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Correo Científico Médico de Holguín 2010; 14(3)
Trabajo de Revisión
Universidad de
Ciencias Médicas Mariana Grajales Coello
La hipertensión arterial en niños y adolescentes
High Blood Pressure in Children and
Adolescents
Olga Antonia Álvarez Estrabao1 Damayda Leyva Leyva 2 Alba Rosa Bermúdez
Suárez 3
1
Máster,
Especialista de Segundo Grado en MGI. Asistente. Policlínica Manuel Díaz Legrá, Holguín
2
Especialista
de Primer Grado en Pediatría. Instructora. Policlínica Manuel Díaz Legrá, Holguín
3
Máster.
Especialista de Primer Grado en MGI. Instructora. Policlínica Manuel Díaz Legrá, Holguín
Responsable de la correspondencia: Dra. Olga Antonia
Álvarez Estrabao Carbó Edificio 1 apto 6. Reparto Hechavarría correo
electrónico: olga64@cristal.hlg.sld.cu
RESUMEN
La hipertensión arterial
es una enfermedad crónica, que según su etiología se clasifica en esencial o
primaria y en secundaria. El estudio de este tema se ha dividido según edad, en
la hipertensión del adulto y del niño y adolescente. En esta revisión se
abordó la hipertensión arterial en el
niño y el adolescente, por la importancia de su conocimiento en la atención
primaria de salud, lo que ayudara a establecer estrategias preventivas que,
comenzando desde la edad pediátrica, preserven la salud del adulto.
Palabras clave:
hipertensión arterial, niños, adolescentes
ABSTRACT
High blood pressure is a
chronic disease. According to its etiology it can be classified as essential or
primary and secondary. This study was done taking into account the age, in
hypertensive adults, children and adolescents. In this review the high blood
pressure in children and adolescents was studied due to the importance this
topic has for the specialists of Primary Care in order to establish preventive
strategies since the pediatric age.
Key words:
high blood pressure, children,
adolescents
INTRODUCCIÓN
La hipertensión arterial en niños y adolescentes, antes de la década de
los 70 en el mundo, se consideraba un hecho raro. Trabajos posteriores
cambiaron este criterio y hoy se comparte la opinión de que “la hipertensión
arterial constituye un excelente modelo de incorporación de sistemas
preventivos de enfermedades cardiovasculares del adulto en el ejercicio diario
del pediatra” (1, 2,3)
El estudio sistemático de las cifras tensiónales en niños
y adolescentes llevado a cabo en Estados Unidos por la Task Force, permitió
detectar un grupo de pacientes que tenían cifras tensiónales por encima del
percentil 90, correlacionando estas cifras con la edad, peso y talla.
Posteriores investigaciones han podido ahondar más en la dimensión de la
hipertensión arterial en niños y adolescentes, habiendo demostrado que las
cifras tensiónales altas guardan relación con lo que sucede en la edad adulta
(3).
La
prevalencia de de esta enfermedad en el niño se estima entre el 1-5%, mientras
que en la edad adulta es la entidad más común de las condiciones que afectan la
salud de los individuos y las poblaciones en todas partes del mundo.
Representa por sí misma una enfermedad,
como también un factor de riesgo importante para otras enfermedades,
fundamentalmente para la cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca,
enfermedad cerebrovascular, insuficiencia renal y contribuye significativamente
a las retinopatías. Además sus consecuencias en el embarazo son severas, en
Cuba es la tercera causa de muerte materna, siendo también frecuente causa de
muerte fetal y bajo peso al nacer entre otras (5, 6).
En la revisión se
enfatizó en el enfoque actual sobre la hipertensión arterial en niños y
adolescentes a nivel mundial, tema en el cual se debe trabajar más en nuestro
medio, por su importancia para la prevención de la enfermedad desde la edad
pediátrica.
MÉTODOS
En la
revisión se emplean métodos científicos que están determinados por los objetivos trazados, los
cuales son del nivel teórico. Se utilizaron el análisis y crítica de fuentes,
para la evaluación de las fuentes, utilizando como procedimientos los métodos
del pensamiento lógico, el análisis y la síntesis, la inducción - deducción y
lo histórico y lo lógico, los cuales permitieron realizar la búsqueda e
interpretación de los diferentes criterios que se emiten respecto al tema
objeto de estudio, elaborar el documento y llegar a conclusiones al respecto.
DESARROLLO
La hipertensión arterial
en la infancia y adolescencia se define por el hallazgo repetitivo, en tres
tomas consecutivas, de cifras de tensión arterial superiores a los
correspondientes al percentil 95 de cada grupo de edad y sexo. (4,5)
En
la actualidad está muy bien definido el criterio de que la hipertensión
arterial esencial del adulto tiene su origen en la niñez, lo que ha determinado
la necesidad de tomar la tensión arterial al niño a partir de los 3 años de
edad en el consultorio.
El
método preferido de medición es el auscultatorio. En los niños menores de 3
años debe medirse sólo ante circunstancias especiales: antecedentes de
prematuridad, muy bajo peso al nacer u otras complicaciones neonatales que
hubiesen requerido cuidados intensivos; enfermedad cardíaca congénita;
infecciones urinarias recurrentes, hematuria o proteinuria; enfermedad renal
conocida o malformaciones urológicas; antecedentes familiares de enfermedad
renal congénita; trasplantes de órganos sólidos; neoplasias o trasplante de
médula ósea; tratamiento con drogas que eleven la tensión arterial, las enfermedades genéticas de tipo monogénicas en
la que como principal síntoma se hereda la hipertensión arterial y otras
patologías sistémicas causadas o no por enfermedades genéticas en las que se
asocia hipertensión arterial como neurofibromatosis, esclerosis tuberosa e
hipertensión endocraneal .
Actuar
tempranamente a través del diagnóstico y
manejo temprano de la enfermedad y sobre los factores de riesgo de
enfermedades cardiovasculares tanto en
el ámbito personal como el familiar, incluyendo la modificación de estilo de
vida, garantizará el control de la
enfermedad y evitará
complicaciones o afectación
sobre los órganos diana (4, 5).La toma de la
tensión arterial debe formar parte del examen físico de rutina (3, 4).
La enfermedad en edad pediátrica puede presentarse de
forma esencial, sobre todo en el grupo de adolescentes, o ser expresión de
otras enfermedades (formas secundarias).Cuanto más joven es el niño y más altos
son los valores de tensión arterial, más posibilidad existe de que la
hipertensión sea secundaria y el cuadro
dependerá de la entidad de base, causante de la elevación de la tensión
arterial, debiéndose con mayor frecuencia a enfermedades renales (vasculares o
parenquimatosas) ( 4, 5, 7).
En un escaso porcentaje de pacientes se ha podido
establecer la asociación familiar de herencia mendeliana, en la que la mutación
de un gen lleva al aumento de la tensión arterial en una elevada proporción de
los miembros de la familia. Se reconocen:
-
El síndrome de
hiperaldosteronismo remediable con glucocorticoides
-
El síndrome de exceso
aparente de mineralocorticoides, pseudoaldosteronismo o síndrome de Liddle
-
El síndrome de
pseudohipoaldosteronismo tipo II o síndrome de Gordon
-
El síndrome de
hipersensibilidad al receptor de mineralocorticoides.
Estas entidades deben sospecharse ante la presencia de
hipertensión familiar, de inicio generalmente durante la adolescencia, con
actividad de renina plasmática suprimida y mala respuesta al tratamiento
convencional (3).
La clasificada como
esencial abarca el 80% de los hipertensos adolescentes en quienes se encuentra
con mayor frecuencia, factores de riesgo como: obesidad, historia familiar de
la enfermedad, bajo peso al nacer y el
habito de fumar ( 5, 7, 9, 10, 11,
12, 13, 14, 15,16,17, 18, 19,20,21).
Se asocia a un patrón de herencia multifactorial, de base
poligénica, donde los factores genéticos dados por una predisposición heredada
se ponen a prueba frente a factores ambientales relacionados con el estilo de
vida (7).
En el mundo, hoy día
este tema esta cobrando la importancia que requiere, priorizándose la detección precoz de la enfermedad en la
edad infantojuvenil, no tanto por la morbilidad a está edad sino como un primer
paso en el manejo de la entidad en la edad adulta.
En Cuba se utilizan las
tablas para clasificación de la presión arterial de acuerdo al tamaño corporal
(5) de la Second Task Force on Blood Pressure in Children, la cual
permite la clasificación de la siguiente manera:
Normal: tensión
sistólica y diastólica <90 percentil
para edad y sexo.
Normal alta. Igual o >90 p., pero menos del 95
percentil para edad y sexo
Hipertensión: Igual o
> 95 percentil para edad y sexo.
Actualmente se utiliza
un nuevo concepto: prehipertenso. Este se aplica a los adolescentes con valores
de tensión arterial > 120/80 mm Hg pero < al percentil 95, aun en
los casos en que estos valores estén por debajo del percentil 90(4).
Tabla de percentil de TA en niños y niñas de 3 a 16
años de edad, de acuerdo con la talla
Presión
arterial |
Edad
en años |
Percentil
talla |
|||||||
Niños |
Niñas |
||||||||
p5 |
p25 |
p75 |
p95 |
p5 |
p25 |
p75 |
p95 |
||
Sistólica |
3 |
104 |
107 |
111 |
113 |
104 |
105 |
108 |
110 |
6 |
109 |
112 |
115 |
117 |
108 |
110 |
112 |
114 |
|
10 |
114 |
117 |
121 |
123 |
116 |
117 |
112 |
114 |
|
13 |
121 |
124 |
128 |
130 |
121 |
123 |
126 |
128 |
|
16 |
129 |
132 |
136 |
138 |
125 |
127 |
130 |
132 |
|
Diastólica |
3 |
63 |
64 |
66 |
67 |
65 |
65 |
67 |
68 |
6 |
72 |
73 |
75 |
76 |
71 |
72 |
73 |
75 |
|
10 |
77 |
79 |
80 |
82 |
77 |
77 |
79 |
80 |
|
13 |
79 |
81 |
83 |
84 |
80 |
81 |
82 |
84 |
|
16 |
83 |
84 |
86 |
87 |
83 |
83 |
85 |
86 |
Existen autores que
proponen de acuerdo a las cifras encontradas, tres grupos:
1. HTA límite: tensión entre 1 y
2. HTA confirmada: tensión entre 10 y
3. HTA amenazante: tensión superior a
Consideran que el grupo
2 y 3 generalmente presentan hipertensión arterial secundaria y es menos frecuente, mientras que
el grupo 1 es el mayor y constituirán los hipertensos del futuro. Dándole mucha
importancia tanto en niños, como en adultos, a la evaluación inicial de todo
paciente hipertenso de lo cual dependerá la confirmación y/o seguimiento
posterior del caso, consideran que la tensión arterial elevada después de los 3
años, es mas frecuente de causa esencial, y coinciden en que el crecimiento de
la obesidad puede ser una causa, poniendo en evidencia la importancia de la
medida de la tensión arterial en los niños y adolescentes por la detección de
casos asintomáticos y su futura repercusión en la edad adulta (13, 22,23,
24)
La hipertensión
esencial en este grupo etario,
usualmente, se caracteriza por ser leve y a menudo se asocia con antecedentes
familiares de la enfermedad y los pacientes tienen con frecuencia sobrepeso. La
prevalencia aumenta progresivamente con el incremento en el índice de masa
corporal. La asociación marcada entre niveles elevados de tensión arterial y
obesidad junto con el aumento importante en la prevalencia de obesidad infantil
indica que tanto la hipertensión arterial como la prehipertensión constituyen
un problema de salud significativo en la población pediátrica (4,24).
Los estudios que han
evaluado el pronóstico de los niños con hipertensión arterial a nivel mundial, sugieren que aun los aumentos leves
pueden tener efectos adversos sobre la función y estructuras vasculares en
personas jóvenes asintomáticas. La hipertrofia ventricular izquierda es la
prueba clínica más prominente de daño en un órgano blanco provocado por la
enfermedad en niños y adolescentes. Por esto se recomienda el ecocardiograma
como la herramienta principal para la evaluación de los pacientes.
Los niños y adolescentes
con hipertensión arterial establecida, para determinar la presencia de
hipertrofia del ventrículo izquierdo al momento del diagnóstico, deben tener un
ecocardiograma y luego repetir periódicamente. La medición del índice de masa
ventricular izquierda es muy útil en el proceso de toma de decisiones en el comienzo o la intensificación de la
terapia farmacológica. Las alteraciones precoces a nivel del riñón y retina,
pueden también presentarse en estos casos (4,8, 24, 3,25, 26).
Los niños con riesgo genético y metabólico de
padecer la enfermedad deben ser identificados precozmente, para su seguimiento,
antes de que la tensión arterial aumente.
El riesgo genético es mayor si
los dos padres
son hipertensos (27, 28, 29,
30).
Para la identificación y seguimiento de los casos se propone un algoritmo
muy útil para los médicos encargados de realizar el pesquisaje de los casos en
la atención primaria.
• Medir la tensión
arterial, talla, peso y calcular el
índice de masa corporal (IMC).
• En los niños
normotensos educar acerca de un estilo de vida saludable.
• En niños con
prehipertensión, indicar modificaciones en el estilo de vida y repetir la
medición de la tensión a los seis meses. Considerar la evaluación diagnóstica y
para daño de órganos diana en el caso de sobrepeso o comorbilidades. En los
casos de sobrepeso recomendar la reducción del peso y en aquellos con IMC
normal controlar cada seis meses.
• En los pacientes con
hipertensión arterial en estadio I, realizar la evaluación diagnóstica, incluso
para daño de órganos diana. En el caso de la forma esencial, recomendar
modificaciones en el estilo de vida, especialmente disminución de peso en los
casos de sobrepeso y ante la falta de respuesta, terapia farmacológica. En la
forma secundaria, indicar tratamiento para la causa específica.
• En los pacientes en
estadio II, realizar la evaluación diagnóstica, incluso para daño de órganos
diana y considerar la derivación a un especialista en hipertensión pediátrica
tanto para la forma esencial como para la secundaria. Indicar en ambos casos
tratamiento farmacológico y modificaciones en el estilo de vida, especialmente
reducción de peso en los casos de sobrepeso (4).
En el aspecto del
tratamiento hay que tener en cuenta el grupo de hipertensos de causa secundaria
clasificados como curables de hipertensión con los cuales se debe actuar
tempranamente para lograr este objetivo. Dentro de estos pacientes se
encuentran: los
de causas vasculares (coartación
de aorta torácica, coartación de aorta abdominal, arteritis aórtica), causas renales (pielonefritis
unilateral, hidronefrosis unilateral, trauma, hipoplasia renal unilateral,
tumores, anormalidades de arteria renal (estenosis, aneurismas, arteritis,
fístulas, displasia fibromuscular, neurofibromatosis), trombosis), causas
endocrinas (anormalidades vasculares y del
parénquima suprarrenal,tumores:
feocromocitoma, adenomas, síndrome de Cushing, Administración de
glucocorticoides, hipertiroidismo)(27,30) .
CONCLUSIONES
En la actualidad está
muy bien definido el criterio, que la
hipertensión arterial esencial del adulto tiene su origen en la niñez.
Por lo que, resulta
obvio que la atención a la hipertensión arterial en la niñez y la adolescencia debe ser una tarea priorizada para los
médicos de la atención primaria en nuestro país, para lo cual es necesario
elaborar, aplicar nuevas y eficaces estrategias con estos pacientes, con el
objetivo de reducir la morbimortalidad por esta enfermedad y así evitar las
serias complicaciones que ella provoca.
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Correspondencia:
Dra. Olga Antonia
Álvarez Estrabao.
Dirección: Calle Carbo Edificio 1 Apto 6 % Áreas y
Agramante, Holguín.
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