaboración. Esto tiene varios inconvenientes:

·        Aprende a conocer un sabor, el del puré. Aunque tenga muchos alimentos en él, cuando lo come, su unión, respecto a sabores, es uno. Cuando la madre, un día, le ofrece un alimento aislado de los que contiene el puré, lo rechaza. ¿Lo conoce? ¿Se ha enseñado su paladar?

·        Se acostumbra a no masticar y cuando le dan un alimento con diferente consistencia, lo rechaza. Esto también tiene repercusión en su dentición y desarrollo de los órganos que participan en el proceso de la alimentación, que comienza por la boca.

·        Se aburre de comer siempre lo mismo y esto puede agravarse cuando le han incorporado algunas golosinas de su agrado, por supuesto, ellas le agradan más. Desgraciadamente, hay padres que por tal de que coma algo, se las dan. ¿Ellas le aportan los nutrientes que necesita para su crecimiento y desarrollo?

 

También, he observado, que muchas madres combinan el puré u otro alimento con mermeladas para que lo acepte mejor. ¿Qué sucederá? No sabe comer si no es con ese dulce. ¿Conoce otros sabores? ¿Aprendió a comer correctamente?

 

Debo agregar, que cuando el infante nace, no conoce de horarios y el mantenerlos de manera estable, de acuerdo con su edad y características aseguran la alimentación, el sueño y las actividades adecuadas a su desarrollo. Cada etapa tiene un horario de vida que está sustentado científicamente por las diferentes ciencias que estudian al hombre.

 

Los padres deben buscar información con su médico para llevarlo a cabo. Cuando se alimente en los mismos horarios tendrá apetito en esos momentos. Sucede, que en ocasiones, ellos se violan y su organismo no se condiciona para el acto de comer.

 

Una vez que cumple su primer año de vida y pasa a la edad temprana puede aparecer en niños y niñas con buen apetito, anteriormente, la llamada anorexia fisiológica. En la etapa de lactante, tuvo un crecimiento y desarrollo acelerado, pero por características de nuestra especie, sobre todo, en la primera parte de la niñez temprana, el crecimiento es más lento y por tanto, no necesita de la misma cantidad de alimentos.

 

Los padres interpretan este hecho como falta de apetito y se preocupan mucho, lo que les hace cometer errores en su enfrentamiento. El manejo de “esta anorexia” es similar a otro tipo de falta de apetito y lo abordaré posteriormente.

 

En la medida que se relaciona con los objetos y su desarrollo psicomotor avanza, son mayores los riesgos de un parasitismo. Los parásitos causan falta de apetito como uno de sus síntomas. Es importante, consultar al médico ante esta posibilidad, tomar las medidas higiénicas y usar sólo los medicamentos que él prescriba.

 

La anorexia puede ser además, un síntoma de alteración psíquica en la esfera conductual, en la necesidad de alimentación, es decir, puede aparecer como uno de los síntomas producto de tensiones mantenidas o estrés. ¿Cuáles son sus causas?

·        Padres sobreprotectores y/o rígidos que limitan sus actividades y que son importantes para su desarrollo físico, psicológico y social.

·        Padres perfeccionistas que tratan la alimentación bajo el esquema que consideran perfecto para, así como las demás situaciones que rodean la vida del mismo.

·        Manejos familiares inconsistentes e inconsecuentes donde los adultos no se ponen de acuerdo en su educación ni tienen en cuenta sus características y posibilidades.

·        Familiares que ofrecen poco cariño, con pobres muestras de amor con él o ella y/o entre ellos.

·        Hogares donde predomina la agresividad de diferentes maneras, en la comunicación.

·        Adaptación al círculo infantil o la escuela de acuerdo con la edad.

·        Hechos que pueden impactarlo como: nacimiento de un hermanito, cambio de domicilio, cambio de círculo infantil, cambio de escuela, divorcio de los padres, muerte de un familiar allegado, enfermedad larga y penosa de un familiar en el hogar y otros.

 

Éstas, de acuerdo con mi experiencia son las causas más frecuentes en la aparición de la anorexia, la cual puede intensificarse por manejos inadecuados y entre ellos, puedo citar:

·        Violar los horarios de alimentación.

·        Pobreza en las actividades propias con su edad, que le provoca poco consumo de energía, insatisfacción, frustración y tensión.

·        Ofrecer golosinas antes de las comidas.

·        Convertir su alimentación en fuente de tensiones en el hogar por la excesiva preocupación que muestran sus miembros. Esto puede provocar que la rechace, la utilice para obtener ganancias secundarias desde molestar, llamar la atención y/o lograr juguetes, paseos u otras cosas. Muchos padres de esta manera, propician que su hijo o hija perciba su alimentación, como un problema de los padres y no, como una necesidad suya muy importante.

·        Prometer, comparar, regañar, pegar. En fin, manejos inadecuados que favorecen lo que expuse anteriormente.

·        No destinar un lugar apropiado y estable para las comidas. Para lograr que se alimente le ofrecen la comida donde lo desee: en la calle, en el patio, en la ventana, en el carro y otros lugares inapropiados.

·        Limitación de su validismo, es decir, de valerse por sí solo de acuerdo con su edad y posibilidades. Los adultos lo visten, lo bañan, le recogen sus juguetes, le dan la comida, en fin, lo hacen dependiente.

A partir de los 3 años, aproximadamente, aparece en el desarrollo psicológico, la autoconciencia. Comienza a reflejarse a sí mismo como un sujeto independiente, como un ser humano más. Se observa en su lenguaje “Yo solo”, “Yo no quiero”, “Yo quiero”. Necesita actuar solo, pero los padres no lo dejan “porque no sabe”, “es muy pequeño”, “no sabe coger la cuchara”, “se ensucia”. Esto contribuye a su posible pérdida de interés por los alimentos que le ofrecen.

 

La comunicación con el niño o niña inapetente es frecuentemente inadecuada. Con gestos,       mímicas y palabras se le refuerza esta conducta. Hay frases frecuentes como: “Hoy no va a comer porque hay…”, “No le gusta nada”, “Él o ella prefiere…”, “No le gusta…” y otras.

·         La sustitución de alimentos por otros que le gusten e incluso, por golosinas.

·         Los adultos lo obligan a comer.

·        Por características de la edad y las individuales, gran parte de los niños o niñas se demoran en comer y esto inquieta a los padres y los requieren para que se apuren, lo que ocasiona, el efecto contrario y hasta puede desorganizarlo, derramar la comida y perder el apetito.

·        Muchos padres, sobre todo, con los más mayorcitos, insisten en las costumbres adecuadas en la mesa, lo que puede provocar el efecto inverso y también, perder el apetito.

·        Las discusiones en el momento de las comidas propician tensiones y por tanto, un ambiente desagradable que limita el deseo de comer y favorece a la aparición de desarreglos digestivos.

 

Debo hacer una aclaración. No es lo mismo la anorexia, que la selectividad para las comidas. Hay muchos niños y niñas que comen bien, pero sólo aquello que les gusta. La selectividad se debe fundamentalmente, a incorrectas costumbres alimenticias. Ambos tipos de conductas relacionadas con la necesidad de alimentación pueden tener causas similares, aunque en el caso de la anorexia, se agregan otras causas, que ya abordé.

¿Cuáles son las recomendaciones para manejar la anorexia?

 

Horario de vida estable respecto al sueño, las diferentes actividades propias de su edad y especialmente, de las comidas.

 

Si es pequeño y los horarios de las comidas de los adultos no son compatibles con los de él o ella, se debe preparar una mesa más baja o en la misma de la casa, pero acomodándolo, de forma que alcance a comer con comodidad. Se le sirve la comida y se le deja solo. El adulto que lo atenderá debe permanecer cerca para estimularlo y ofrecerle ayuda, si la necesita.

 

Antes de cumplir los 12 meses, ya debe coger la cuchara y comenzar a comer solo. El adulto toma otra cuchara para ayudarlo y enseñarlo. Después del año debe comer solo los alimentos sólidos y darle los líquidos, que por su pobre control muscular, no sabe llevar a la boca.

 

No se le debe apresurar, tampoco, regañar porque se ensucie, si no lo hace solo, no aprenderá y ése es un proceso por el que debe pasar y de acuerdo al propio ritmo de su actividad.

 

Si no quiere comer, se le debe estimular y nunca obligar. Después de insistirle con tacto y ecuanimidad, si no desea ingerir los alimentos, se le debe preguntar: “¿No deseas comer?”, “¿No tienes hambre?” y se debe agregar “Fíjate, no hay más nada, después tendrás hambre”. Si sigue rechazando la comida, se le debe retirar el plato y que se vaya a realizar otra actividad.

 

No se debe ofrecer otro alimento que le guste más. ¿Cómo va aprender a comer todo tipo de alimento?

 

No se deben facilitar golosinas, aunque haya pasado un tiempo. Cuando las pida, se le puede decir “No tenías hambre, debes esperar a la otra comida” y se alimentará en el próximo horario que le corresponda. Sé que lo que propongo es difícil para los padres, pero es la manera de que aprenda a organizar sus costumbres alimentarias.

 

Los adultos que sustituyen los alimentos propician que aprenda, que siempre que se niega a comer, aparece otra comida que le gusta más. Debe aprender a comer de todo, solo y en los horarios adecuados.

 

Son muchos los que tienen desorganizada su alimentación y esto les acarrea desarreglos digestivos con frecuencia.

 

Debe existir un lugar para comer estable y agradable de acuerdo con las condiciones del hogar. Nunca se le debe llevar de un lugar a otro para satisfacer sus caprichos y tratar de que coma, puede aprender costumbres incorrectas y obtener ganancias secundarias con su conducta de rechazo.

 

Mientras come, no deben permanecer varias personas a su alrededor y mucho menos, pendientes del desenvolvimiento de éste. Sólo debe ocuparse una persona de esta situación.

 

Antes de las comidas, debe ejecutar actividades pasivas, es decir, tranquilas como: dibujar, pintar, modelar, recortar, jugar con la muñeca o un carrito, mirar láminas, libros apropiados con la edad y sus características, otras. Para disponerse a comer, su sistema nervioso debe estar estable, libre de excitaciones innecesarias y tensiones.

 

Después de las comidas también debe realizar actividades pasivas que favorezcan la digestión adecuada.

 

Es muy importante, no hacer comentarios negativos sugerentes relacionados con esta situación, antes, durante y después de las comidas. Todo lo contrario, las comidas deben manejarse con naturalidad para que las perciba como necesarias y no para los adultos que se las ofrecen.

 

No se deben provocar discusiones antes, durante y después de las comidas. Debe reinar un ambiente agradable que estimule el apetito y una sana digestión.

 

Siempre que sea posible, debe comer con los adultos, que le sirvan de estimuladores al verlos comer con satisfacción. Nunca para convertir este horario en un momento de regaños y quejas acerca de su conducta.

 

Es conveniente, que coma a la mesa con otros niños y niñas con buen apetito para que la imitación juegue un papel importante en su interés por la comida. Esta recomendación se hace más efectiva en el círculo infantil y la escuela. En estos lugares donde debe compartir con sus iguales, también, se debe tener en cuenta, que deben ser de los primeros en sentarse a comer, para evitar tener que apresurarlo.

 

Cuando un niño o niña es inapetente, primero es necesario que logre comer con satisfacción y no por obligación, y después lograr que asimile las costumbres y hábitos de mesa adecuados. Deje que se ensucie, deje que no coja bien la cuchara, deje que no sepa usar los instrumentos, no diga nada al respecto. Estimule su apetito con paciencia y naturalidad, más adelante tendrá tiempo de aprender lo que le falta. Las dos cosas no se deben hacer al mismo tiempo porque se puede inhibir el deseo de comer.

 

¿Le gustaría que lo obligaran a comer? ¿Le gustaría que lo regañaran constantemente en la mesa? ¿Le gustaría que lo juzgaran con frecuencia?

 

No se deben ofrecer promesas. La alimentación es una necesidad y no se debe convertir en la obtención de ganancias secundarias, que conllevan a desviaciones no sólo en ésta, sino además, en la formación y desarrollo de la personalidad.

 

No se debe regañar, castigar, pegar, comparar con otro/a niño y niña. Estos manejos no favorecen el apetito, lo disminuyen.

Es aconsejable, disponer para un niño o niña anoréxico/a, de un plato de mayor dimensión y así, favorecer a la percepción de que es poca la comida servida. Generalmente, como es pequeño, se le colocan los alimentos en vasijas pequeñas. ¿Se ha percatado que parecen muy llenas? Por el contrario, si la vasija es grande, lo que contiene se percibe en menor cantidad y lo estimula a ingerirlos.

 

No deben ocurrir interrupciones mientras come, porque desvían su atención y pierde el interés por la actividad que lleva a cabo.

 

No se debe situar delante del televisor, su objetivo en ese momento es comer y debe hacerlo con atención y satisfacción.

 

No se deben hacer cuentos ni utilizar procedimientos llamativos para que abra la boca. Él debe comer porque lo desea. Por ejemplo, he observado conductas en los padres como: “Ahí viene el avión…”, “Sésamo, ábrete”, “Ahí viene Pedrito a comerse tu comida” y otras.

Los miembros de la familia deben vivir en armonía y resolver las situaciones de la convivencia con una comunicación adecuada, lo cual favorece la dinámica familiar, la salud de todos y especialmente, la del niño o niña. Las tensiones mantenidas pueden dar lugar a que la anorexia sea un síntoma de alteración psíquica.

 

Contribuir al desarrollo de su validismo. Al año, debe comer solo los alimentos sólidos y a los dos años, todos. También debe velarse por su autoservicio en otras actividades para estimular el desarrollo de su autoconfianza e independencia.

 

No se debe hablar acerca de sus preferencias y rechazos respecto a los alimentos porque refuerza su comportamiento.

 

Si está pasando por una situación inusual, nueva, sea agradable o desagradable, su estado emocional puede limitar su apetito. Los adultos deben comprenderlo, no presionarlo ni obligarlo hasta que su vida vuelva a la normalidad.

 

También estimula el apetito, la presentación agradable de los alimentos, que se coloquen con gusto y variedad de colores para que atraiga su atención. Asimismo, preparar la mesa de manera atractiva con servilletas y otros objetos que propicien un ambiente favorable.

 

Para resumir, la anorexia con frecuencia tiene su origen en inadecuados manejos de la alimentación desde la etapa de lactante, la cual se va complicando ante nuevas exigencias que surgen en el desarrollo del niño o niña y que los adultos no saben enfrentar.

 

Las tensiones ocasionadas por situaciones casuales y nuevas que se le presentan, por discusiones entre sus familiares, que no coinciden en los criterios de su educación y no valoran sus características, que tienen problemas de comunicación entre ellos, que no le ofrecen el amor, el respeto y la atención adecuados, así como padres sobreprotectores y perfeccionistas pueden favorecer a la aparición de su falta de apetito.

 

Es mejor y más fácil desde el inicio, educar una alimentación sana en todos los sentidos, que al surgir la anorexia, lograr la satisfacción en el acto de comer.

 

El niño o niña inapetente debe alimentarse en horarios estables, ambientes agradables, donde la comida y no él o ella, sea el centro de la atención de sus padres. Se debe estimular su apetito, nunca obligarlo a que lo tenga.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Guerrero Vázquez J. Inapetencia en la infancia temprana. Anorexia funcional. [Documento en línea]. 2005. http://www.aeped.es/infofamilia/temas/inap1.htm. [Consulta: 4 noviembre 2005].
  2. Kales A, Kales J, Humphrey F. Anorexia mental. En: Tratado de Psiquiatría. Ciudad de La Habana: Editorial Científico Técnica, 1982: 1822-1827.
  3. Anorexia infantil. [Documento en línea]. 2005. <http://www.granma.cubaweb.cu/salud/consultas/a/a08.html>. [Consulta: 4 noviembre 2005].
  4. Los niños y la comida. [Documento en línea]. 2005. <http://www.cnice.mecd.es/recursos2/e_padres/html/comida.htm>. [Consulta: 4 noviembre 2005].

 

Correspondencia: Lic. María Antonieta Rodríguez Arce. Departamento de Salud Pública. Dirección particular: Coliseo edificio 1 apartamento 2 / Narciso López y Morales Lemus, Holguín. Teléfono: 461819. E-mail: marian@cristal.hlg.sld.cu

 

Indice Anterior Siguiente