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Correo Científico Médico de Holguín 2010; 14(3)

Trabajo original

 

Universidad de Ciencias Médicas Mariana Grajales Coello. Holguín 

 

Caracterización del fallo de medro en menores de un año, pertenecientes a la Policlínica Mario Gutiérrez Ardaya  (Parte II)

 

Failure to Thrive Behavior in Infants, Mario Gutiérrez Ardaya Polyclinic (Part II)

 

Tania Borrás Santisteban 1

 

1        Especialista de Primer Grado en Pediatría.  Máster en Atención Integral al Niño. Policlínica Mario Gutiérrez Ardaya

 

 RESUMEN

Se realizó un estudio transversal, en los 24 consultorios pertenecientes al Grupo Básico de Trabajo II, de la   Policlínica Mario Gutiérrez Ardaya, municipio Holguín, en el período comprendido de enero a diciembre de 2007, con el objetivo de caracterizar el fallo de medro (FM), en los niños menores de un año. El universo de trabajo estuvo constituido por los pacientes con este diagnóstico. Se tuvieron en cuenta las variables: historia alimentaría, valoración nutricional, ganancia de peso y complementarios. En esta investigación, predominó la lactancia mixta y el cumplimiento parcial de la ablactación y reglas de oro. La mayoría de los pacientes tenían un adecuado estado nutricional. A partir de los resultados, se insistió en la necesidad del diagnóstico precoz y se propone elaborar una estrategia de intervención para evitar afectación importante del estado nutricional.

Palabras clave: fallo de medro, niño

 

ABSTRACT

 A cross- sectional study in 24 consulting rooms from the Basic Work Group ll at Mario Gutiérrez Ardaya Polyclinic, Holguín Municipality, from January to December 2007 was carried out. The study was aimed at assessing failure to thrive in infants. The universe comprised all the patients with this diagnosis.The variables alimentary history, nutritional assessment, weight gain and complementary blood tests were studied. In this research a predominance of mixed feeding, partial ablactation and golden rules was observed. A greater number of patients showed an adequate nutritional status. The results showed the need for an early diagnosis and the author of this paper recommended to carry out a further research to propose an intervention approach to avoid nutritional  disorders.

Key words: failure to thrive, child                      

 

INTRODUCCIÓN

 El fallo de medro (FM) es un problema frecuente en la práctica pediátrica y su incidencia es muy variable, que depende de la definición aceptada y de la población  estudiada (1).

No existe una definición homogénea, se plantea como la incapacidad para sostener una velocidad de crecimiento normal, tanto en peso como en talla en menores de tres años.

Para realizar el diagnóstico se deben realizar como mínimo dos somatometrías separadas por un intervalo mínimo de tiempo (2).

Otros autores como Steward y colaboradores (3) plantean que es aquella condición en la cual el paciente presenta un crecimiento por debajo del tercer percentil (PC) o desciende en dos percentiles de peso para la talla en poco tiempo; hace referencia al niño cuya evolución física es significativamente menor al de sus iguales y a menudo conduce a un trastorno del desarrollo y del funcionamiento socio-emocional; se refieren al crecimiento insuficiente o retardo de crecimiento que fisiológicamente puede identificarse como la incapacidad para sostener una velocidad  normal, tanto en peso como en talla; el crecimiento es continuo y un único registro es insuficiente para poder catalogar a un niño.

Su determinación está basada en el uso de indicadores antropométricos que incluyen el peso para la edad, peso para la talla y talla para la edad, teniendo en cuenta los percentiles. Para su definición se utilizan,  además  de   los criterios antropométricos,  datos  sociodemográficos   (4, 5, 6, 7). Es un problema común de origen multifactorial (8).

Internacionalmente se reportan investigaciones en la década de los años 1980, 1990 y algunas luego de 2000.

Se plantea  que en Estados  Unidos  de América  del 1 al 5% de los ingresos hospitalarios y el 10% de los niños vistos en los centros de medicina primaria presentan esta entidad. Cuando se considera una población indigente, este porcentaje se eleva al 15  a 25% de ingresos, además según datos de la  UNICEF a nivel mundial el 40% presentan esta alteración en el crecimiento y se ha demostrado que son más los factores ambientales que los genéticos los que influyen en esta situación. Se comprobó posteriormente, que presentan alteraciones cognitivas, disminución en la capacidad de trabajar, aumento de la morbilidad y mortalidad (9,10).

Recientemente el Instituto Nacional del Desarrollo de Niños y Hermanos en New York indica que el 89% de los niños tiene fallo de medro (11,12) y que el fallo en la ganancia de peso es extremadamente común.

Estudios efectuados en la Universidad de Newcastle Upontyne concluyen sobre el rol de la depravación, la negligencia, los trastornos de conducta, el poco apetito y la pobre ingestión como contribuyentes a la persistencia del FM (13).

La autora de esta investigación no encontró en la base de datos CUMED (literatura médica cubana) otra bibliografía referente a esta temática. En nuestra provincia se realiza una caracterización del fallo de medro en el año 2002, en el Hospital Pediátrico Provincial Docente Octavio de la Concepción y la Pedraja  la cual solo hizo referencia a los lactantes hospitalizados en ese período de tiempo.

Teniendo en cuenta la repercusión del FM, la investigación es necesaria y oportuna. Por la experiencia médica se define como  el síndrome que se presenta con mayor frecuencia en la atención primaria de salud, excluyendo cuadros respiratorios y diarreicos, por lo que la autora se motivó a realizar la investigación, pues su diagnóstico e intervención temprana son importantes para la prevención de la malnutrición y el desarrollo de secuelas.

 

MÉTODOS

Se hizo un estudio transversal, en los Consultorios del Médico de la Familia (CMF) pertenecientes al GBT II del área de salud de la Policlínica  Mario Gutiérrez Ardaya, municipio Holguín, en el período comprendido de enero a diciembre de 2007. El universo estuvo constituido por todos los niños menores de un año a los cuales se les diagnosticó fallo de medro. Se habilitó una consulta con una frecuencia quincenal en la policlínica.

Las madres llevaron las historias clínicas individuales, se  revisaron, luego se aplicó la encuesta previo consentimiento informado. Se realizaron las mensuraciones y la determinación de las valoraciones nutricionales según las tablas cubanas.

Las variables seleccionadas fueron: historia alimentaria, valoración nutricional, ganancia de peso y complementarios. En la historia alimentaria, se abordó lactancia y ablactación (cumplimiento del esquema y reglas de oro). Los complementarios que se indicaron fueron: lámina periférica, hemoglobina, heces fecales, urocultivo y otoscopia. Los textos se procesaron con Word XP, las tablas y gráficos se realizaron con Excel XP mediante la utilización de una computadora Hanel.

Para tener en cuenta los aspectos éticos es solicitado a las madres  de los pacientes el consentimiento informado, para lo cual se confeccionó un modelo, teniendo en cuenta los principios de la  Declaración de Helsinki.

 

RESULTADOS

En  el comportamiento de la lactancia se encontró que la mayoría de los pacientes fueron alimentados con lactancia mixta: pecho y leche evaporada con  predominio en el grupo de edad de tres a cinco meses y 29 días.  

En orden de frecuencia le siguió la lactancia complementada en 18 pacientes,  lo que representó  un 25% iniciándose no al sexto mes como está establecido, sino que encontramos niños en los cuales se inició en el segundo grupo de edad (tres a cinco meses y 29 días)  y el motivo fue en la mayoría de los pacientes, por decisión de las madres y no por orientación médica.

Otro elemento que llama la atención es que en este trabajo ninguno de los niños menores de tres meses estaba con LME, elemento importante de repercusión en el estado pondoestatural.

 

  TABLA  I.  Comportamiento de la lactancia     

                  Causas 

Cantidad de pacientes

Porcentaje

Lactancia mixta                                

41

57,0

Lactancia complementada

18

25,0

Lactancia artificial                             

7

9,7

LME   

6

8,3

 Total

72

100

Fuente: historia clínica individual

 

En el cumplimiento del esquema de ablactación  predominó el cumplimiento parcial en 61 pacientes, que representó un 98,4%;  incumplimiento en uno (1,6%). No se cumplió de forma total en ninguno; se excluyeron los seis niños que estaban por supuesto  con  LME y  cuatro  con  lactancia mixta sin haber iniciado  esquema (tabla II).

 

 TABLA  II. Cumplimiento del esquema de ablactación     

Cumplimiento                            

Cantidad de pacientes

Porcentaje

Total  

0

0

Parcial     

61

98,4

Incumplimiento

1

1,4

Total  

62

100

 

          

                                   

                                   

 

 

 

Fuente: historia clínica individual

 

En relación con el cumplimiento de las reglas de oro en el sistema de alimentación (tabla III), se le concedió valor pues en la mayoría de los casos que recibieron orientación sobre  el esquema de ablactación, (es decir los alimentos que debe consumir por su edad), sin embargo no se les especificó las reglas de oro que tan importantes resultan para una alimentación adecuada; de los tres elementos en los que se agrupó esta variable, predominó el cumplimiento parcial en el 98,4% de los pacientes; uno alcanzó la categoría de incumplimiento y ninguno cumplió totalmente las orientaciones.

 

TABLA III. Cumplimiento de las reglas de oro

Cumplimiento                            

Cantidad de pacientes

Porcentaje

Cumpl. total  

0

0

Cumpl. parcial     

61

98,4

Incumplimiento

1

1,4

Total  

62

100

Fuente: historia clínica individual

 

En relación con el peso/talla (P/T) predominó el estado de  eutrófico o normo peso, 62 que representan el 86,1%. Este resultado se debe a que el  diagnóstico del FM se realizó de forma precoz, en orden de frecuencia encontramos entre el 3-10 PC nueve casos (12,5%), de ellos dos fueron por  una talla por encima de la que correspondía para su edad, pero el peso para  la edad (P/E) estaba normal ; en el resto de los delgados (siete) el comportamiento fue similar en las tres relaciones de valoraciones nutricionales que se hicieron, de ahí la importancia que no debemos limitarnos a P/T, pues evidencia una afectación aguda no definitoria del estado real del paciente. Solo un niño estaba por debajo del tercer percentil.

Al analizar el P/E se obtuvo que la mayoría se encontraban normopeso o eutróficos lo que coincidió con el dato anteriormente expuesto, 65 casos para un 90,3% y seis pacientes se encontraban entre el 3-10 PC (8,3%).

Respecto a la T/E, de la totalidad de los casos, 72 (100%)  se encontraron dentro de la categoría normal o típica,  es decir, ninguno fue baja ni alta talla.

Se apreció la ganancia de peso en gramos, en dependencia de la edad del lactante y el período de tiempo que se seleccionó para realizar el diagnóstico del FM; se obtuvo que la mayoría de los pacientes menores de seis meses en quince días aumentaron de 50  a 150 g y de 250 a 350, 23 y 10 pacientes que representaron un 65,7% y 28,6%, respectivamente. En el lactante mayor de seis meses, el dato más significativo  fue que en un mes ganaron de 150 a 250 g 26 niños para un 70,3%.

De los complementarios realizados se obtuvo positividad en 57 pacientes (79,2%), predominó ésta  en la lámina periférica con 36 pacientes (63,2%), a través de la cual se diagnosticó ferropenia; se encontró hemoglobina disminuida, que permitió el diagnóstico de anemia carencial por déficit de hierro en 17 casos para un 29,8%; a los niños con otoscopia positiva se les diagnosticó otitis media aguda; los  urocultivos y heces fecales fueron negativos en todos los casos; el diagnóstico de los pacientes con oxiuriasis fue por la clínica.

 

DISCUSIÓN

Fue preocupante que ninguno de los niños menores de tres meses estaba con LME (tabla I) a pesar de por años insistir en este tipo de lactancia hasta el sexto mes, existieron gran cantidad de pacientes que aunque se les mantenía el pecho, precozmente se les introdujo lactancia artificial.

En relación con los resultados del cumplimiento del esquema de ablactación  (tabla II)  fueron también motivo de preocupación y se opinó que el personal médico, de enfermería no realizó las orientaciones correctas al respecto en los controles, terrenos y en otras ocasiones se orientaron pero no se cumplieron por parte de  la madre y la familia por lo que se debe  insistir en una adecuada orientación nutricional para disminuir la incidencia de casos de FM cuando sea este uno de los elementos que influya.

En  la valoración nutricional (VN) en el momento del diagnóstico de la entidad, según los criterios expuestos, hay que señalar que existen niños constitucionalmente delgados y pesados como consecuencia  de las características físicas    heredadas de sus padres, los que pueden encontrarse   en estas categorías de bajo peso o peso elevado sin  que esto tenga ninguna significación anormal.

A pesar del predominio del estado normal, en nuestra casuística hay niños  sobre los que  debemos actuar. En la literatura revisada se plantea que esta relación es más conveniente para determinar la deficiencia reciente de ingestión energética y desde el punto de vista práctico se considera en gran medida independiente de la edad del niño, además parece ser la expresión de una constante biológica que estaría involucrada en la regulación de la ingestión   (3, 14, 15, 16). Estos hallazgos hacen pensar hay que insistir en el diagnóstico precoz para evitar una importante afectación del estado nutricional.

En relación con la ganancia de peso en gramos, se consideró también de gran importancia los resultados, pues la ganancia de peso como se ha referido en la literatura es de aproximadamente 100 g  semanal en este período de la vida.

En el FM un elemento característico es una nutrición inadecuada por lo que es importante el conocimiento de los requerimientos nutricionales en la infancia, así como la adecuada introducción de los distintos alimentos según esquema de ablactación acorde con la edad, en la cual influye el entorno y medio familiar.

Es importante que los profesionales que atienden a los niños menores de un año, adquieran competencia en materias de nutrición del niño, con el objetivo de mejorar la calidad de la atención nutricional de estos, lo cual a su vez,   redundará en mayor calidad de vida a largo plazo.

Wrigh refiere hay una asociación entre la duración de la lactancia y el        crecimiento (17). También se ha dicho que la lactancia materna confiere ventajas a niños y madres pero cuando es inadecuada puede ser causa de FM (18).

Díaz Arguelles  planteó que el desconocimiento de prácticas y actitudes adecuadas por parte de  los profesionales, relacionadas con la nutrición de los lactantes es uno de los problemas que confronta la salud en nuestro país, hace referencia a la caracterización histórica de la alimentación del lactante en Cuba, en especial la relacionada con la   LME, así como el uso de leches para lactantes y las consecuencias para la salud.

En otro estudio se   encontró que el 41,6% mantuvo LME hasta los seis meses y un 42% de  lactancia complementada (19). Jiménez plantea en su estudio que la falla para progresar se presenta con mucha frecuencia en la población infantil y dice que una parte importante es un adecuado manejo nutricional.

En la literatura revisada se plantea que la relación P/T es más conveniente para determinar la deficiencia reciente de ingestión energética y desde el punto de vista práctico se considera en gran medida independiente de la edad del niño, además parece ser la expresión de una constante biológica que estaría involucrada en la regulación de la ingestión   (3, 14, 15, 16).

En la literatura revisada (14,20), se plantea que el P/E es un indicador particularmente valioso en el niño menor de un año, no se específica ganancia de peso.  

La deficiencia de hierro constituye el problema nutricional más frecuente en Cuba, el factor alimentario es fundamental, por lo que se desarrolla el Plan Nacional para la Prevención y Control de la Deficiencia de Hierro y la Anemia en la   población cubana.

 

CONCLUSIONES

 

La lactancia mixta, el no cumplimiento total del esquema de ablactación y las reglas de oro fueron elementos que  influyeron en la aparición del fallo de medro.

El fallo de medro no ocasionó afectación importante del estado nutricional.

El complementario que resultó tener mayor positividad fue la lámina periférica.

 

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Correspondencia: Dra. Tania Borrás Santisteban

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